Pasado una semana.
Carmen se había enterado, de lo ocurrido.
Se turnaba, con Ascia, para cuidar de Tulipán.
Las chicas visitaban, a Shomi, contándole todo lo que Margarita aguantaba de esa mujer.
Que hacía 3 días que ellas junto a Tulipán, quien supuestamente era la guardia de Shomi para la mujer.
Habían viajado a Raid, el día que trasladaron a Falak.
Shomara estaba recuperada.
Solo deseaba, salir de ahí, pero el médico, decía que necesitaba todavía cuidados.
Assia se había, encargado, de que esté, la mantuviera el tiempo necesario.
El cirujano había hecho un buen trabajo, aunque a ella, le llevaría unos meses, para volver a ponerse de pie.
Tulipán, había salido bien de la operación, le dolió saber que por un tiempo no podía caminar, sabía que todos, estuvieron al pendiente de ella.
No dejaría que ninguno, se sintiera mal por ella.
Se había prometido, que su hermanita, no la vería mal, porque se sentiría culpable de que ella estuviera en esa situación.
Javier pudo al fin, compartir con Valeria esos días.
Estaban preocupados, por sus amigas, aún daban gracias a Dios, (porque ellos eran cristianos), de poder estar juntos a pesar de todo.
Damián y Asim, se habían encargado, del custodio y del comprador de Shomara.
Cuando la policía, los trasladó al hospital, se infiltraron en él, poniendo en la cánula del suero, aire en él.
Esto no los mataría, solo suministraron una cantidad, que les provocaría, una embolia leve.
Dejándolos inválidos, de por vida.
Era lo mínimo, que ambos merecían, por todo el daño que ocasionaron a tantas niñas y mujeres.
Shomara, preguntaba todo el tiempo a su madre, por él.
Ella sentía su presencia y su aroma, pero no lo había visto.
Carmen le explico que los muchachos, estaban cuidando a los detenidos; aún sabiendo que el, todas las noches la visitaba.
Shomi estaba segura, de que él no la quería.
O se hubiera, tomado un segundo para verla.
Lo que ella no sabía, es que él velaba sus sueños todos los días.
Cada noche, ayudado por la enfermera, quien le avisaba, que ya estaba dormida.
Él pasaba la noche observando, lo encantadora que se veía dormida y lamentaba, que ella amara a otro.
Trataba de que, en su memoria, quedará grabado, esos momentos vividos juntos y aunque sea de lejos la cuidaría toda la vida, solo deseaba que fuera feliz.
Carmen, no entendía, porque razón no quería que ella supiera, que era el quién siempre la cuido.
Assia necesitaba, volver a Raid, el fiscal ya no podía retrasar más la audiencia de todos.
Hablo con su esposo y decidieron que al Tulipán, estaba a salvo.
Hablarían, con la niña y explicarían todo lo sucedido.
Antes, de eso, se aseguraron por el médico, si las muchachas podrían viajar a Raid.
Este le confirmo que, no habría ningún inconveniente.
En la mañana.
Assia, Carmen, sus esposos, junto a las chicas entraron a la habitación de Shomi.
Manolo entró con unos mozos, que traían el desayuno para todos.
Shomara:— intrigada— ¿Que es todo esto?
Assia:— preocupada,—mostrando tranquilidad,
— vinimos a desayunar contigo y a festejar, que volveremos a casa.
Shomi:—feliz, levantándose de la cama— En verdad ya me puedo ir.
Carmen:— Hija despacio, tu herida aún necesita tener cuidado. Ven siéntate a desayunar y luego te ayudo a arreglarte.
Todos toman asiento, desayunarán, primero.
Al terminar Assia, decidida, tomo fuerzas para hablar.
Assia— Shomi mi princesa, antes de que te vistas necesito contarte algo.
Entiende que fue por tu bien y tú estabas en este estado.
Shomi:—preocupada, ¿Qué sucede?, no me asustes.
Carmen:— Amor cálmate, deja que hable.
Assia:— Primero que nada, vamos a ver a alguien y después, te contaré todo.
Shomi:— A dónde vamos.
Assia:— Vamos a ver a alguien que se muere por verte.
Mientras se dirigen a la habitación, de Tulipán, Assia toma el brazo de la niña y al llegar a la puerta.
Se para de frente a esta, la mira a los ojos y le dice que confiara en ella, que todo estará bien.
Al abrir la puerta, ve que su hermana, tenía enyesado todo el torso.
Shomara corre, hacia Tulipán se para al lado de la cama, mirándola a la cara.
Shomi:—enojada—¿Qué te paso?, ¿Por qué nadie me dijo nada?.
Assia:— Hija, solo saluda, a tú hermana, siéntate y déjame contarte todo.
Le cuenta todos los hechos, Shomara no puede evitar llorar, no podía creer que su hermana, casi pierde la vida por ella.
