Mientras todos, estaban en la comisaría y en el hospital.
Las chicas al escuchar lo que Valeria, contaba a Javier, convencen a esta, de ser ellas quienes debían atraparán a esos dos.
Valeria al principio, no estaba de acuerdo.
Javier le había pedido, que no se metieran.
Hasta que Jazmín, le recordó, que Shomi podía haber pasado por lo mismo que ellas.
Y que aunque, no lo lograron, salió herida.
Debían asegurarse, de que paguen lo que pasó con ella.
No podían dejar que los bastardos, salieran con la suya, podrían lastimar a más chicas, si los dejaban escapar.
Sin contar, que los hombres, de ese tipo, vendrían por su mercancía sin importar a quienes deben enfrentarse.
Su deber, siempre fue velar para que ninguna mujer, pasara por algo así.
Valeria al escuchar, tomo la decisión, no dejarían escapar a esos hombres.
Ella, empezó a pasar los vídeos, de seguridad del barco, necesitaba buscar la cara de los dos hombres para saber sus nombres y quiénes eran.
Ella los encuentra, los pone a buscar en su central de datos, para saber si estaban, en él.
Esto le tomo un tiempo.
El custodio, había estado detenido, cuando fue joven por abuso a una mujer, en México.
Con eso, empezó a buscar, en cada aeropuerto la imagen de él, no solo en aerolíneas comunes e internacionales, sino también en aviones privados.
Cómo habían estado en un yate busco el nombre de este y así daría quien era el propietario.
A los segundos, encontró que habían llegado a Yadda, ayer en la tarde, junto a su jefe.
Con el nombre del yate, encontró el nombre del propietario.
Con esto, busco cada lugar de Yadda, que pertenecía al hombre.
Cuando estaba buscando, se da cuenta que este tenía una bodega en el puerto.
Busca en el plano, las bodegas, todas las entradas y salidas de todas partes.
Las 2 se encargarían de vigilar, si alguien entraba en ella y las otras dos cumplen con el segundo plan.
Salieron del hotel, dirigiéndose al lugar.
Valeria en el trayecto jaquea las cámaras del puerto.
Y puede ver, que los hombres, hacía 10 minutos que habían entrado a la bodega.
Y se los veía, muy malheridos.
Con esa información, sabían que debían buscar ayuda.
Pudo ver que se habían comunicado, con un hombre de la guardia de seguridad, de la entrada de las bodegas.
Estás, tratarían de llegar antes, que pudieran llegar a ayudarlos.
Al llegar Valeria, baja del Jeep, tomando al hombre de sorpresa.
Lo toma del cuello, pregúntale que debía hacer para esos hombres.
Este al ver en cuello, un afilado cuchillo de guerra, decide dar la informacion.
Mientras lo amordazan, Camelia lo apunta con un arma.
Jazmín, había paro en una farmacia, consiguiendo lo necesario para pasar como doctor.
Petunia ya había transformado, a Camelia en un hombre, ahora solo faltaba, Tulipán.
Ellas tomarían el lugar, de los que vinieran a ayudar.
Jazmín y Valeria, esperan en el estacionamiento, muy provocativas, así llamarían la atención de los hombres que ayudarían a estos bastardos.
Al pasar unos segundos, un auto n***o, se estaciona, bajando de este, dos hombres.
Jazmín, parada apoyada en el Jeep, con el capot levantado, finge estar en apuros.
Mientras Valeria dentro del auto, asoma su arma y dispara dos veces, eran dardos, que dejaron a estos dos inconscientes.
Los aseguran dentro de su, propio auto.
Así, los interceptaron y tomaron su lugar.
Las dos, avisan a Camelia y a Tulipán que pueden actuar.
Mientras ellas, se apostaron en lugares estratégicos, para actuar, si veían que ellas estaban en peligro.
Tulipán, con la contraseña que les dio, el de seguridad, ingresa junto a Camelia.
