Todos se retiraron, cada uno a su lugar de trabajo.
Shomara llegó a su oficina, entró y ve que Valeria estaba ocupada, revisando con mucha atención cada cámara del gran edificio.
Esto no la sorprendió, sabía muy bien que ella, aprovecharía, cada segundo, dónde cada hombre de la reunión estuviera en el salón de reuniones, para hacer su magia.
Shomara, ya había logrado aplazar ese proyecto.
Ahora debía centrarse en alguien, que debía pagar por su osadía.
Muy dulcemente se acerca a Valeria y en voz angelical le pregunto si ya había preparado todo, como le había pedido, para su venganza.
Está, con cara de picardía, le sonríe y sin emitir palabras, le indica, que todo está como lo desea.
En el preciso momento, que estaban tomando sus cosas, para retirarse, Valeria logra escuchar, al
Sr. Abdul hace una llamada, pidiendo que se reúnan en su hotel.
Esto las alerta, prefieren salir del edificio y llamar desde afuera a sus hermanas, por si las estaban vigilando.
Se dirigen al ascensor, para retirarse y poder organizar un encuentro con todas.
Sabían que, ellos traerán problemas, no querían que ningún m*****o de la familia saliera lastimado.
Todas, se reunirían en el hangar, punto estratégico.
LAS ROSAS NEGRAS.

Ellas sabían, que tenían primero que ayudar a Shomara, a qué ese Adonis, quien la había dejado mal parada a su hermosa hermanita, esa noche, alguien pedirá perdón por tal osadía.
Antes debían, saber que tramaba, Abdul.
Ya todas estaban en alerta.
Cada una se encargaría de que, ninguno de los que se tenían que reunir con él, llegara al hotel.
Así podrían, poner el plan ya trazado para el sinvergüenza.
Carmen, sería la encargada de que Asim llegara a ese lugar. Sabía que su niña, no se quedaría tranquila y que no le perdonaría el haberlo cubierto.
Que remedio tendría sí, quería que su niña la perdonará.
Avisa a Manolo, para preparar todo lo planeado.
Él debía caer en la trampa.
Pobre de el pensaba, Carmen, ese muchacho, en los años que la conoce no aprendió, que su niña es el mismo infierno, gracias a su padre, abuelos y bisabuelos.
Sabía que este plan era muy loco y más que temía por la salud de Assia, si se llegará enterar, del plan.
Solo rogaba, que sus, mayores no se dieran cuenta del alboroto que armó, su princesa, para darle una lección, al muchacho.
No había vuelta atrás, ella quería avisar a Assia, que todo era solo un ardil.
Pero había sido amenazada, por ella y no quedaba más que rezar para que todo, saliera bien.
Llegada, la noche todos estaban, en sus recámaras preparándose, para la cena.
Sharon sabía que debía, cumplir con su castigo, era la única que se encontraba en la cocina, preparó su cena, si deseaba cenar.
Assia había sido muy clara, durante la tarde, a esta ni siquiera se la llamó, para tomar la merienda, debió bajar y prepararse algo.
Esto, no le hacía ninguna gracia, desde la llegada de esa revoltosa, su mundo se puso de cabeza, no podía creer que algo así, le estuviera pasando.
Miraba sus manos, estaba arruinada,— ¿como ella?quien siempre fue tratada como princesa, ahora se veía como una igualada.
Su cólera iba en aumento, contra quien ella pensaba que no era más que una intrusa, que venía a quitarle sus derechos.
La nana fue a avisar a todos, que el aperitivo estaba esperando, a ser servido, antes de la cena.
Todos bajaron, al gran salón dónde se les sirve un tentempié, para esperar la cena.
Todos conversaban muy amenamente, de lo sucedido en la empresa, esto fue escuchado por Sharon, que de la bronca, hizo como que se le cayó, la bebida. Olvidándose que nadie limpia lo que derramó, que se vio perjudicada al darse cuenta de su torpeza, lloró tratando que Assia se compareciera, al ver que nadie se inmutó, fue hasta la cocina y pidió si podían ir a limpiar.
