bc

No Quiero que lo Olvides

book_age16+
627
FOLLOW
2.4K
READ
love-triangle
band
popstar
comedy
sweet
bxg
lighthearted
childhood crush
friendship
classmates
like
intro-logo
Blurb

¿Qué pasaría si descubrieras que te has enamorado de tu mejor amiga? ¿Qué pasaría si ella no sintiera lo mismo por ti? ¿Romperían sus viejas promesas o no las olvidarían? Acompañen a Daniel en esta historia...

chap-preview
Free preview
Capítulo 1
Capítulo 1     — ¿No es un día maravilloso? — pregunta mamá, entrando en mi habitación — ¿No lo crees? — abre las cortinas, hago una mueca de disgusto — ¿No te gustaría ir al parque…? — no me apetece oír nada de lo que dice, prefiero seguir jugando en mi Súper Nintendo ¡Ya voy a la mitad de Súper Mario! — Daniel… — paso el nivel — Daniel… — salto, mi mamá avanza hacia mí — ¡Daniel!   — ¡Ey! Grito, fulminándola con la mirada, ha desconectado mi consola.   — Vamos al parque Me mira con severidad, voy a tener que obedecer.   — No quiero… Me cruzo de brazos.   — Los niños deben de jugar   — Estaba jugando… Mi madre me mira, suelto un suspiro.   — Con otros niños…   — Pídele a Harry que juegue conmigo…   — Tu hermano quiere ir al parque…   — Pues vayan juntos y yo me quedo… Sonrío.   — No dejaré a mi hijo de cuatro años, solo en casa — mamá me mira — No voy a discutir con un niño de cuatro años…   — ¡Ey! — mamá me toma del brazo — ¡Exijo mis derechos! ¡Mi madre me maltrata!   — Ya basta Daniel… — mamá comienza a reír — Debes dejar de ver tanta televisión… o ver algo apropiado para tu edad…   — Mamá… — la miro, me coloca bloqueador solar en la cara — En serio no quiero ir, el parque es aburrido y sucio…    — ¿A sí…?   — ¡Sí! — aseguro — Hay arena por todas partes, suciedad de paloma y niños comiendo mocos… ¡¿Me quieres exponer a eso?!  — Sí Ella sonríe, ruedo los ojos. Mi mamá es manipulable la mayor parte del tiempo, pero creo que está aprendiendo a combatirme, tendré que buscar otra forma de salirme con la mía. En fin… supongo que es lo que consigo por solo ser un niño, no tengo voz ni voto en esta casa. Harry toma su bicicleta y la monta, quedando a una distancia prudencial de nosotros. Él es el hijo bueno, es el mayor y debe serlo, obedece todo lo que mis padres dicen. Yo también soy desobediente, solo que me gusta más que ellos hagan lo que yo quiero, al fin y al cabo, soy el menor y técnicamente me deberían de venerar.   — Me pregunto si Laura estará en casa… Pregunta mamá, viendo hacia la casa de alado. Nuestra nueva vecina es abogada, es una mujer que usa traje y tacones muy altos. Se mudó ayer, llegó junto a un camión de mudanza y un piano blanco, me gusta mucho ese piano blanco. Creo que mi mamá ya la conocía, pues cuando se vieron actuaron como si se hubiesen reencontrado después de décadas. Mamá es ama de casa, papá trabaja. Mamá no hace mucho en el día así que le cae a pelo tener a una amiga. El parque no está muy lejos, está a pocas cuadras, realmente no quiero ir, pero de nuevo, solo soy un niño y mi opinión no importa mucho. Yo detesto salir de casa, no estoy cómodo y la ropa se me llena de tierra. La última vez que pisé la zona de juegos del parque, terminé con una rodilla raspada y un chinchón en la frente ¡Y mucha tierra en el cabello! Definitivamente no es mi lugar preferido. Prefiero la comodidad de mi casa, con aire acondicionado, sin sol que queme mi piel y el Nintendo de Harry. Se lo regalaron en Navidad y nunca lo usa, prefiere ir al coro de la iglesia y esas cosas, así que el que juega con él soy yo… quien recibió un Power Ranger inservible.   — ¡Llegamos! Anuncia mamá.   — Voy a dar una vuelta Dice Harry, alejándose con rapidez.   — ¡No te alejes mucho! Pide mamá, soltándome la mano.   — ¿Podemos ya irnos? Pregunto, viendo a los niños alrededor de una construcción de madera con puentes y toboganes.   — Daniel, solo intenta jugar… Pide mamá, aplicando más protector solar en mi cara.   — Eso hacía, mujer — mamá me mira con una ceja alzada — Lo siento…   — Se niño bueno y ve a jugar… Ordena mamá con una sonrisa.   — Ya qué… Suelto un suspiro, estoy condenado por los próximos once años a no tener voto. Miro el terreno de arena donde los niños juegan, hago una mueca. Definitivamente no es el mejor lugar del mundo, pero complacer a mi madre significa más horas en el Nintendo y menos rompecabezas de gatitos. Entro en el arenero, mi cuerpo se hunde un poco. Caminar por la arena es lo más incómodo del mundo, eres lento y te ensucias. Llego a la construcción de madera, es un castillo de tres pisos con resbaladeras en cada uno. Algunos niños se suben en él por las distintas escaleras, otros saltan en los puentes colgantes, muchos se cuelgan de las sogas y algunos pocos solo están en los columpios de la primera planta. Al mal tiempo buena cara. Comienzo a subir por la escalera, la madera se siente dura y áspera al tacto. Cruzo un puente, esquivando a varios niños gritones, y llego a uno de los toboganes, me siento y me dejo caer. Mis zapatillas chocan con la arena, ha sido divertido, pero no lo suficiente. Vuelvo a subir por la misma escalera, los mismos niños siguen arremolinados gritando y riendo, creo que muchos ya se conocen, quizá van a la misma escuela. Los vuelvo a esquivar, llego de nuevo al tobogán y me deslizo, esta vez caigo sobre mis rodillas. Me limpio la ropa y vuelvo a subir, al menos es un buen ejercicio. Miro de nuevo el puente donde los niños están apretados, suelto un suspiro, ya no me apetece lanzarme por ese tobogán por tercera vez consecutiva. Miro la otra escalinata, solo niños más grandes suben ahí, supongo que ya es muy alto como para un niño de mi edad ¡Pamplinas! Me agarro con fuerza de la escalera y comienzo a trepar, es un gran paso para la comunidad infantil. Llego a la cima, desde aquí veo gran parte del parque. Mi madre está sentada junto a una mujer de vestido anaranjado, mi hermano está dando vueltas por los alrededores, y el resto de niños siguen riendo y gritando.   — Niño… — me giro, es un niño un poco más alto que yo — ¿Te vas a lanzar o qué?   — Pasa tú… — me giro de nuevo al barandal, la vista es bonita — No quiero lanzarme aún…   — Miedoso… Se burla el niño.   — No lo soy… Me giro a verle, él también me está mirando.   — Entonces lánzate   — No lo haré, no debo de sucumbir a la presión social…   — ¿Qué…? El niño me mira confundido.   — Olvídalo… eres solo un niño común… — me vuelvo a girar — ¡Ey!  No tengo tiempo de decir nada más, el niño me ha tomado del brazo y me ha empujado hacia la resbaladera. Mi mentón fricciona el metal, mis manos están muy sudadas como para sostenerme, cierro los ojos, no dolerá… caeré sobre la arena… no dolerá…   — ¡Ay! Dolió.   — Au… Abro los ojos, he chocado con algo duro.   — Au… Dice una voz debajo de mí… es una niña. Me levanto, ella hace lo mismo. Tiene el cabello n***o y lleva un broche con un muñeco de conejo sobre la cabeza. Usa en vestido rosa con conejos y zapatos rosados con más conejos. Miro su rostro, ella hace un puchero… ¡Oh no…! — No te pongas a llorar Ordeno, girando los ojos, ella me mira. Lo que más odio de las niñas es lo lloronas que son ¡Son desesperantes! La niña conejo frunce el entrecejo e infla las mejillas… se enojó…   — Yo no iba a llorar… Intento no reírme, se ve chistosa con esa expresión. Me mira fijamente, le sostengo la mirada presionando los labios para no reír. Ella sonríe… — Pareces un conejo… — suelto, dejando escapar al fin las carcajadas, ella de nuevo infla las mejillas — Lo siento, pero es que te ves ridícula…   — ¡Esmeralda! — grita de pronto — ¡Este niño está siendo malo conmigo! Sigo riendo, esta niña parece un peluche andante, una bolita rosada con orejas de