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MI HERMOSO ANGEL CAIDO

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intro-logo
Blurb

Angel, una angel joven, tiene problemas con dos de sus "hermanos" y gracias a sus interminables travesuras, su padre la manda a la tierra, dónde tiene una misión que cumplir, ahí conoce a Santiago, un humano, de carácter noble, con demasiados problemas, y se dedica a ayudarle a salir de todos ellos... Pero algo pasa entre ellos dos. Que es lo que harán cuando los secretos salgan a la luz? Que harán al saber la verdad?

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EL DESTINO
POV ANGEL Cuando entro al cuarto y veo a mi hermana Sara, encima de mi novio, Zaid, entre en shock, aunque somos ángeles, no estamos exentos de todos los sentimientos y emociones de los humanos. Fue realmente horrible verlos así, cuando Zaid se dio cuenta de que los vi, salió detrás, y al principio pensé que venía a pedir perdón. —Angel, por favor no le digas a papá, nos correría —Me dijo muy preocupado por su pellejo eso me hizo enojar y solo se me ocurrió darle una cachetada.... —AAAANNNGGEEELL —carajo, ahora aparece papá. —¿Sí, padre? —me presento en su habitación en cuanto escucho su grito. —¿Por qué golpeaste a Zaid? — aunque todos dicen que es omnipresente, la verdad es que solo es cuando le conviene... —Contesta, hija — yo sólo aprieto la boca y no digo nada. —Angel, estoy harto de tus interminables travesuras, no maduras, ni ayudas a tus hermanos a las labores, ya no se que hacer contigo! — Me dice de forma seria. —Padre, esta vez fue Sara —le digo. —Siempre has sido traviesa, Angel, pero nunca mentirosa, es algo que no puedes hacer, entonces dime, ¿qué pasó? —Me pregunta de nuevo, yo no contesto, porque por más que quiero acusar a Sara, se que no me creerá, ella es su favorita. —De acuerdo si eso es lo que quieres, Angel, te condeno a ir a la tierra, a una misión —me dice y me quedo sorprendida, nunca he ido a la tierra pero todos los ángeles que bajan, no regresan igual, se cómo es la tierra, estudiamos eso diario, pero no quiero bajar. —Padre, por favor no... —le empiezo a suplicar. —No querida, es hora de que madurez, tu misión es este chico —Me dice mientras sostiene una foto de un chico, blanco, con ojos color café intenso y cabello cobrizo, con actitud negativa—. Su nombre es Santiago Vanderbe —Continúa, explicandome—. Tienes que hacer que regrese al camino honesto. Y te lo advierto, Angel, debes hacerlo reflexionar antes de que caiga la última pluma de tus alas, porque de no ser así, podrías pasar una eternidad en la tierra, o con tu hermano Lucifer, tienes que aprender que la ira, la envidia, y la lujuria aquí no se aceptan —Termina su discurso. —¿Lujuria? Padre, yo no... —Pero antes de terminar, chasquea sus dedos y todo se pone blanco POV SANTIAGO Espero ahora que salga de la ducha, Saraih ya esté dormida, así podré irme sin drama, yo no sé para qué me busca está escuincla, y no sé para que vine, bueno la chupa bien, pero ya debería dejar de darle alas, cada vez que tenemos un encuentro, se pone más intensa al día siguiente. Aún no entiendo porque esta niña cree que me puedo enamorar, no lo haré jamás, el amor destruye, y Saraih debe entender que ólo es coger y ya. Aunque tampoco entiendo, ella es de muy buena familia, para que meterse conmigo en un hotel de quinta, tal vez se quiere vengar de alguien... Terminó de bañarme, me visto y noto que ella está dormida, apagó el cigarro que dejó encendido, es la razón por la que no la beso, me da asco su aliento a cigarrillo, así que tomo las llaves de mi carro, mi cartera, mi celular y cuando estoy apunto de irme, tiro su cartera, levanto sus cosas y veo que hay una tarjeta "escuela de policías", caray si decide hacerse policía, estos encuentros se acabarán, yo no tengo problemas con la ley, pero Dante, mi hermano, es otro caso, y aunque no estoy de acuerdo en lo que hace, tampoco lo meteré a