Nadie, osaba contradecir a la Señora, ninguno quería ser despedido por acatar las órdenes de esta muchacha.
Sharon visiblemente irritada, toma todos los utensilios, para tal menester.
Mientras, la nana anuncia que ya pueden pasar al comedor.
Cada uno toma, su lugar y comienzan a servirles. Assia ordena que todos, comiencen a cenar.
Esto llamó la atención de todos, porque Sharon, aún no estaba en la mesa.
Ángel toma la mano de esta, esperando que reflexione, ella solo lo mira y está vez hace señas de que comiencen a comer.
Toma su cuchara y es la primera en llevar, el bocado a la boca, no podía dejar que esa muchacha no aprendiera todo lo que seguiría perdiendo, si seguía con su comportamiento.
Una vez que Sharon terminó, limpiando su propio enchastre, toma toda su cena y se dirige a tomar su lugar.
Assia: — Niña a dónde piensas, poner todo eso.
Sharon: — Madre es mi cena.
Assia: — Se te olvidó, que hasta nuevo aviso, no podrás, compartir con la familia, nada. Ese privilegio lo perdiste.
Sharon: — Madre, dónde pretende que cené.
Assia: — Hasta que no aprendas que el lugar se gana con humildad, deberás comer, una vez que no solo nosotros cenemos, sino que hasta que el último empleado, no haya cenado, no podrás tomar tus alimentos.
Sharon: — Madre, por favor no me hagas, pasar por tal humillación.
Assia: — Entonces crees que es humillante, que te trate así. Pues ve entendiendo que así, es como se siente cada empleado que tú desprecias y humillas.
Sharon, como alma que lleva el diablo, se retira con la bandeja de su cena. Ya no quiere seguir siendo humillada. Tomando todo lo tira a la basura, retirándose a su habitación.
Ángel la ve con tristeza, sabía que Assia podía ser muy dura, pero no pensó que con su niña también lo fuera.
Nadie de los presentes, hizo siquiera una mueca, sabían muy bien, que aunque parecía muy rudo tal medida, era la única forma que ella aprendiera que, la humanidad y el pedir las cosas con benevolencia era lo más correcto.
Todo esto, solo alimento él odió que ella tenía por Shomi, ya buscaría la forma de vengarse de tal desplante.
Ya todos terminan de cenar, se reúnen, en el salón.
A disfrutar unos momentos más, para organizar, como seguirían, mañana en la empresa.
En ese momento, a Shomara le empieza a sonar el teléfono, esa era la señal, que estaba esperando, para iniciar su plan.
Carmen se la ve incómoda, sabe que debe, tratar de convencer a Assia que se retire a descansar con Don Ángel.
Shomara pide permiso para retirarse, aludiendo que se encontrará con unas amigas para tomar algo.
Assia y Ángel, solo le piden que sea prudente y se cuide.
Saben que ella está en peligro, por Abdul, no quieren que nada le pase.
Shomara se acerca a los dos, los abraza y dándoles el beso de las buenas noches, promete regresar pronto y cuidarse.
Va a su habitación, toma su bolso, lo tira por el balcón.
Se maquilla, arregla su hermosa cabellera, bajando las escaleras con un pequeño estuche de mano.
Nota que sus bisabuelos ya, no sé ncontraban en el gran salón, se queda tranquila, porque sabe que en un rato su plan, se pondrá en marcha.
Sale de la gran mansión, corre hasta donde se encuentra su bolso, se dirige a la cochera, tomando su moto MTT Turbine Superbike Y2K con motor 332 CV de potencia que alcanza los 365 km. Este es su bebé.
Ya estaba, todo listo.
Al subir está, se pone su casco y antes de bajar su visera, activa el botón, para avisar que ya está en camino.
Gracias por el apoyo incondicional.
Les deseo como siempre éxitos y bendiciones.
Espero que la historia siga atrapando.
Les deseo un excelente comienzo de semana.
Les dejo mis saludos de siempre: CARPEN DIEM
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