Miraba hacia la ventana, sintiéndo una especie de depresión. Sarah lo atribuia al medicamento, pero yo estaba seguro que era por la ausencia de Christine.
—Maldita sea Christine—murmuro para mi mismo.
—¿Dijiste algo?—cuestiono Sarah frunciendo ligeramente el ceño.
—No dije nada—exprese dedicándole una mirada de fastidio para después volver la vista hacia la ventana para distraerme e intentar imaginar que estaría haciendo mi esposa en ese momento.
—Pronto será nuestro turno, no te desesperes ¿Si?—sugirió con un tono de voz qué únicamente le había escuchado cuando aún estábamos comprometidos.
No cabía la menor duda de que Sarah se estaba comportando de forma extraña, es decir, me parecía que no había podido superar qué nuestra relación simplemente había fracasado y que yo estaba casado con alguie……
Waiting for the first comment……
Please log in to leave a comment.