Los hombre habian recibido, la información que ellas habían llegado.
Sabían que, deberían aguantar, cualquier castigo, que les fuera dado.
Todos bajan, a recibirlas.
Ángel se dirige, a tomar la mano de Assia, ayudándola a bajar.
Su nieto hace lo mismo, con Carmen.
Ven, que estás, ni lo saludan.
Piden a Manolo y a Manuel ser llevadas a la embarcación.
Asim y sus amigos, al ver la reacción de ellas, no se atreven, ni a saludar, solo hacen una reverencia, en señal de respeto.
Acompañadas por ellos suben la emplanada.
Assia junto a Carmen, al abordar pidieron, ser conducidas, a hablar con el médico que atendió a Shomara, en primer momento.
Este, se encontraba en la cocina del barco, junto en compañía de la mujer, que servía al comprador, ha decido quedarse, a colaborar y el cirujano plástico, que estaba esperando, para cumplir, con su deber.
La policía, había decidido, que la mujer, se quedará, al no tener ningún motivo para detenerla
El regalo que habían dejado para ellas, ya estaba esposado.
Al ver que, nadie le decía, nada intuía que nada bueno le esperaba. Solo escuchaba pasos, iban y venían, voces inteligibles.
De vez en cuando, entraba la criada que había conocido cuando llegó.
Le trae algo de vez en cuando, para beber y se retiraba sin contestar, a ninguna de sus preguntas.
Eso lo estaba, volviendo loco.
Manolo, bajando primero, extiende su brazo, para poder ayudar a las mujeres a entrar.
Manuel se queda arriba, para detener a los hombres.
Debía, hacer que ellos fueran a la puerta del hospital.
Los policías, les entregarían el regalo, mayor.
Y una vez entregado, debían preparar todo para la llegada.
Ellos, al enterarse de que sus mujeres, no les informaran de nada, sabían que estaban en un buen aprieto.
Aunque quisieran quedarse, para ver a Shomi, estás ya se habían encargado, que su tortura fuera más dolorosa.
Y si no cumplían, con lo encargado, sería peor para ellos.
No les quedaba otra que cumplir con lo que Manuel, les pedía.
Assia y Carmen son convidadas con té, mientras el médico, les pasaba él, parte de como encontró a la niña.
Carmen, deseaba ver a su hija.
Este, le dice que el cirujano todavía se encontraba, operando a su hija, deberían esperar a que este terminé, para que el cirujano plástico, cerrará la herida.
Ya, era riesgoso, operarla en ese lugar.
Y les pedían, que entendieran, la necesidad de ser precavidos.
Les aseguraron, que en cuánto estuvieran en condiciones, serían las primeras en verla, antes de trasladarla al hospital.
Ambas, deciden, aprovechar, el tiempo.
Alguien, muy especial, estaba esperando por Assia.
Carmen, pregunta si desea que la acompañe, le daba miedo que ella se pudiera, alterarse poniéndose, en peligro, teniendo una recaída.
Algo le decía, que no debía dejarla sola.
Assia, entendía la preocupación de esta, obvio que dejaría que la acompañe, no dejaría que ella no tuviera la oportunidad de vengarse por, su hija.
Había decidido, que ella, tenía derecho a tomar primero, el lugar de hacer, que él pagará por dañar a su princesa.
Durante años, se había jurado, que el pagaría.
Assia, debería esperar unas horas más, para poder vengar todo el daño, que han causado a su familia.
Pero, se aseguraría, que Carmen, sacará todo su dolor, primero que ella.
Justo, cuando, se dirigían por el pasillo de los camarotes.
Ven salir, a una de las enfermeras, Assia la reconoce y le pregunta como estaba su bisnieta.
Esta le asegura, que todo salió bien, que iba en busca del cirujano para, que él terminará el trabajo.
Carmen, corre en busca de este.
Le avisa, que lo estaban esperando.
El cirujano al escucharla, se levanta del asiento, sabe que era su turno de terminar.
Se higieniza, debía ir a suturar a la niña, para que la cicatriz fuera imperceptible.
Las dos deciden, que mejor era esperar.
Sabiendo, que este ya no tendría escapatoria.
Mientras, en el hospital, Margarita ayudaba a Falak a hacer, los trámites del alta.