la boca del lobo. Dejo sus cosas sobre la mesa y salgo de la habitación y me largo. Voy escuchando a Queen, cuando decido ir a la playa a dar un recorrido, no tengo ganas de llegar al departamento, Dante está ahí en su reunión de "trabajo" así que decido pasear un rato, dejo el carro en el malecón, me quito los tenis y camino a la playa. Me siento y giro a la derecha la cabeza y veo una persona tirada. "genial otro borracho", me quedo pensando en lo que lo veo, y decido ir a ver, ya que no parece moverse. Cuando me voy acercando, veo que es una chica y está totalmente desnuda. Demonios, corro para revisarla y parece que está bien, sólo se desmayo, la giro y le veo su cara, olvidando que está desnuda, y vaya shock, esta chica parece un maldito ángel, se ve una niña bien, que hará aquí? Ya que no reacciona, decido quitarme mi playera y ponérsela, es realmente difícil, la cargo y la llevo al carro, decido llevarla al departamento. Afortunadamente ya no hay nadie ahí, así que decido ponerle un short mío y recostarla en el sofá cama de la sala, pongo el otro sillón cerca para estar atento. Entra mi hermano de golpe, para anunciar que ya llegó. —¿Qué haces aquí? Pensé que pasarías la noche con tu golfa —me dice y sonríe malicioso—. Claro que tú nunca te quedas a dormir —Se burla y voltea a ver el sillón, y la ve a ella—. Que hace ella aquí? Si tú no te quedas, tampoco se puede quedar aquí, tu zorra —Me dice, supongo que pensando que es Saraih. —No es mi nada... la encontré en la playa inconsciente —le empiezo a decir. —¿ABUSASTE DE UNA CHICA INCONSCIENTE? —Me grita. —¿QUEEE? ¡¡No, imbécil!! En primera, no necesito abusar de una chica inconsciente, y en segunda, solo la encontré, y no me pareció bien dejarla ahí —Le empiezo a explicar. —¡¡Idiota!! Se ve que es de buena familia!! ¿Y si nos acusan de secuestro? —Empieza algo paranoico. —Cálmate, ¡en cuanto esté consciente la saco de aquí! —Le digo para calmarlo. —¿Qué sucede? —Escucho que habla alguien atrás de mí, volteo y la veo sentada en el sillón. —Ey tranquila, no te asustes —le digo mientras me acerco a ella, y me doy cuenta que no tiene miedo. —¿Qué sucede? —vuelva a preguntar con el ceño fruncido, mirándome a mí y a mi hermano. —Estás en nuestra casa, estabas tirada en la playa... desnuda... te puse algo de ropa mía y te traje aquí —Le digo. —Espera, no dijiste que estaba desnuda tarado —me dice y yo solo lo fulmino con la mirada. —Como quieras, wey, ya estás advertido —Me dice y se va a su cuarto. —Mi nombre es Santiago —Le digo y ella abre los ojos muy sorprendida—. Y el tarado que se fue, es mi hermano Dante —le termino de decir. —¿Tú eres Santiago? —Me pregunta, mientras sonríe. —Sí.... —Le digo algo confundido, de por qué eso la pone feliz. —Yo soy Angel —me río con ganas. —¿De verdad? ¿Ese es tu nombre? —Le digo, aún riendo. —Sí, ¿qué tiene de malo? ¿Por qué te ríes? —No lo tomes a mal, pero para empezar, es un nombre de niño, y te vi desnuda y sé que eres mujer, lo que me lleva a lo otro, cuando te vi la primera vez pensé que parecidas un "maldito ángel" —le digo, volviendo a reír con ganas y por alguna razón, ella ríe conmigo. —¿Puedo saber que hacías así en la playa?, ¿Puedo ayudarte a regresar a casa? —Le pregunto, y ella murmura algo que no entiendo. —No puedo volver a casa, mi padre me corrió —Me dice, entre triste y molesta. —De acuerdo, mira, no tenemos mucho aquí, pero sino te molesta estar en una casa con dos hombres, puedes pasar aquí lo que queda de noche y mañana puedo ayudarte en algo más —le digo—. Si quieres, te quedas en mi cama y yo en el sofá, ¿de acuerdo? —ella sonríe y me abraza. Qué rara es... pero le devuelvo el abrazo, ya que parece sincera. POV ANGEL Estoy en la cama de Santiago, no sé si padre me ayudó en eso, o de verdad fue el destino, pero al menos ya encontré a mi misión, aunque no parece malo. Me prestó su camiseta para dormir y me dejó su cama. De pronto, escucho que alguien toca la