Ángel y su nieto, al ver a la niña, sienten que fallaron.
No sabían, como enfrentar, lo que vendría.
El médico pide, que pongan, está arriba de la cama, toma su maletín, con una tijera, corta la ropa, pide que se retiren.
La mujer, acariciaba, su cabellera.
El médico, necesita agua hervida, está se ofrece a traerlo.
Con ella, debía limpiar, para ver bien la herida.
Todos, salen mientras, toma los signos vitales, de la muchacha.
Sabe, que deberá, tratar de que pare la sangre, estabilizarla y poder trasladarla, a una clínica.
Asim, no quería dejarla sola.
Ángel, sabe que como a él y a su nieto, le duele verla así, necesitaban darle, espacio al médico para que pueda, trabajar tranquilo.
Toman a Asim entre los dos, trataban de levantarlo. Se había quedado, arrodillado dónde ella, había dejado, un charco de sangre.
Al notar que alguien lo tomaba, enceguecido, bruscamente se safa.
Lucifer: con voz autoritaria,— Cálmate, necesitamos, que atiendan a mi hija.
Se un hombre y demuestra que la mereces.
Asim reacciona al escuchar, la voz de éste.
Sabe que no podía actuar así, pide disculpas, mirando a su Rosa Negra, con el alma partida, sale con ellos.
El médico, una vez limpiada la zona, puede ver, que la herida, era muy grave.
Sale del camarote, dejando a la niña, al cuidado de la mujer.
Sabía, que sería difícil, comunicar a estos la situación.
Rogaba, que pudieran conseguir, que trajeran lo antes posible, a un cirujano especializado en corazón y otro que fuera cirujano plástico, si querían salvarla y que no fuera una herida muy visible.
Esto si lograba sobrevivir.
No podía dejar que la trasladen o su vida corría riesgo.
Mientras esté, daba la noticia.
En la oficina de Carmen.
Assia al fin, pudo comunicarse, con Arcángel.
Dónde es informada, que ya estaban todos, detenidos.
Aunque debía, ser valiente, su bisnieta estaba herida.
Assia al escuchar esto último, deja caer su teléfono y cae desmayada.
Carmen, corre a socorrerla, sabe que debe haber pasado, algo grave.
Pidiendo, ayuda.
Su secretaria entra y ve que la Sra. se había descompensado.
Toma el teléfono y pide a la enfermería, que el médico, viniera a atenderla.
Mientras, Carmen toma el teléfono y desesperada preguntaba que le había dicho.
Arcángel:— me podrías informar, con quién hablo, ¿Dónde está la Sra.?
Carmen:— Arcángel, déjate de rodeos e infórmame que paso.
Arcángel:— sabiendo que era la madre de la niña, quebrado, — Disculpé, debí pensar, que no debía informarle así tal hecho.
Lamento informar, que la niña está herida.
Carmen:— ¿Dónde, está?, prepara todo, para que podamos viajar ahí.
Arcángel:— apenado, — Si señora, la estarán esperando.
Mientras ella estaba siendo informada, miraba, que el médico de la empresa, estaba atendiendo, a Assia.
Escuchando, que su corazón, le estaba pidiendo que se tranquilice o tendría consecuencias graves
Carmen al escuchar, se encuentra en una disyuntiva.
Necesitaba, estar con su hija.
No podía, ante este inconveniente, dejarla sola.
Jamás se perdonaría que a esta le pasará algo.
Assia al ver a Carmen, dudosa, un poco más recuperada, trata de pararse del sillón dónde la había atendido el médico.
Assia:— Ve, a cuidar de tu hija.
Yo, me ocuparé, de controlar, con el fiscal todo aquí.
Solo mantenme al tanto.
No me perdonaría, nunca que por ayudarme, nuestra niña no esté con su madre.
Carmen:— Assia, no puedo dejar que a ti, también te pase algo.
Sabes que si voy con ella, dejándote así, es capaz de levantarse de la tumba para matarme.
Tengo fe, que Ala, no permitirá que a ella le pase nada.
Ella es fuerte y lo ha demostrado muchas veces, es tan dura como tú.
Assia:— Si está es tu posición, entonces terminemos, lo antes, posible.
El médico pide, que debe descansar.
Assia solo lo mira, dando a entender, que se callara.
Carmen sabe, que aunque se negara, ella terminaría haciendo lo que le plazca.
Saliendo las dos, al salón de reunión.
Carmen, sostenía a esta del brazo.
Dándole su apoyo.
Se moría, por dentro, por saber cómo estaba su princesa.
Assia sintiendo, como Carmen estaba haciendo su mejor esfuerzo, palmea su mano en la de ella.
Tratando de darse fuerzas las dos.
Entran al salón, todos se encontraban, esperándolas.
Habían sido, informados, que ellas se retrasarían.
Al verlas entrar, en señal de respeto, se levantan de sus asientos.