Está con cuidado la abraza aunque era difícil, le da un beso en la frente y le pide perdón.
Tulipán:— con su mano, agarra la mano de esta,— Shomi no te culpes, sabes bien, que todas, siempre lo haríamos por ti y por cada mujer o niño que estuviera en peligro.
Shomi:— Lo sé, pero me duele, saber que no estuve para ti.
Tulipán:— ¿Cómo qué no estuviste?, siempre estás conmigo y le muestra el colgante, que todas llevan de una Rosa Negra.
Shomi:— un poco triste,—Bueno ahora que se la verdad, en cuanto lleguemos, nos pondremos juntas a lograr, que vuelvas a caminar.
Tulipán:— Hermanita, sé que ese es tú deseó.
Y que si voy a volver a caminar. Lela contrato a los mejores fisioterapeutas para ayudarme en eso.
Primero prométeme que, ayudar al Tata y a Lela, acabar con esos mal nacidos.
Shomi:— entrelazando sus manos con ella— Te lo prometo. Ellos pagarán en vida todo lo que causaron a mi familia y a ti eso te lo juro.
Una vez aclarados los hechos se organiza todo, para marchar a Raid.
Una ambulancia trasladará a Tulipán hacia el aeropuerto, sería trasladada por avión sanitario, para su comodidad, con ella viajaría Shomara y los médicos y enfermeras que las cuidarían en el trayecto.
Los demás irán en el jet privado de la familia.
Asim y los chicos viajaran, en sus camionetas, dónde llevaban a los tres hombres.
Cómo escolta de ellos iban las chicas y los hombres de Arcángel con su hermano.
Les llevaría más tiempo, pero habían planeado, que llegarían muy felices, los tres.
Manolo, junto a Manuel los estaban esperando, en la mitad del camino, en esa ruta no había cámaras y tenían un gran regalo para esos tres.
Jamás olvidarán ese viaje de tanta diversión que gozaran.
En el hangar.
Al llegar el jet, todos bajaron y se dirigen adentro del hangar, esperarían el avión dónde llegarían las niñas.
Assia junto a Carmen estaban ansiosas, no podían esperar más.
Necesitaba terminar con todo esto, su familia debía poder ser feliz.
Una vez que llegó, el avión sanitario, trasladan a Tulipán a la ambulancia, para poder llevarla a la mansión.
Assia, había preparado, una casa de invitados, adoptada, con todo lo que se necesitaría para su recuperación.
Sabían que Shomi, no dejaría que la llevarán a otro lugar.
Todas, suben a los autos, dirigiéndose a la mansión.
Ya Mónica, estaba esperando su llegada, preparó un almuerzo, aunque tardío.
Así luego, podrían descansar.
Assia, había informado que llegarían.
Necesitaba que, todas descansarán.
Ella y Ángel debían, prepararse, el fiscal los esperaría en su oficina a las 16 hrs.
Y no, querían seguir dilatando todo este asunto.
Al terminar, de almorzar, Shomi pidió que la dejarán ir a descansar, con su hermana.
Deseaba pasar un tiempo con ella.
Y poder averiguar, como fue todo.
Debía asegurarse que, todas entendieran que no, debían actuar, nunca más sin el apoyo de su Tata y su abuelo el general.
Pide, a todas, que la sigan a la casa del fondo, dónde fue instalada Tulipán.
Una vez, todas en ella, reunidas en la habitación de esta.
Shomi:— Quiero agradecer, todo el compromiso, que pusieron para ayudar a mi familia.
Aunque no entiendo, porque no pidieron apoyo al general y a él Tata.
Deben entender, que si les pasara algo yo me moriría de dolor.
Camila:— Hermosa, tú estabas peleando, por tu vida. No podías esperar que ellos, hicieran algo, estaban preocupados por ti.
Jazmín:— No podíamos, dejar que esos desgraciados, tuvieran tiempo para escapar.
Sabes, como nosotras, que si escapaban y se recuperaban, tendríamos que estar cuidando tus espaldas. Para ellos tú eres de su propiedad
Camelia:— Y tampoco, permitiremos que siguieran, haciendo daño a más personas.
Tulipán:— Shomi, deja de preocuparte, me recuperaré, pronto y seguiremos más tranquilas, sin esa escoria suelta.
Shomi:— acercando se a esta tomando su mano, — Tulipán, entiendo por qué lo hicieron, pero su seguridad siempre es lo más importante. Te quiero.
Todas se juntan abrazadas, vuelven a pronunciar su juramento: — LAS HERMANAS SIEMPRE JUNTAS HASTA LA MUERTE.
Gracias por apoyarme.
Les deseó éxitos y bendiciones.
Mi saludo de siempre CARPEN DIEM ♥️
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