puerta. —¿Qué demonios haces aquí, Saraih? —Escucho que grita Santiago, y arrugó la nariz al escuchar ese nombre, me paro para asomarme. —¿Qué hago aquí? ¿En serio? Quiero saber, ¿por qué carajo te fuiste? ¿Por qué me dejas en un hotel de mala muerte? —Escucho como grita ella. —¡Saraih ya hemos hablado de esto! Es solo sexo —Dice él, algo fastidiado. —Sí, claro, pero, ¿dejarme sola en un hotel tan horrible? —No te iba a coger en mi carro —Le contesta, y de ser sincera me siento incómoda con la conversación ya que parece que es su novia, y yo estoy de metiche. Siento un hueco en el estómago al escucharlo hablar así, de pronto me descubro a la mitad de la sala. Ella me voltea a ver y parece que se comió un chile, ya que está muy muy roja. —¿Quién chingados es ella? Y, ¿qué hace en tu cuarto? Y, ¿por qué trae tu playera? —Empieza a gritar ella de forma exagerada. Al darme cuenta que piensa que Santiago y yo estábamos haciendo algo, le digo: —No es lo que cree... —empiezo a decirle, entonces veo que Santiago sonríe y dice: —Es verdad, no es lo que piensas, ella es mi novia, y estoy enamorado de ella, y está noche habíamos peleado, por eso acepté tu invitación, pero créeme que no volverá a pasar —dice él, dejándome con la boca abierta y él aprovecha eso para besarme y meter su lengua dentro. Yo le respondo... porque... no sé porque, tal vez por ayudarlo, pero sus labios son dulces, e intensos, sabe a caramelo. —Eres una zorra y esto no termina aquí —se da la vuelta y se va, azotando la puerta. —Bien, ya que el show acabó, ¿pueden dejar los gritos y dejarme dormir? —Escucho a Dante atrás y se mete a su habitación. —Lo siento, por ponerte está posición tan incómoda, pero no se me ocurrió nada más, y gracias por seguirme el juego —Me dice Santiago, dándome un pequeño empujón con su cuerpo. —¿De nada? —le digo, sonriendo. —Aunque debo confesarte, pequeña... —me dice, mientras roza sus labios con los míos—. Besas como un verdadero ángel —y me da un piquito en los labios, dándose la vuelta a la barra. —Es que soy un ángel —Le respondo riendo, de que se que no me creerá. —Pareces uno y besas como uno, así que creo que sí podrías serlo, sólo hay que ver cómo te portas... —Me dice de manera coqueta—. Perdón por despertarte, por cierto. —No, no estaba dormida —le digo, mientras me recargo en la barra. —¿Ah no? ¿Y eso? ¿No podías dormir, pequeña?... —me pregunta, y en ese momento, mi estómago ruge —ya, siéntate, te hago algo de comer. POV SANTIAGO Mientras le cocino, no dejo de pensar en sus labios, la verdad, no sé porque me siguió el juego, pero me supo delicioso, y más aún, que con algo tan rico, por fin pude quitarme a Saraih de encima. —Listo, espero te guste —le digo, mientras me siento a lado de ella y le pongo el plato enfrente, y escucho como ruge su estómago y me da risa. —¿Tú no comerás? —me pregunta, mientras prueba un bocado y parece disfrutarlo. —No, siempre puedo robarte un poco —le digo y ella voltea con el tenedor en alto, de forma amanezadora. —No te dejaré robarme nada —Me dice y sonríe de forma tan atractiva, ahora que la observo, aún desarreglada y con mi playera, se ve hermosa. Tiene unos ojos verdes muy intensos, y su cabello n***o, y hay algo de ella que me hace sonreír. y aclaro que mi playera, se le ve mucho mejor a ella. —¿No me das ni un poquito? —le digo, poniendo cara de perrito hambriento. —No... aunque trates de chantajearme, no te daré nada —me dice riendo. La observo por un largo rato y me sorprendo de la confianza que me tiene, no parece tener miedo, ni desconfiar de mis intenciones, no sé si es muy inteligente o muy inocente... —¿Por qué me ayudaste con Saraih? —Le pregunto de forma seria. —Porque... No lo sé... no me diste tiempo a replicar nada —me contesta de forma despreocupada —Lo siento —le digo. —No hay problema, por esta comida lo valió —me dice sonriendo de oreja a oreja, qué hermosa es. —O sea, ¿que un beso tuyo vale una comida? —le digo coqueteando