—Prólogo—
Mi nombre es Melissa James. Trabajo como organizadora de eventos. Vivo en Ojai es un pequeño pero pintoresco pueblo de California, que está a hora y media de la Ciudad de Los Ángeles.
La ventaja de vivir en en pueblo pequeño, es la tranquilidad que te da. Menos estrés que vivir en una ciudad grande llena de tráfico y una vida acelerada. Las desventajas de vivir en un pueblo pequeño es que casi todo el mundo se conoce. Tienes amigos así como enemigos. Enemigos como el mío.
Mark Benson, era mi peor pesadilla desde el primer día en el jardín de niños. No, corrección, creo que desde estábamos en la barriga de nuestras madres. Mark y yo siempre estábamos en competencia. Todo lo que yo hacía, el lo hacía mejor y viceversa.
El día que Mark dejo Ojai fue el mejor día de mi vida. Pero cinco años después el regresó y ese fue el peor…
Ahora el idiota de Mark es endemoniadamente sexy. Es tan caliente como el asfalto en el verano. El irritante niño que alguna vez conocí, ya no existe. Ha sido reemplazado por un hombre de ojos color café claros, abdominales perfectamente marcados. Un trasero firme y redondo, uno que provoca darle una mordida y azotarlo, y una sonrisa torcida tumba calzones que ¡Dios Santo!. Pero eso no es lo peor, lo peor es que me entere que seremos compañeros de trabajo.
¿Es malo que lo desee? Si, si lo es. Pero hay algo aún más malo y es que el también lo hace.
Hay miradas, guiños. Hay sonrisas que hacen que mis bragas se prendan en llamas. Esto no es un romance de oficina. Esto es una alarma de fuego a su más alto nivel.
¿Que hace una chica cuando el hombre que no tolera, es al que está deseando y teniendo fantasías sexualmente y que al parecer el está pasando por lo mismo?
Pues sencillo, entrar en un acuerdo de “Amigos con derecho” que en nuestro caso sería “Enemigos con derecho”.
No citas, ni relaciones serias, no sentimientos. Solo sexo caliente y desenfrenado. Porque hay una persona en este mundo de la que no debería enamorarme y esa persona es Mark Benson.