Shomara, sabía que Asim, después de lo que dijo, no dejaría las cosas así.
Noto que alguien había cambiado su atuendo, esto no era algo que ella se pondría, sabiendo que era usado, muchas veces, por niñas y mujeres utilizando por mafias de trata de Blancas.
Este, con la sangre, caliente, se oculta para no ser visto.
Ya ajustaría cuentas con esa chiquilla, como podría estar pensando y tener, sueños con un hombre y más vestida así.
Quería saber quién era él.
Si tenía buena intención y sobre todo, se dio cuenta de que ella lo olvidó.
Shomara, con todas sus fuerzas, empieza a respirar, como el, le enseño o todos se darían cuenta de que ya no esta, bajos los efectos de la droga.
Necesitaba esperar el momento oportuno, para actuar, sabiendo que estaba aquí, saldría a pedir de boca.
El hombre que estaba revisando la, comprueba que sus signos vitales están casi normales, significaba que debía estar por despertar o estaba despierta.
Shomara, trata de, abrazarlo haciéndose lo dormida, había visto que este portaba un arma.
Trataría de hacerse con ella.
Asim, lograba ver que Abdul, sube a la embarcación.
Junto a dos hombres que él, apenas los vio sabía, que eran hombres de confianza de éste y podían reconocerlo.
El hombre, que había comprado a esta, recibe a Abdul, invitándolos a tomar asiento.
Al ver a la muchacha, queda sorprendido por su belleza, se había arrepentido de venderla y haber prometido no tocarla.
Al tomar asiento, junto al hombre, dónde este le extendía una copa de champán, lo invita a brindar por éxito.
Abdul, no podía sacar los ojos de ella, brinda con este, no podía demostrar el interés que estaba teniendo, más allá de su venganza.
Un mozo se acerca, a la mesa con unos platillos, que los comensales, degustarán.
Al ver a la niña, lamentablemente ver lo que le espera, con su jefe, no era un placer.
Tenía, una mentalidad, sádica.
Había presenciado, durante años, la crueldad, del hombre.
Lo que más le llamo la atención, era que, no hubiera agarrado a la muchacha.
Sabía, que el hombre, sentado al lado debía, ser muy importante, para mostrar su nueva adquisición.
Todos sabían que, cuando él, adquiría a una nueva mujer, estaba vedado ver nada de ella.
Mientras, estos hablaban, de negocios.
Ella logró, hacerse del arma, sin que se dieran, cuenta.
Ahora tenía que, ver en qué momento podría actuar, había contado que a parte de los dos pervertidos, se encontraban 6 hombres más a la vista.
Se encontraba, en desventaja.
Asim, por medio de un dispositivo, se comunica, con Arquímedes.
Informando la cantidad de hombres, que se encontraban en la nave.
Arquímedes se comunica con Arcángel, para así poder ponerse de acuerdo para el ataque.
No podrían permitirse tener un error o pondrían en riesgo a la niña.
Shomara, estaba atenta a cada movimiento de los presentes, debía aprovechar el momento justo para ponerse a salvo.
Comienza a moverse para dar a entender que la droga estaba dejando de actuar o todos empezarían a sospechar.
Al ver esto, todos los presentes comienzan a verla.
Debía asegurarse que cada movimiento fuera lo más torpe posible para actuar como si realmente estuviera saliendo, de la droga.
Abdul al ver que esta estaba recuperándose se acerca a ella para contactar que se encontraba en buen estado.
El hombre que había comprado a esta chica, se para automáticamente de su asiento para alejar a este de ella, sacándose el saco la cubre con este.
Abdul se sorprendió, por la actitud.
Lo mira, dándole a entender que él jamás tocaría la mercadería.
Abdul: —molesto por la actitud, — cómo te atreves a, faltarme al respeto.
Jamás rompería, la promesa que te he hecho solo sabes que ella debe pagar por haberme ofendido.
Comprador:— arrepentido — Te pido disculpas por mi atrevimiento. Haciendo una reverencia, en muestra de respeto.
Abdul:— Tú prometiste que podía vengarme si yo no abusaba de ella.
Obvio que algo de su belleza perderá.
Comprador:— Solo asegúrate de que no quede como un monstruo.
