Mi Reina Omega

Punto de vista. Emily. Mi nombre es Emily. He sido una Omega en la manada Blood Moon durante 8 años. Me encontraron en el bosque, con la ropa rasgada y ensangrentada, cuando apenas tenía 9 años. Incluso un cachorro es considerado un renegado en nuestra cultura, así que tengo mucha suerte de estar aquí hoy, viva y alimentada. No recuerdo mucho de lo que pasó, solo que era una noche nevada y tenía hambre. El cielo estaba gris y hacía mucho frío. Traté de calentarme buscando refugio bajo las raíces de un enorme pino y luego me quedé dormida.  O me desmayé. No recuerdo.  De cualquier manera, me desperté en la enfermería de la manada. En ese momento había una guerra entre varias manadas, así que todos concluyeron que yo era simplemente una cachorra huérfana que había huido de la matanza. Además, olía a renegada, así que se creía que mis padres habían muerto y que había viajado mucho fuera del territorio de mi manada original.  Por supuesto, todo esto era una suposición. No podía recordar nada más que mi nombre. Emily. Ahora vivo como una Omega en el centro comunitario de la manada, donde viven todos los Omega y los guerreros de la manada. La manada Blood Moon es considerada una de las más grandes y temidas, pero me acogieron y cuidaron cuando más lo necesitaba, así que son mi familia. No todos son amables, pero tengo buenos amigos a mi alrededor. Aprendí a cocinar, limpiar, coser, cuidar cachorros y hacer cualquier cosa que se necesite de mí. También me gusta asistir a las sesiones de entrenamiento cuando tengo tiempo. Aún no tengo a mi lobo y compañero, pero aun así soy bastante fuerte. Faltan 3 días para que comience la Temporada Anual de Apareamiento. Es un evento de hombres lobo que dura 3 días, destinado a hombres y mujeres no emparejados para mezclarse y encontrar su pareja destinada. La mayoría de las veces, la pareja de un hombre lobo es alguien de su propia manada para preservar sus genes, pero como no soy originaria de esta manada, las posibilidades de encontrar a mi pareja en cualquier momento fuera de este período de 3 días son muy escasas. Este año se realiza en nuestro territorio, lo que significa que la frontera está abierta para todos, ya sean miembros de la manada o renegados. Solo espero conseguir a mi lobo durante estos 3 días, considerando que no conozco mi fecha de cumpleaños exacta. —¡Emily! —Ugh, esa voz... solo puede ser Wendy, la Jefa Omega.  Es una mujer mayor y amable, pero muy estricta. Ella me crió y me enseñó todo lo que sé, así que es como una figura materna para mí en la manada. —Sí, voy, Wendy —le digo mientras apago el agua y agarró una toalla. —¿Qué estás haciendo?! —Me estoy duchando. Apenas son las 7 de la mañana. —Mmmm, date prisa, querida. La Temporada se acerca cada vez más... El Beta me mandó un mensaje telepático y dijo que te quiere en el campo de entrenamiento hoy, porque tienen una falta de entrenadores. Eso me sorprendió. Sabía que me iba bien en las sesiones de entrenamiento, pero no TAN bien. —¿De verdad?! ¡Genial! Voy lo más rápido que pueda —me pongo unos pantalones deportivos y una camiseta de algodón apresuradamente y bajó corriendo las escaleras. Veo a Wendy esperándome en la puerta con un sándwich en la mano. Me río y lo agarró mientras salgo corriendo por la puerta, directo al campo.  —¡Que tengas un buen día tú también! —oigo a Wendy gritar detrás de mí. Llegó al campo de entrenamiento y veo a muchas parejas de miembros de la manada peleando; hembras, machos, mixtos. Realmente no discriminamos. En una pelea de hombres lobo, a nadie le importará si eres hembra, baja, alta, gordita o delgada. Todos somos iguales. Veo al Beta caminando alrededor, inspeccionando las peleas y le hago un gesto con la mano. —Hola, Beta. Escuché que me necesitabas. —Hey, Emily. ¿Cuántas veces tengo que decirte que me llames por mi nombre? —Perdón, Nathan —su nombre sale más como un susurro y me sonrojo, apartando la mirada. No puedo evitarlo. Nathan fue quien me encontró y lo respeto mucho. Siempre se aseguró de que me cuidaran bien y de que no me molestaran otros cachorros de la manada. Además, él tampoco tiene pareja, lo cual no ayuda en mi situación. —Bueno. Así que sí, Mmmm, como sabes, la temporada va a comenzar muy pronto. Tenemos que aumentar las patrullas y la seguridad para verificar las intenciones de cada renegado y asegurarnos de que no haya peleas. Sabes cómo pueden ser los hombres lobos cuando están abrumados por la presencia de hembras —asiento y pongo cara seria. —¿Qué necesitas que haga? —Necesito que supervises el entrenamiento conmigo. Además, formarás parte del equipo de seguridad. No es necesario que cocines ni prepares las casas para nuestros invitados, dejemos eso para los Omegas más jóvenes —sonríe, pero de una manera preocupada. —¡Suena genial, en realidad! ¡Gracias por esta oportunidad! —Estoy realmente muy emocionada por esto.  Comienzo de inmediato a dar vueltas y dar consejos a diestra y siniestra. En un momento dado, un guerrero de la manada estaba bastante molesto porque una Omega le estaba dando consejos. —Cállate, perr@. ¿Qué sabrás tú de pelear?! ¿El Beta siquiera sabe que estás aquí, delirando?! ¡Vuelve a limpiar o a cambiar pañales! No suelo perder fácilmente los estribos, pero él estaba ofendiendo de manera personal y no podía permitir que los demás miembros de la manada vieran que estaba siendo pisoteada. Por eso, me metí en su pequeño círculo y tomé una postura, desafiando a pelear. Él infló sus músculos y se abalanzó sobre mí con toda su fuerza.  Este es el consejo 101 de la pelea femenina: “no eres lo suficientemente fuerte como para resistir a un macho, así que sé más rápido que él”. Eso es exactamente lo que hice. Me aparté a un lado y lo dejé caer sobre su pecho. Se escucharon risas a mi alrededor cuando me di cuenta de que habíamos atraído bastante público. El guerrero se levantó rápidamente y se giró hacia mí, gruñendo.  Yo le gruñí de vuelta.  Luego se abalanzó sobre mí nuevamente. Esta vez, decidí contraatacar y utilicé sus hombros como pivote para saltar detrás de él. Toqué su cuello con mis afilados colmillos y él hizo una señal de rendición. Esto fue más fácil de lo que pensé que sería, lo cual es bastante angustiante si piensas en el hecho de que este tipo de guerreo de la manada ayudará con la seguridad. Continué con su lectura sobre los errores que había cometido y en qué podía mejorar. Esta vez me escuchó en silencio y asintió. La multitud se dispersó y solo Nathan se quedó, luciendo una sonrisa orgullosa. Asintió hacia mí y luego siguió su camino. De repente, todos dejaron de pelear y se arrodillaron. Solo el Alfa podría generar este tipo de reacción, pensé, así que me arrodillé también, aunque no siento la necesidad de hacerlo como los demás. Aprendí a ir con el flujo, para evitar conflictos... o la muerte. Él hizo una señal para que todos se levantaran y continuarán. Estaba hablando con Nathan cuando sentí su mirada en mi espalda.