Cada una toma su lugar.
Debían demostrar, que ninguna de las dos, estaba destrozada.
Comienzan con la farsa del proyecto, cada uno dando su opinión, cuando alguien pregunta, porque motivo no se encontraba, la CEO y el Sr. Abdul.
Assia:— No se preocupe, ellos darán, el visto bueno, en cuanto lleguen.
Debieron, ir a hacer un nuevo trató, con los distribuidores de la petrolera.
Contrariada—No debería, saber que hubo una caída, grande del precio.
Nevot Amir: —(príncipe y uno de los asesores de Abdul), — Disculpe, mi inoportuna pregunta.
He tratado, de comunicarme, con el Sr., no teniendo respuesta.
Carmen:— Bueno señores, no estamos aquí, para discutir, quien y por qué, no están determinadas personas.
Debemos tener todo, planeado, para comenzar en una semana con el proyecto.
Todos, se centraron, en el proyecto, dando su parecer.
Ya casi, terminando.
Se escucha abrir, la puerta, era la secretaria de Assia, anunciando, que unas personas, deseaban hablar, con todos.
Estás, sabían que, todos los presentes, comenzarían a pagar.
Cada fechoría y traición cometida, contra la familia y la empresa.
Los hombres comienzan, a entrar uno a uno, tomando una distancia de un metro rodeando la mesa.
Está acción, es mal vista, por muchos.
Algunos, comentaban entre sí, otros solo observaron y Nevot, al ver, que estaban siendo rodeados.
Se levantó, preguntando, ¿quienes eran?, ¿cómo se atreven, a interrumpir?.
Assia, al ver que, todos, estaban inquietos.
Assia: — Quiero informarles, que estos señores, vienen a hablar con cada uno de ustedes.
Se han encontrado, algunas anormalidades, por eso.
Con su mano derecha, señala al fiscal.
Assia:— El señor, se encargará, de hacerles algunas preguntas.
Les pido que, puedan cooperar, teniendo toda mi gratitud.
Nevot: —molesto e inquieto, — Sra. podría informarnos las causas, de este atropello.
Carmen: — Ustedes perdonen, nuestra imprudencia.
La denuncia, fue hecha anónimamente.
Y al igual, que a ustedes estamos asombradas.
Fiscal:— Señores y señoras, me disculpo con los presentes.
Me informaron y vine a acatar las órdenes del juez.
Solo, les aseguro, serán unas cuantas preguntas, a cada uno.
A solas, y podrán seguir con su trabajo.
Novot más tranquilo, junto a los presentes, deciden aceptar, ser interrogados
Lo que ninguno, sospechaba, es que, no iba a ser un interrogatorio.
Entrarían, al despacho del, Ceo.
Se les leería los cargos, leyendo sus derechos y siendo detenidos.
Por una puerta lateral, sin ser vistos, serían conducidos a unas furgonetas, que aguardaban, por ellos.
Assia, se ofrece a ser interrogada, primero.
Así ninguno sospecharía, de la trampa, preparada.
En el hotel Vittori Palace, donde residen, Abdul y su mejor amigo.
En ese mismo momento.
Estaba siendo arrestado, el amigo de Abdul, Maraver Daniel, quien siempre, diseñó cada atrocidad con este.
En su casona, de lujo, estaba siendo arrestado, Lama Asem, quien era leal y cómplice de contrabando.
Y todos sus hombres, fueron, tomados por sorpresa, justo en un galpón, cerca de la petrolera de Musalem.
El comisario, Nevot Dalil, cuando entro a su oficina, fue conducido, por el fiscal, a otro distrito.
Fueron encarcelados, junto a su hijo, siendo, este último, quien ayudaba a Sharon.
Musalem Abdel (CEO competidor de la petrolera), fue detenido, antes de entrar al edificio, de la misma.
Los empleados no daban crédito, a lo que estaba, sucediendo.
Este, gritaba a su secretario, para qué avisará a sus abogados.
Muhy Kaim, mientras, estaba desayunando, con los otros 5 hombres, todos preocupados, por no tener noticias de Abdul, en el restaurante del Hotel, ya nombrado, en una cabina, privada.
Entraron oficiales, quienes, les pidieron que los acompañaran a la comisaría, con la excusa, de reconocer al empresario Abdul.
Todos consternados, obviamente accedieron a tal petición.
Sin saber, que al llegar correrían el mismo destino, que los demás.
Assia y Carmen esperaban, en el despacho de esta última.
A qué le avisarán, que ya era seguro.
Manuel, esperaba en la limusina, por ellas, había preparado junto a Arcangel todo, para que ellas, volarán a la ciudad de Yaada.
Bueno como siempre, gracias por su apoyo incondicional.
Sus comentarios, su me gusta y regalos.
Les deseó éxitos y bendiciones.
Mi saludos de siempre CARPEN DIEM ♥️.
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