Trate de añadirle un poco de esfuerzo y también emoción a lo que estaba haciendo para tratar de convencerme a mi misma qué lo que estaba pasando era una cosa normal, es decir, él era mi esposo porque yo lo había elegido y a pesar de nuestras diferencias y del resentimiento qué le tenía, aun así él tenia el permiso legal para hacerlo y por supuesto yo también le había dado mi autorización para hacerlo.
Moví mi cabeza de atrás hacia adelante probando en mis papilas gustativas el sabor de su virilidad y escuchando levemente los gemidos qué provenia de sus labios. Estaba fascinado.
Mi mente se bloqueo en ese instante, ya no pude pensar en nada más que lo que estaba haciendo hasta que el m*****o de Michael tembló en mi boca y luego de un sonoro gemido, termino dentro de mi.
Me vi forzada a tragarm……
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