abiertamente y me doy cuenta que estoy apunto de besarle el hombro. Entonces, ella pone un dedo en mi frente y me aleja. —No, pero sólo ese beso sí. No dejaré que me vuelvas a besar —Me dice muy segura y yo frunzo el ceño. —¿Por qué? ¿No te gusto? —le pregunto. —Sí, me gustó, y mucho, pero no es sensato besarnos —Me dice muy seria y viéndome intensamente. Aunque fue sincera con que le gustó, y eso me hace sentirme inexplicablemente feliz. —Ah, supongo que tienes novio —ese comentario la hace molestar. —No, ya no —Me dice de verdad molesta. —El es un imbécil —le digo muy seguro de que se peleó con él. —Sí, lo es.... espera, tú por qué lo dices? —me dice, muy confundida. La tomo de las mejillas y se las acaricio. —Si fueras mía, no haría absolutamente nada para alejarte de mí —le contesto lo más sincero que puedo. —Pero no soy tuya, ni de nadie, y por lo que he visto y oído, tú no eres de nadie —me dice sonriendo, lo cual me sorprende. —Tienes razón, no soy de nadie, jamás entregaré mi corazón, el amor destruye —le digo y ella se pone seria. —Puede ser, pero creo que también el amor construye —me dice muy segura. —Tu ruptura no dice eso —le contesto también serio y seguro, y pienso que se puede ofender, pero se ríe. —Eso depende de a quién ames, el amor por tu hermano construye —me dice muy tierna. —Te equivocas, el amor por mi hermano me destruirá —le digo algo triste, porque sé el camino que está tomando mi hermano. —¿Pero reconoces que es amor? —su astucia me sorprende. —Sí, sí lo es. Pero yo me refiero al amor de pareja, ese destruye, traiciona, desilusiona —le digo, retomando el camino de la conversación. —No sabría decírtelo —me dice muy pensativa. —¿Cómo, qué no querías a tu novio? —le digo, algo confundido. —Sí lo quería y lo quiero, crecimos juntos por... muchos ...años, y si estábamos "destinados" a estar juntos, pero eso no es amor —me dice, siendo muy honesta. —¿Nunca te has enamorado? —Le pregunto, muy curioso. —No, ¿y tú? —me pregunta, ¿cómo rayos llegamos a esta conversación, con una desconocida? —No, ¿qué edad tienes? —le pregunto, ya que su madurez no va con la apariencia. —18 —me dice—. ¿Y tú? —19 —le respondo—. ¿Quieres leche? —le pregunto para cambiar el tema. —Por favor —me dice con una sonrisa. Así que me levanto y le sirvió leche fría. ella la toma y se le hacen bigotes de leche, me río, y le paso una servilleta. —¿Qué te hizo el imbécil? —le pregunto muy directo y curioso. —Mmm, me engañó —me dice muy seria y molesta, pero ya no veo tristeza. —Pues recalco, es un imbécil, no debió romperte el corazón —le digo de algún modo molesto, que no entiendo por qué. —¿Tú también eres imbécil? —me pregunta directamente. —Sí, pero tú, ¿por qué lo dices? —le respondo sonriendo. —Por tú ... amiga —lo dice con algo de duda y sospecha. —No es mi novia, yo no tengo novias —le digo algo serio. —Entonces, eres peor que el imbécil —me dice, insultándome directamente. —Graciiiias... —le digo de forma sarcástica y con expresión de enfado. —No, a lo que me refiero es que a tus amantes, alguna que otra les has roto el corazón... así que no sólo rompiste uno, sino varios —me dice y eso me pone a pensar un poco. —Sí, creo que tienes razón —Le respondo, mientras le robo un bocadito. —¡Oyeeeee! ¡Te dije que no! —me dice, haciendo cara de berrinche. —No te enojes, peque —la tomo de la nariz suavemente—, te prometo que mañana te hago más. Demonios, ¿por qué hago planes para mañana? Ella me sonríe. —De acuerdo, ¿te puedo preguntar algo? —Me dice de forma más seria. —Dime. —¿Por qué no tienes novia? —me pregunta, sus preguntas son difíciles de contestar y directas. —No lo sé, Dante dice que es porque nunca me he enamorado, pero creo que es porque no creo en el amor —Le digo y me mira muy intensamente. —¿Por qué no crees en el amor? —me pregunta. —Porque no creo que una persona pueda cambiar tu vida, que pueda ser tu todo... no lo sé, pequeña, sólo no creo, todo en esta vida es efímero —le