Unas semanas mas tarde, Angela visitaba la casa de sus suegros feliz, se había prometido con Graham, él era un sueño, el hombre mas maravilloso, cariñoso, y respetable.
— Desde el día que Graham nos habló de su compromiso, nos convertimos en los padres mas felices, quisiera que hiciéramos una reunión con tus padres mi querida Angela, sé que nos llevaremos de maravilla.
Pero había algo que los padres de Graham, Claus y Selene no sabían aún, Angela no había encontrado la manera de contarle a sus padres que no solo tenía un novio, sino que se había comprometido con él, era algo totalmente diferente de lo que ellos creían que sucedía en su vida.
Angela les había pedido su libertad, no obligarla a unirse a ningún hombre aun, deseaba vivir su soltería y su vida como ella lo deseara, pero ahí estaba ahora, comprometida con un hombre al que en realidad apenas conocía, era contrario a lo que pidió en un principio, no sabía como negarse a una propuesta que en realidad no la hacía infeliz, sino que la llenaba de emociones, estaba comprometida con un buen hombre, que estaba enamorado de ella, de una chica que aun cuando no tenía mucho tiempo de conocer, apostaba por una vida a su lado, ¿qué mas podría pedir?
— SI, claro, hablaré con ellos una vez que regresen de viaje, ambos están tomando unas vacaciones, y sinceramente no deseo molestarlos por ahora.
Claus estaba feliz, sabia que Angela era una buena chica, aun que él pensaba como su esposa que era una chica sin fortuna, o al menos eso creían, ya que Angela había vendido esa imagen a todos, una hermosa chica con un empleo y maravillosos sentimientos.
Graham regreso a la sala donde Angela charlaba cómodamente con sus padres.
— Disculpen, tenía que atender esta llamada.
Decía Graham ante la mirada molesta de su padre.
— Ahora no estas en horario de oficina Graham, es hora de ponerle atención a tu prometida, es una grosería que la dejes aquí sola con dos viejos que apenas tienen charla.
Graham pareció molestarse con el tono de voz de su padre, pero enseguida le dedico una sonrisa a Angela y tomo su mano para besarle.
— Lo lamento mucho hermosa, ya sabes como son estas cosas, el trabajo jamás descansa.
Pero a Angela no le molestaba, ella comprendía que Graham tenía mucho trabajo, era un hombre importante, ella comprendía que estuviese ocupado en des horarios.
— Tranquilo, no te preocupes, yo comprendo, el trabajo no tiene un horario y menos cuando te ocupas de tantas cosas como lo haces tú, así que no hay ningún problema, además a mí me gusta mucho charlar con tus padres, son personas muy gentiles y adorables, ahora sé dé donde lo has heredado.
Graham le agradeció a sus padres por el buen recibimiento hacia su prometida, su padre estaba complacido, una mujer como Angela era lo que su hijo necesitaba, creía que cualquier día llegaría con una de esas mujeres con las que tenía aventuras, pero no había sido así, Graham fue consciente y eligió a una buena mujer para ser su compañera, el hombre comprendió que su hijo estaba listo para recibir lo que le pertenecía, ahora Claus podía dejar en las manos de Graham su futuro.
— Bien, debemos irnos, iremos a cenar fuera, esta preciosa señorita merece visitar los mejores lugares.
La forma en la que Graham la trataba era adorable, siempre buscando hacerla sentir cómoda, consentida.
— Claro, no se preocupen, vayan y disfruten, pero antes, quisiera que me dieras unos minutos Graham, quiero hablar un momento contigo, seré breve.
Angela y Selene caminaron por la sala, ambas charlaban, Selene era una mujer muy educada, su vestir, su forma de hablar le recordaban mucho a su madre, ella era un poco mayor que Areli, pero ambas compartían en común el amor por sus hijos, algo extraño en una sociedad que solo veía a los hijos como transacciones, matrimonios arreglados, tal y como los Fiore, los Basco buscaban que su hijo se enamorara de una buena mujer como lo era Angela, no había mejor prospecto que ella para ser la mujer de Graham.
— Si algún día mi hijo se porta mal contigo, solo dímelo y lo reprenderé querida, eres una chica adorable, estamos encantados de tenerte como parte de la familia, ya deseo que se casen, que me den nietos, ¡por Dios! Nietos, no puedo creerlo, mi hijo ya creció, y ahora seré abuela muy pronto gracias a ti, estoy tan emocionada de ayudarte a planear la boda, contrataremos el mejor banquete, las mejores bebidas, un buen espectáculo, música, será maravilloso ya lo verás.
— Le aseguro que yo estoy tan feliz como ustedes, son personas maravillosas y me hacen sentir tan bienvenidas, le aseguro que será un placer pertenecer a su familia, personas nobles como ustedes son de las que me agrada estar rodeada.
Graham regreso a los pocos minutos con una enorme sonrisa en los labios, abrazo a su madre y le dio un beso en la mejilla.
— Nos veremos después madre.
Dijo él con bastante felicidad en el rostro.
Selene sonreía al ver a su hijo tan feliz, le agradaba que después de una charla con su padre lo estuviese, pues normalmente siempre terminaban molestos uno con el otro al no tener el mismo pensamiento, pero parecía que ahora con esto del compromiso, Graham ponía los pies sobre la tierra.
— Claro hijo, los amo mis pequeños, no lleves tarde a Angela a su hogar hijo, cuida de ella.
Graham asintió y ambos salieron a un hermoso restaurante para cenar.
Él tuvo una larga llamada, dejándola algunos minutos por no decir casi media hora sola, pero Angela no se molestaba con él, comprendía que tenía mucho trabajo.
Cuando Graham regreso Angela había terminado de cenar, el plato de él estaba ya frio, tendría que pedir algo nuevamente, pero no fue así.
— Te pediré algo, eso se ha enfriado Graham.
Pero se negó.
— No, creo que lo mejor es llevarte a casa, sabes lo que piensa mi madre de estar tan tarde en la calle, además ya debes estar cansada, así que vayámonos.
Él pidió la cuenta y ambos salieron del lugar.
Graham no dejaba de enviar textos, pocas palabras cruzo con Angela, pero ella simplemente se concentró en las calles que pasaban rumbo a su apartamento.
Esta vez él no bajo para abrir su puerta, así que ella al verlo tan entretenido en el móvil decidió bajar.
Creía que él bajaría del auto y se disculparía, pero para su asombro no fue así, Graham arranco el vehículo sin siquiera despedirse, parecía tener prisa, simplemente le resto importancia a la situación, ya hablarían después.
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