Angela lo observo abrir la puerta de cristal para dejarla entrar en el sitio al que habían llegado, no tenía idea de lo que estaban haciendo ahí, pero algo en él le inspiraba confianza, quizá era el mal momento que Graham le había hecho pasar, que la tranquilidad de ese tipo la hacía sentir mucho mas aliviada.
Pero al mismo tiempo se preguntaba si realmente todo aquello estaba sucediendo, ¿cómo pudo ser tan ingenua? ¿Quién se enamoraría de ella así tan de pronto? Por sentirse y mal y no rechazar a Graham ahora había caído en su juego.
— ¿Qué hacemos aquí?
Pregunto ella aun confundida, no era momento para ir de compras, no estaba de humor, pero Andrew la sacaría de la idea errónea en la que estaba ahora mismo.
— Digamos que te convertiré en mi acto de rebeldía, pienso que no debes permitir que nadie te humille como ese tipo lo ha hecho, sinceramente como hombre tenía muchos deseos de entrar en ese despacho, golpearle su rostro porque fácilmente me doy cuenta de que con esas manos tan perfectas jamás a hecho mas que utilizar sus manos para sí mismo.
Pero a la mente de Angela había llegado una duda, ¿cómo es que ese hombre sabía todo eso? Ella no lo vio ni siquiera al salir del despacho de Graham.
— ¿Puedo hacerte una pregunta Andrew?
Él asintió y escuchaba atenta la duda de la bella Angela.
— Claro, lo que quieras.
Angela lo veía mientras una dependienta que se acercaba se alejaba nuevamente por un gesto simple de Andrew que le pedía un momento mas.
— ¿Cómo sabes eso? Yo no te vi en el despacho, ni al salir de él.
Andrew le explico lo que había sucedido, el como sabía que estaba mal, pero no pudo alejarse al escuchar las tonterías que Graham le decía a Angela, era un patán.
— Así que por eso es que lo sé todo, lamento haber escuchado mas de lo que debería, pero sinceramente me sentía asqueado del tipo, mi padre hizo negocios con él, ahora yo tengo que lidiar con ese animal, no tiene idea de sus negocios, parece el típico hijo de papá que solo se preocupa por vestir bien, pero se convirtió en mi problema, quizá solo termine la unión y negociación, me aleje a cosas importantes en otras empresas.
Pero en ese momento Angela bajo la mirada, algo en el la hacia sentir bien, pero si se alejaba no lo vería jamás, ¿por qué se sentía así? No lo conocía, no sabía bien quien era, quizá solo otro que deseaba aprovecharse de ella, estaba en ese momento tan confundida, ¿qué debía hacer?
— Si, quizá debas alejarte, la verdad es que yo también debo irme, no quiero...
Angela intento alejarse, salir de la tienda donde había tanta ropa elegante y hermosa, pero que en ese momento no deseaba ni siquiera ver, estaba molesta, incómoda, dolida, lo mejor era irse, pero Andrew aún no había terminado, él la tomaba de la mano haciéndola girar de nuevo hacia él, se acercó a ella como si quisiera respirar el mismo aire que ella, Angela al verse tan cerca de él sintió como su corazón comenzaba a latir con fuerza, ¿quién era el que parecía afectarla tanto? Jamás lo había visto en su vida, o al menos eso creía ella.
— Espera, aún no puedo hacerlo, ya te lo dije, te mostraré como darle una lección a ese tipejo, al final soy hombre, y sé que es lo que nos hace darnos cuenta de lo estúpidos que hemos sido, ¿quieres darle una lección a esos dos? Demuéstrale que no te duele, él cree que no volverás por esa compañía, te lo aseguro, el mejor golpe es regresar, pero volver mejor que antes.
Angela estaba hipnotizada por él, era como si cada palabra de ese desconocido fuera la verdad, la realidad, pero tenía razón en una cosa, no podía dejar las cosas así, muy cierto era que Graham se había burlado de ella, no comprendía por qué esa maldad, pero tenía que pagar por ello, Angela no lo amaba, simplemente no supo como alejarse y ver a tiempo como era él en realidad.
— No lo sé, no sé si esto es lo correcto Andrew, sinceramente no te conozco tan bien, ¿como saber que no eres alguien como él?
Pero Andrew con una sonrisa que formaba unos hoyuelos en sus mejillas endurecidas observo a Angela divertido.
— ¿De verdad crees que yo haría algo así? Vaya, parece que necesitas conocerme un poco mas, pero mientras eso sucede haremos algo que supongo debe ser divertido para ti, ir de compras y cambiar ese aburrido guardarropas, tienes una hermosa figura, hay tantas cosas que se verían perfectas en ti.