Entran y pueden ver a los hombres, recostados en unos sofás negros.
Al acercarse, sólo hacen una reverencia al jefe.
Este estaba muy herido, se notaba que su herida era grave.
El custodio, aunque estaba, malherido notó que algo estaba mal.
Dejó que atendieran, a su jefe.
Camelia había aprendido a hablar con voz de hombre.
Dirigiéndose a este.
Camelia:— Me puede, dejar ver sus heridas, debo limpiarlas para que el doctor las cure.
Custodió:— a la defensiva— Cuál es su nombre. Y quién los mandó.
Levantándose tomando a esta desprevenida, la toma del cuello.
Camelia intentaba, sacarse al hombre de encima, pero su fuerza era tal que la dejó, inconsciente.
Tulipán ya había aplicado un sedante, al jefe.
Aunque no le dio tiempo a tomar, la otra jeringa para el custodio.
Al darse vuelta, ve como su hermana caía en el sofá, al hombre parado, frente a ella.
Valeria al ver caer a Camelia, dispara en dirección a este, con tan mala suerte, que el dardo pega en un barril.
El ruido hizo que él custodió, tomara a Tulipán, buscando en el maletín encuentra un bisturí.
Lo lleva al cuello de esta y con un gritó.
SALGAN O SE MUERE.
Valeria al ver, a sus hermanas en peligro, se levanta haciendo una seña, para que Jazmín siguiera oculta.
Está levantando las manos, estaba arriba en una pasarela de metal.
Custodio: — TIRA EL ARMA Y BAJA MUY DESPACIO O SE MUERE.
Valeria hace lo que le dice.
Custodio:— ¿Qué le inyectaste?.
Tulipán:— Solo es anestesia.— con voz sensual —¿Por qué nos atacas?.
Custodio:— Ustedes no son a quienes nosotros llamamos.
Tulipán:— Nos mandó Ali, dijo que necesitaban ayuda y luego pasar un buen momento.
Ella estaba arriba, vigilando, que cumpliéramos, con lo pedido, es nuestra custodia.
Custodio:— Y por esa razón, no lo avisaron.
Tulipán:—con voz sensual — Y dónde estaría la magia, si nos presentamos, sensual.
No te gusta divertirte, — pasando su mano por la entrepierna de este.
Custodio:—señalando— Tú ven aquí y toma asiento.
Valeria:— Suéltala y deja que mire si la chica está bien. O mi jefe, me matará. Es una de sus preferidas.
Custodio:— reacio, — No me gustan las sorpresas.
Ve tú, si está bien.
Valeria se levanta del sofá, esto no estaba bien, debía actuar bien o Tulipán terminaría muerta.
Con decisión, se dirige al maletín.
Custodio:— Aléjate de ahí, o la mató.
Valeria:— Solo iba a tomar el frasco de alcohol, para pasarlo por su rostro.
Custodio:— Quédate ahí, solo ve si está viva.
Valeria con pasos firmes, se dirige a esta y trata de sentarla.
Jazmín teme por la vida de las tres.
Trataba de conseguir, un tiro limpio.
Tulipán tenía muy cerca a su garganta el bisturí.
Y no quería arriesgar la vida de esta.
Valeria, trataba de despertar a Camelia, con pequeños golpes en sus mejillas.
Necesitaba que se recupere.
Tulipán, seguía con mucho asco frotando la entrepierna, aprovecharía cualquier descuido.
Y trataría que bajara la guardia.
Con voz sensual, susurra — déjame curarte y luego jugamos un rato.
El custodio, no confiaba y estaba seguro de que ellas eran una trampa.
Se estaba sintiendo débil.
Empieza a caminar haciendo que Tulipán lo siguiera, hasta donde estaba el escritorio, allí guardaban un arma.
Con esta tendría más control de la situación.
Bueno esperó que tengan éxito y bendiciones.
Mi saludo de siempre CARPEN DIEM ♥️.
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