Has dejado claro tu punto, pero el mío también lo esta, no haré esto, y si eso implica un problema le pediré a Samuel que cancelemos el trato.
Pero Roberto enfureció aún más con su hijo, ¿quién se había creído para hablarle de esa manera?
— Pero ¿qué demonios sucede contigo? Tú solo tienes que hacer lo que yo te he pedido, ¿con qué derecho me hablas de esa manera Andrew?
El joven solo sabía que de traicionar a Samuel y su confianza, no solo lo defraudaría a la confianza que había depositado en él, sino que también se cerraría las puertas en muchos ámbitos.
Samuel era un hombre muy importante, el padre de Andrew lo sabía, por ello la urgencia de ser el quien tuviese la unión directamente con Hanson.
— La verdadera pregunta es, ¿qué sucede contigo padre? ¿A caso no vez más allá de ti? Arruinaría mi carrera en este mundo si hago algo como eso, mi palabra tiene valor, y no puedo solo traicionar a un hombre que deposito mi confianza por completo.
Ahora puedo comprender por qué razón Samuel Hanson no deseaba hacer tratos contigo, con una mano en la cintura puedes hacer los cambios que desees y sin preguntarle al hombre si te doy ese poder, pero eso no va a suceder.
Roberto estaba tan molesto que amenazo a Andrew con firmeza.
— Bien, pues no me dejas más opción...
¡Estás despedido!
Andrew asombrado se quedó en silencio observando a su padre, se quedó pensativo sin pronunciar una sola palabra, él veía a su padre y su rostro enfurecido tras haberlo despedido, pero Andrew sabia perfectamente algo, su padre no podía despedirlo así como así, había algo más tras esas palabras.
— Te recuerdo que si me despides, no solo quedarías mal ante tu tan amada sociedad, sino que perderías un negocio que tienes años esperando, pero al final es tu decisión, yo simplemente aceptaré tus condiciones, me voy...
Pero antes de cruzar la puerta Roberto lo detuvo.
— Está bien, lo haremos a tu manera, por ahora, pero ten clara una cosa Andrew, tu padre jamás ha perdido una batalla, eso tiene que entrar en tu cabeza, y no serás tú, mi hijo, el que ha aprendido de mí todo lo que sabe quien me derrote, ese contrato será mío de una u otra forma.
Andrew le dedico una media sonrisa, para su padre era como el enemigo, pero Andrew solo buscaba hacer las cosas bien, pensaba que sería suficiente para su padre el haber conseguido un cliente como Samuel, pero parecía que no sería así, jamás sería suficiente ningún esfuerzo que el joven hiciera.
Salió del despacho de Roberto con un poco de melancolía, se preguntaba si alguna vez su padre lo había amado, o si solo lo veía como lo que parecía ser una obligación, traerlo al mundo quizá solo había sido para acallar a una sociedad que regia a su familia, Andrew tenía mucho de su padre, Alto, voz gruesa, imponente, apuesto, pero algo que no tenía de su padre era esa alma noble, esa era herencia de su madre, de su tan amada Sofia, una hermosa mujer con dulces sentimientos que le había dado siempre el amor de ambos padres.
Se repetía una y mil veces, lo hago por ella, mi madre sufriría si yo solo me alejo de todo.
— Dios, cuanto quisiera poder simplemente alejarme de esto ahora mismo.
Andrew fue a su despacho, Esteban aún no regresaba, suponía que estaba entregando a Angela sus cosas, así que no lo molesto.
Tuvo algunas reuniones y no se dio cuenta de que tenía un texto de Angela, cuando lo vio parecía tan simple que pensó que quizá la joven se arrepentía de lo que había sucedido.
Ella había sido ese soplo de brisa fresca que había necesitado sin saberlo.