Pero Angela se negaba una vez mas, Andrew pensaba que se preocupaba por el precio, así que le dejo claro que el pagaría por ello.
— Tranquila Angela, los gastos corren por mi cuenta.
¡Señorita! Por favor elija las mejores prendas para mi acompañante, quiero que tenga el mejor guardarropa que exista, ropa para eventos y para trabajo.
Antes que Angela se negara nuevamente la dependienta escucho la palabra mágica, guardarropa completo y la llevo enseguida a los vestidores, esa seria una muy buena comisión y ella no estaba dispuesta a perderle.
— Claro que si señor, Señorita venga con nosotras, tendrá toda la atención posible.
Angela se detuvo y lanzo su bolso a Andrew que lo atrapo fácilmente.
— Confió en ti extraño, espero que no huyas.
Andrew sonriente asintió, él esperaría ahí hasta que ella regresara.
Le entregaron a Angela varias piezas, pero comenzaron a probar un hermoso vestido largo con apertura en la pierna izquierda, corte en v, espalda descubierta solo con un hermoso cadenar color oro, lo único que acariciaba su espalda en ese entallado y precioso vestido que provocaría en Andrew algo que lo dejaba sin aliento.
Angela camino hacia donde él esperaba, se colocó frente a los 3 espejos que marcaban las posturas importantes y Andrew dejo su copa al lado, estaba boquiabierto, Angela era hermosa, claro, se podía ver a simple vista, pero en ese vestido hermoso se convertía en la mujer mas sexy y perfecta del mundo.
— ¡Wow!
Ese tipo sí que se arrepentirá de lo que hizo.
Dijo Andrew sin dejar de ver un solo centímetro de Angela.
Se puso de pie y Angela sintió algo de nervios, ¿por qué se acercaba a ella? Él acaricio la tela y le pidió a la dependienta mostrarle una pieza para la oficina.
— No quiero nada aburrido, queremos algo seductor, pero con clase, algo que sea profesional, pero que deje claro que esta es la mujer mas bella que existe sobre la tierra.
Angela incluso sintió cosquilleo al escuchar la gruesa voz de Andrew hablar tan cerca de ella, él acaricio el cuello de Angela y un ligero toque en su espalda que provocaba una serie de escalofríos por doquier, la afectaba mas de lo que ella desearía.
— Claro que si señor, venga conmigo señorita.
Angela modelo ante Andrew una pieza tras otra, tanto que en un momento ambos reían como buenos amigos, él le daba su punto de vista sobre cada pieza, era sincero, todo se le veía increíble, pero quería lo mejor, lo mas impresionante no interesaba el precio.
Vestidos, faldas, zapatillas, todo lo que podía necesitar estaba ya listo en la caja registradora, seria una muy buena suma de dinero, ambos estaban de pie esperando el total de todo, Andrew tomaba su móvil para pagar, cuando escucho el total no hizo ningún gesto, el dinero no era un problema para él, pero antes de poder realizar el p**o Angela mas rápida que él coloco su móvil sobre la terminal, un sonido hizo consciente de Andrew de que ella había pagado la cuenta de todo, sorprendido se negó a que lo hiciera.
— No dejaré que utilices una tarjeta de crédito y tengas una deuda por mis ideas muchacha, así que dame tú número de cuenta, haré una transferencia bonita.
Pero Angela comenzó a caminar mientras las empleadas llevaban los bolsos tras ellos.
Ella se giró a ver a Andrew y le dijo con una hermosa sonrisa.
— Hay mucho que no sabes sobre mí, y tal como lo dijiste hace unos momentos, Graham Basco sabrá a partir de mañana lo que perdió por haberme humillado de esa manera.
Andrew sorprendido, pero feliz le dedico una sonrisa, ahora tenía muchos deseos de descubrir quien era ella en realidad, ¿cómo podía pagar una suma tan grande una simple empleada de Graham? Algo ocultaba, podía ver esa confianza en ella, no había preocupación por ese gran gasto que había hecho que a cualquier persona de baja posición le enloquecería enseguida, ella parecía tranquila y decidida, y él no se perdería ser parte de este momento, estaría a su lado porque Graham merecía pagar por la forma en la que la había tratado.
Ambos subieron al auto, pero algo mas sorprendió a Andrew.
— No quiero ir a casa, ¿podemos ir por una copa?
Andrew asintió y puso el auto en marcha, jamás se negaría a beber una copa con una mujer tan bella, mucho menos ahora que sentía como ella le agradaba, ese aire que tenía tan distinto después de esa tarde entre risas comprando ropa cara, algo en ella parecía tan distinto, y deseaba ahora saber todo sobre ella.
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