PREFACIO.
Lo que siento en estos momentos no hay palabras correctas para expresar lo que uno siente ya que cada uno es diferente en este mundo.
Lo que sí puedo expresar que la vida me ha dado lecciones, que no todo es color rosa, que no es un cuento de hadas, que si te esfuerzas por algo puede ser que no sea lo que quieres o no lo obtengas, que las promesas no siempre se cumplen, que el siempre y el jamás tienen fin; que no hay finales felices, solo finales.
La soledad está ahí para ser tú amiga y tu enemiga a la vez. Que el amor es un arma de doble filo, puedes dañarte a ti y a otros. Que no hay gente ni buena ni mala solo gente, solo tú escoges que versión eres.
Hoy puedes abrazar un amigo que mañana puede ser tu enemigo, que un enemigo puede ser un amigo. El hoy unidos es mañana desconocidos.
Un secreto, una palabra o una acción duele más que un cuchillo o un disparo. La esperanza juega al "tal vez " y eso es el único impulso que tenemos.
La vida la ponemos como la buena del cuanto y a la muerte como la villana, cuando los papeles están invertidos.
La vida es cruel en sí, lo único que da a cambio por el dolor que pases son momentos felices; esos que duran un instante que te llenan de felicidad, esos que te hacen sonreír y no intentas olvidar, para que puedas seguir con tú vida con la esperanza de vivir de nuevo esa sensación, que nos hace sentir en calma y que podemos con lo que se nos presente.
Esa esperanza tal vez falsa, esa promesa que te da la vida que a veces cumple, un instante de felicidad es lo único que me tengo ahora. Solo espero que no se tarde la vida en cumplir en darme ese instante en el que de verdad todo está bien y vez que la vida es linda.
Hasta ese entonces esperaré, para que la vida me pueda dar la oportunidad que de nuevo esa línea curva de felicidad se pose en mi rostro y que es sincera. Esperaré por eso, mientras seguiré en la esa oscuridad triste que es la verdadera cara cruel de la vida.