Sería una pena no poder disfrutar de tanta belleza.
Abdul:— ya sin paciencia—¿Dónde puedo empezar con mi venganza?
Shomara al escuchar todo esto, sabe que este puede llegar a desfigurar alguna parte de ella.
Debía actuar lo antes posible si no quería ser dañada.
Asim en ese momento, estaba tratando de deshacerse del supuesto compañero.
Necesitaba volver a donde estaba Shomara, sabiendo que Abdul había subido, al barco para vengarse de ella.
Todo lo que había averiguado de él lo hacía temer por la vida de ella.
El comprador pide a uno de sus hombres, que levantará a esta y la llevará, al camarote ordenado que la doncella la pusiera más recatada, (no quería que se tentara).
Shomara vio la oportunidad, de poder salir del lugar.
Asim, deja al hombre, en la proa sentado en un banco recostado en la pared.
Debía ponerse en acción y ser rápido.
O notaran que los hombres no aparecían.
Minutos antes
Damián y Javier aprovechan que Abdul baja del yate con sus hombres, solo quedando cuatro logran subir sin ser vistos.
Lo que no sabían, era que los que habían quedado eran aliados a ellos.
Damián, ve la oportunidad de deshacerse, de uno de los hombres y en el momento que lo va a atacar, pronuncia el nombre de Arquímedes.
Damián queda sorprendido, dejando al hombre para que se explique, aunque Javier lo apuntaba.
Este les dice que solo están, todos bajo el mando del Arcángel.
Estos se ven sorprendidos, no podían creer en la suerte que tenía.
Debería ponerse de acuerdo.
Javier avisa a Asim que el yate, estaba limpio.
Este debía solo asegurar que ella no fuera dañada.
Shomara mostrando que estaba bien, fue sumisa, al ver que el hombre quería volver a tomarla en sus brazos.
Pide humilde, caminar por sus propios medios, aun débil, haría lo que ellos querían.
No estaba en sus planes que pasaran sus manos en ella.
Se sentía humillada y sucia por estar vestida así.
Cuando se despertó, no había notado, que había sido cambiada.
Lamentaba, que ese hombre la hubiera levantado en brazos cuando la llevó a la popa.
Por fingir que aún estaba drogada, no diviso su vestimenta, que al darse cuenta disimulo su adversidad.
Al entrar, al camarote se hallaba una mujer de unos 50 años, teniendo en sus manos, su ropa.
Está al verla, con un gran esfuerzo, toma de ella su atuendo y débilmente trata de vestirse, la mujer trata de ayudarla.
Ella retrocede no podía dejar que está mujer, viera que llevaba el arma o podría tener problemas.
Mujer:— con voz quebrada, sabiendo su destino,
—Niña, no te avergüences, solo quiero ayudarte.
Trata de comportarte, o serás castigada.
Shomara:—sintiendo sed, — No se preocupe mi intención, es cubrirme.
Podría ser tan amable de proveer de un vaso de agua.
La mujer, con ternura, se dirige a la cómoda dónde hay una fuente con una jarra de agua y copas.
Sirve una de esta, extiende su mano y se lo entrega.
Advirtiendo que tomara de a sorbos o le haría mal.
Shomara, toma la advertencia y así lo hace.
Sabía que la droga todavía estaba en su sistema.
Si bebía rápido le provocaría arcadas y lanzar todo lo que tomará.
En tantos rescates que hizo a su corta edad, estaba bien informada de como debía proceder.
Asim al volver, no encuentra a Shomi y Abdul, se retira unos pasos atrás.
Sabía que no estaba en el yate, debían estar en la embarcación.
En la popa, quedaban 4 hombres, un hombre de Addul y el comprador.
Dos en la cabina, quienes eran los encargados de manejar la nave, dos hombres en estribor y él ya se había ocupado de los dos que se encontraban a babor.
Debía asegurarse, que ninguno quedará vivo.
Cómo se dice, la mala hierba se debe cortar de raíz o volverá a crecer.
Bueno como siempre les agradezco su apoyo incondicional, sus me gusta, comentarios y regalos.
Espero tengan un excelente día lleno de éxitos y bendiciones.
Saludos de siempre: CARPEN DIEM ♥️
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