No dejaba de pensar en ella, en sus dulces y tiernos besos, la hizo suya, fue su primero y se dio cuenta de ello, Angela le entrego algo tan sagrado para una mujer, su virginidad, quizá por el dolor, porque no estaba consciente, pero él al final lo agradecía, pues lejos de lo que él estaba acostumbrado, Angela no esperaba nada de él, por el contrario recordaba sus dulces gemidos, sus manos nerviosas, él la guiaba en cada paso, mostrando lo que debía hacer, le hizo el amor de una manera inolvidable, jamás podría superar esa noche, nunca le había sucedido, pensar y sentir lo que en ese momento por ella.
Un cúmulo de emociones, una tonta sonrisa se asomaba por los labios de Andrew, no podía dejar de recordarla y pensar en ella.
— Pero bueno, debió ser una buena reunión, mira que sonrisa tienes en ese feo rostro jefe.
Andrew carraspeo cuando vio a Esteban entrar por la puerta, tomo algunos papeles y se dedicó a verificarlos mientras le hacía una pregunta importante a su asistente.
— Eso quisiera, pero fue lo mismo de siempre, una tragedia, ¿cómo te fue con mi encargo? ¿Todo bien?
Esteban se sentó frente a su jefe y le explico.
— Le entregué lo que me pediste, ella parece muy dulce, ¿es algo tuyo? Porque si no sales con ella te aseguro que yo....
Pero Andrew vio con una mirada asesina a Esteban mientras hablaba en tono de burla con él, estaba más que claro para su asistente que Andrew tenía mucho interés por la joven a la que le envió una nota, algo que jamás había hecho con nadie.
— Mejor cuida tus palabras, ella es solo una amiga, pero no te atrevas siquiera haberla de alguna manera romántica, ¿entiendes?
Al ver el tono molesto de su jefe, Esteban dejo salir una carcajada, verlo irritado por intentar seducir a Angela parecía molestarlo y eso significaba una sola cosa.
Andrew estaba enamorado, por fin parecía enamorado de una hermosa y dulce, chica.
— Vaya, jamás te había visto tan irritado, está claro que esa preciosa chica te interesa, pero tranquilo, no intente nada, ella parecía triste, cansada quizá, me pregunto si tiene alguna hermana.
Andrew hecho de su despacho a Esteban, pues le dio el informe de lo sucedido, solo tenía que contestar el texto de Angela, pero no sabía como hacerlo, estaba nervioso, si ella no lo había disfrutado como él, eso sería una tragedia, pero no podía negarse las inmensas ganas de verla de nuevo, la deseaba como jamás lo había hecho con nadie, pero no podía solo obligarla a estar con él nuevamente, sobre todo por lo que ella había pasado con ese infeliz de Graham Basco.
Tomo el móvil y envió un texto a Angela, había ya guardado su contacto.
— Buenas tardes, disculpa por no atender antes, un día pesado, espero poder verte y hablar contigo, es importante para mí que sepas que no estás sola, y que sigue en pie mi ayuda para que pongas en su lugar a ese tipo, besos, preciosa.
Andrew espero respuesta por unos minutos, pero tal vez ella tenía trabajo en ese momento, necesitaba verla, buscar la forma de cumplir con lo que le había prometido, pero eso era solo una excusa, el sabía que deseaba verla, abrazarla y tenerla nuevamente entre sus brazos.
— Me voy jefe, recuerda que mañana tienes reunión nuevamente con Basco, tengo los informes que me pediste, al parecer como dices el tipo no tiene ni idea de como llevar su compañía, ese hombre estaba loco al dejarle todo en las manos a un inepto como él.
Andrew asintió y tuvo una idea, Esteban vio esa sonrisa y supo de inmediato que su jefe planeaba algo, y parecía divertido.
— Prepara todo, mañana iremos a esa compañía, tengo una idea.
Esteban asintió y supo que mañana sucedería algo, quizá su jefe terminaría algún trato con ese inútil de Basco, o tal vez encontraría la manera de lidiar con su torpeza, pero en ese momento Andrew no compartía nada con él, así que se retiró para presentarse como Andrew se lo pidió, a primera hora en la compañía de los Basco.
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