Andrew estaba en su oficina esperando un cliente, trabajaba muy duro para demostrar a su padre que no era ningún bueno para nada como él pensaba.
— Señor, su visita de las 11 acaba de llegar.
Andrew recibió al señor Hanson, un hombre importante que hacía años era buscado por el padre de Andrew para hacer negocios, lamentablemente los hombres no habían llegado a ningún acuerdo, algo distinto con Andrew, que lograba convencer a cualquiera de negociar, tenía el don de la palabra, era un tipo duro, pero al mismo tiempo justo, le inspiraba confianza a cualquiera con el hecho de escucharle hablar con esa claridad.
— Mi querido Andrew, gracias por recibirme, aproveche antes de irme de viaje para verificar la situación de nuestra última charla.
Andrew no le había comentado aun nada a su padre, quería que fuese una sorpresa, su padre seguramente estaría bastante complacido con el negocio multimillonario que Andrew estaba por firmar.
— Mi estimado Samuel, aquí tengo precisamente el contrato listo, a partir de este día comenzaremos con las ventas en cada una de tus localidades, será un magnífico crecimiento personalmente, pues como lo sabes estoy intentando hacerme de un nombre propio.
Samuel había conocido a Andrew, él era un buen muchacho, a diferencia de su padre, pues Roberto jamás le había inspirado confianza alguna, era un tipo frio, no comprendía la naturalidad que manejaba Samuel en sus empresas y locales que tenía por todo el país, y mundial mente, ya que comenzaban a exportar productos.
— ¿Hiciste los cambios que te pedí?
Andrew asintió, él seria el encargado de llevar de la mano cada movimiento que se hiciera sobre las negociaciones, dejando a su padre fuera de las decisiones, pues Samuel solo le entregaba la confianza al muchacho que llego con palabras precisas que lo hicieron cambiar el punto de vista sobre los Bianco, ya que Roberto le había dejado una muy mala impresión.
— Perfecto, no lo revisaré, confió en ti plenamente Andrew, solo he venido a firmar, debo irme porque mi debemos despegar en unas horas, ya mi hijo espera por mí en la pista verificando todo.
Andrew asintió y al ver que Samuel firmaba los documentos se sintió realmente feliz, su padre seguramente estaría bastante complacido con la noticia.
— Muchas gracias por la oportunidad, te aseguro que no te fallaremos, estaré pendiente de cualquier cosa que suceda, yo mismo haré el primer pedido, la cantidad que acordamos para enviártela de inmediato, y verás que nuestros productos mantendrán satisfechos a tu clientela, estoy seguro, pues manejamos las peticiones que nos hiciste sobre los cambios y todo salió a la perfección.
Samuel lo sabía, confiaba en ese muchacho, no era como su padre que solo se preocupaba por las cifras, sino que se preocupaba realmente por todo tipo de clientes.
Samuel le estrechaba la mano y se despedía con un abrazo incluso, Andrew se sentía tan agradecido, su padre siempre hablaba de esa unión, la gran cantidad de dinero que harían juntos si Samuel lo aceptaba, pero por alguna razón jamás se logró hacer ese negocio, ahora lo tenía en sus manos, y hablaría con su padre.
Subió al piso mas alto del edificio, era todo de su padre, estaba en su despacho, la mujer a la que Andrew tanto odiaba estaba en su lugar, ni siquiera se anunciaba, él abrió la puerta y vio a Roberto al teléfono.
— Lo siento, debo dejarte, alguien ha irrumpido en mi despacho, te veré mañana en la cena, amigo, gracias.
Roberto de manera molesta colgó el teléfono de su despacho y vio a su hijo con desprecio por hacer algo así.
— ¿Qué no sabes que se anuncian las personas antes de entrar a un despacho? Sobre todo si es el del dueño de una compañía, no pienses que porque eres mi hijo eso no aplica para ti.
Andrew molesto con su padre contesto sin poder evitarlo.
— La única escena que no querría ver es la tuya con la de tu amante, y ella estaba en su lugar, así que supuse que podría entrar, sobre todo porque tengo excelentes noticias padre.
Andrew lanzo los documentos al escritorio de su padre, Roberto los tomo entre sus manos, ojeaba cada uno y pregunto.
— ¿Qué significa esto?
Andrew con una gran sonrisa le explico.
— ¿Recuerdas ese negocio con Samuel Hanson que jamás pudiste cerrar sobre sus localidades?
Roberto observó a su hijo y con una sonrisa pregunto.
— ¿Me estás tomando el pelo? ¿En serio ese maldito de Hanson acepto la negociación?
Andrew completamente orgulloso de lo que había hecho le contesto a su padre con un simple si, pero no era solo eso, si no la forma en la que lo decía, completamente convencido de que había hecho algo muy bien.
— Maldito seas Andrew, ¿esto es real?
EL hombre estaba mas que complacido, se puso de pie y le dio un fuerte abrazo a su hijo, un negocio que jamás había podido cerrar con Samuel al fin estaba concretado, y su hijo, su aprendiz como él le decía lo había hecho posible.
— Claro que es real, ahí están los nombres de las compañías.
Roberto ojeaba el documento, pero enseguida noto algo, no estaba su nombre sino el de Andrew como socio, el trato era directamente con su hijo, no con Roberto.
— ¿Pero por qué no esta aquí mi nombre? ¿Por qué esta el tuyo si el dueño soy yo?
Andrew le explico a su padre que la condición que Samuel le puso fue hacer las negociaciones con el mismo.
— Creo que Hanson lo hace porque su hijo Samuel y yo parecíamos llevarnos bien, como al final el será el encargado de todo en algunos años y supone que en nuestro caso será igual.
Pero Roberto pareció aceptar eso, estaba feliz y quería celebrar.
— Susethe cancela todas mis citas, saldré con mi hijo.
La asistente y amante cancelo las citas del día, no comprendió por qué tanta felicidad con Andrew, era extraño, pues la pasaban peleando casi todo el tiempo.
— Señor Bianco, ¿puedo hablar con usted un momento?
Pero Roberto estaba tan feliz con su hijo que se negó.
— Lo que sea puede esperar Susethe, ahora celebraré en casa con mi familia, vamos hijo.
Andrew sintió una enorme felicidad al escuchar como su padre pronunciaba esas palabras, celebrar con su familia, era algo que no sucedía a menudo.
— Pero señor...
Roberto se giró molesto y puso en su lugar a la chica.
— ¡Dije que mañana!
Reprendiéndola con furia en su tono de voz, la chica simplemente asintió, y aun que era algo complicado, agradecía que su padre ahora lo tuviese como prioridad, ambos saldrían de la compañía con rumbo a su hogar para darle la buena nueva a Sofia, que feliz abrazaba a sus dos hombres, estaba llena de emoción al verlos juntos charlando cómodamente, esa tarde la familia salió rumbo al mejor restaurante, en ningún momento hubo conflictos, por el contrario Sofia derramo unas cuantas lágrimas al recibir de su esposo un beso en los labios agradeciendo por el maravilloso hijo que tenía.
Andrew estaba feliz, quizá después de esto su familia tendría una mejor relación....
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