respondo. —Sí, en eso tienes razón, yo nunca me he enamorado —Me dice muy pensativa. —¿Y tu novio?... ¿Dónde queda? —le digo con una sonrisa. —¡Ex! —me dice molesta—, y no nunca estuve enamorada de él, sólo ... no sé... estaba porque debía estar —me dice. —¿Por qué te corrió tu papá? —Le digo aún curioso. Ella lo piensa un momento. —De donde vivimos "pecar" de envidia, irá, vanidad y lujuria es grave, y mi padre se dejó convencer por mi ex y su "amante"—noto que dice esa palabra con mucho enojo—, de que todo era mi culpa y por eso me corrió, además dice que debo de madurar. —Ya.... —le digo muy serio—. Espera .... ¿vives en una comuna o algo así? —Le digo, algo confundido. —Sí, digámoslo así —me dice, sonriendo. —Ok, entonces .... ¿fue por pecar? —le pregunto y ella asiente, y me preguntó, ¿qué clase de padre corre a su hija por eso? — Vale, vanidad y lujuria lo entiendo, la verdad es que tienes con que presumir y aún más con que seducir —le digo, mientras la veo de pies a cabeza y en serio que está buenísima—, pero no te creo que capaz de sentir envidia o irá por alguien, no pareces ese tipo de persona —le digo viéndola de forma intensa, y molesto con su padre por hacerle eso. —¡Ya, gracias! —me dice, con una sonrisa enormemente sincera—. Pero sí tuve ira y envidia, cuando encontré a Zaid mi ex, engañándome si sentí mucha ira, al grado de darle cachetadas —me dice algo triste y no entiendo el porqué, el cabrán se lo merecía—, y sentí envidia al ver con quién me engañaba —me dice algo más triste. —¿Con quién fue? ¿Tu amiga? —pregunto —Mi hermana Sara, los encontré desnudos en la cama, haciéndolo... —me mira con algo que parece vergüenza y tristeza, esta niña es un libro abierto. —Wow! eso... WoW... —¿qué rayos? eso no lo esperaba—. Eso está mal, y ahora entiendo todo, menos el por qué no le dijiste a tu padre que fue lo que pasó. —Ella es su consentida, la que siempre hace todo bien, la que no rompe un plato... —empieza a decir—, y yo soy la latosa, traviesa, la que no madura, la que... —sigue diciendo y noto que cada vez, ella se siente peor. —La más hermosa, y la de mejor corazón porque protegió a Zaid y Sara para que no los corrieran a ellos, a pesar del daño que te han hecho —le termino diciendo, y en verdad, creo que es una niña buena. Ella sonríe y yo me empiezo a acercar lentamente a ella sin darme cuenta, de que mi boca casi está sobre la suya. —¿Qué rayos con ustedes? ¿Nunca duermen? —Llega Dante y lo agradezco, ya que no sé qué me empieza a pasar con esta escuincla. —Tanto como lo que tú sonríes —contesta ella con una sonrisa de de oreja a oreja, yo espero una contestación grosera de parte de mi hermano y para mi sorpresa, se ríe y dice: —Touché —toma un pedazo de pan que era de Ángel. —Ey, ese es mío —le dice ella con un puchero y para mi sorpresa, mi hermano sonríe y le revuelve el cabello con una mano. —Lo siento enana, ya se me hace tarde y me voltea a ver ya más serio—. Que mi día de trabajo va a ser una mierda hoy, gracias a ti —pero se le escapa una sonrisa de complicidad, ya que en el trabajo su jefa que es Saraih, y ya lo tiene harta de tanto que lo acosa con preguntas sobre mí. Mi hermano va a la puerta y cuando está apunto de salir, se gira y dice—: San, cuídala —y gira la cabeza hacia ella, eso me sorprende ya que mi hermano no suele ser ni protector ni tierno. Cuando volteo a ver a la niña, está bostezando. —Vamos a dormir un rato —le digo, mientras la acompaño a mi recámara. —Santi —me pongo algo tenso, sólo mi madre me decía así—. No te he agradecido por ayudarme hoy, así que gracias —se pone de puntitas y jala mi rostro hacia ella, y me da un pequeño beso en el cachete, y es un gesto que obviamente no esperaba, pero que debo de reconocer me derritió un poco. La tapo con las pocas cobijas que le queda a esta cama. —Descansa, pequeña —Le doy un beso en la frente, lo cual me sorprende y salgo del cuarto.

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