Mientras está, se arreglaba, le avisa que iría a comunicar a la guardia de Shomi, que la esperara, dejando, a la enfermera que contrató para atender, supuestamente a esa mujer.
Todo, debía seguir, siendo normal, para no alertar a la mujer.
Margarita se retira, por si ella vigilaba, se pone en la puerta a hablar con la enfermera, puede ver que la mujer entra al toillete.
Justo la mujer, sale de éste.
Margarita toca, la puerta, espero la orden de paso.
Desde dentro, la mujer, muy contenta, le pide que pase.
Está al verla tan bien, la halaga.
Salen de la habitación, dirigiéndose a la recepción.
Dónde paga por la atención de ella, dándole a entender, que era genuino su interés.
Falak, promete, que al llegar a su residencia, sería remunerada, por su gentileza y cuidados.
Margarita muy sumisa, solo le dice que no, hacía falta.
Que haberla dejado disfrutar de su compañía, era su paga.
Una vez terminado, con todos, los trámites, al salir del hospital.
Pueden ver con claridad que, no solo estaban, dos patrullas, en la puerta de este.
Falak es sorprendida con la presencia de Ángel.
Que estaba, acompañado de su nieto y tres hombres que no conocía.
Margarita, al ver la reacción de la mujer, disimulando, pregunta si se encontraba bien.
Falak la mirá, no quiere creer que fue engañada, por la muchacha.
Falak, cae en cuenta que había sido engañada.
Solo esperaba, que su hijo, estuviera a salvo.
Le extrañaba, que este no se hubiera, presentado en el hospital.
Por ser entretenida por la muchacha, no se había dado cuenta de tal detalle.
Sus años, estaban jugando una, mala pasada.
Uno de los policías acompañado, de un señor de traje que llevaba una carpeta, se acerca a las dos.
Margarita:—sigue el juego, — señora me puede explicar que sucede.
Falak:— la mira — Deja de fingir, tú sabías esto.
Margarita:— haciéndose la tonta, — Abuela no entiendo de que habla. Me puede explicar.
Policía:— con mucha seriedad, (leyendo sus derechos), — Sra. Falak, queda detenida.
Margarita:— aún siguiendo el juego, — Disculpe señor, que mal ha podido hacer está dama.
Policía:— Señorita, usted no se entrometa, dejemos hacer nuestro trabajo.
Margarita:— con voz ofendida, —¿Cómo se atreve?, a tratar a una dulce abuela, así y más perteneciendo a una de las distinguidas familias del país.
Policía:— Déjenos cumplir, con nuestro trabajo, señorita.
Falak al ver que la muchacha, estaba defendiendo, entiende que había, juzgado mal a la muchacha.
Falak:— Margarita, deja que el policía, haga su trabajo.
Margarita:—con voz afligida, — Pero no dejaré, que la lleven, sola. Sr. puedo ir con ella.
Policía:— Puede seguirnos. Esperar a que se aclare la situación.
Damián estaba, escuchando todo, no podía dar crédito, de la actualización de ella.
Hasta él se creería, que a la mujer le interesaba.
Al ver que el policía, quería ponerle esposas.
Margarita:—muy enojada, — No sea atrevido, no ve que es una mujer mayor, tenga piedad, que peligro sería la dama.
El policía al pedido, de esta manera, corre su mirada al fiscal, como esperando, su respuesta.
Fiscal:— Proceda a llevar a la dama, sin las esposas.
Ángel, su nieto, Asim y los muchachos, solo quedan mirando asombrados.
Damián, queda embobado viendo y escuchando la acción.
Ve a Margarita que acompaña, tomando del brazo a la mujer, hasta el patrullero.
La abraza, despidiéndose, diciéndole que no la dejara sola.
Ella le agradece, su gentileza.
Margarita se dirige al auto, sin mirar a nadie.
Cuando, la patrulla arranca, ella los sigue.
Todos suben, a sus autos y se dirigen a la comisaría.
Bueno los veo, en el siguiente capítulo.
Gracias por su apoyo incondicional, sus comentarios, me gusta y regalos.
Espero tengan un excelente día lleno de éxitos y bendiciones.
Mi saludo de siempre CARPEN DIEM ♥️.
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