conejo. Me limpio una lágrima falsa, la niña conejo me mira ceñuda con las mejillas infladas y los brazos cruzados. Al menos podré decir que he tenido un buen momento en este horrible parque… — ¡¿Qué pasó?! Grita una voz chillona, haciendo que mi cuerpo se escarapele. Una chica de cabello largo y n***o con un enorme lazo en la cabeza, aparece. Toma a la niña conejo de los hombros y la mira de arriba abajo, quizá buscando algún daño. Ruedo los ojos, esta debía de ser su hermana mayor o algo así, adiós a mi momento de diversión y hola a un posible regaño de parte de una extraña.   — Este niño dice que soy un conejo y me veo ridi—cola — ¡Ey! — la recién llegada me mira de forma severa — ¡¿Por qué tratas mal a mi hermana menor?! — ¡Esmeralda! — volteo, ahí viene mi hermano — ¿Daniel? — ¿La conoces? Miro a mi hermano, es tan raro que él le hable a una niña.   — ¿Conoces a este niño? Pregunta la niña del lazo.   — Sí… — Harry me mira — Es mi hermano menor… — Pues él está tratando mal a Minerva Acusa la chica. — ¿Por qué estás tratando mal a Minerva? Miro a la niña conejo y suelto un bufido ¡Todo esto por una niña de color rosado! — Yo no la traté mal — miro a la niña conejo, ella se esconde detrás de su hermana — Me caí encima de ella por accidente, estaba deslizándome por el tobogán… — Entonces fue un accidente… Asiento ante las palabras de mi hermano.   — Pero… Volteo a ver a la niña. — ¿Qué pasa Minerva? Pregunta la niña del lazo, quedando a la altura de su hermano menor. — Él no me pidió disculpas… Miro a la niña y ruedo los ojos ¡¿Es en serio?! ¡Por el Dios de Harry! ¡Qué niña tan irritante! — Daniel… Miro a mi hermano. Él no estará esperando a que yo… ¿O sí? ¡No! ¡No lo voy a hacer! ¡Ni que lo hubiese hecho apropósito! Miro de nuevo a mi hermano, Harry me mira fijamente, espera que yo diga algo. Esmeralda me mira como si quisiera matarme o algo más cruel, y la niña conejo me mira de forma extraña… — Lo siento… Suelto, la niña sonríe. — Bueno, eso fue todo — dice Harry, sonriendo — Todos amigos — Bueno… — la niña del lazo me mira de forma amenazadora — Minnie, quédate aquí — le ordena a la niña conejo y esta asiente — Harry, cómprame un helado — la niña toma la mano de mi hermano y tira de él — Quiero de vainilla… ¿Pero qué diantres acaba de pasar? Primero caigo sobre una niña conejo, luego una niña de lazo, que aparentemente cazó a mi hermano, me regaña innecesariamente ¡¿Qué más puede pasar?! Miro hacia un lado… la niña conejo está a mi lado… abrazando mi brazo izquierdo…   — ¿No quieres ir donde tu hermana? Pregunto, intentando zafar mi brazo. Ella niega con la cabeza, sonriendo de oreja a oreja ¡¿Y ahora cómo me deshago de esta niña?! Miro a todos lados, mi madre está distraída con la mujer del vestido anaranjado ¡¿Cómo me deshago de esta niña?! Intento caminar, la niña no me suelta ¡Rayos!   — ¡Vamos a los columpios! Pide la niña conejo, tirando de mi brazo.   — No quiero — por fin logro recuperar mi extremidad — Quiero ir al tobogán   — Está bien… La niña sonríe, me alejo a toda velocidad hacia la escalera ¡Por eso no quería venir al parque! Encuentras a cada loco ¡Extraño mi Nintendo! Llego a la cima de la torre más alta, respiro hondo, no creo que la niña me haya seguido. Me siento en el tobogán… un par de brazos rodean mi cuerpo… me giro… ¡Es la niña conejo!   — ¡Ah! Mi cuerpo se desliza con rapidez, ella no me suelta. Caigo sobre la arena, la niña cae sobre mi espalda, está riendo y aplaudiendo como tonta. La empujo y me levanto, sacudiendo mi ropa y mi cabello, ella sigue riendo ¡Parece un bebé rosado! — ¡Hagámoslo de nuevo! Pide, quitándose la arena de encima.   — ¡No! Ella sigue sonriendo.   — Por favor…   — No… Me mira fijamente sin borrar su sonrisa.   — Por favor… Junta sus manos y comienza a agitar las pestañas.   — N… ¡No! Retrocedo un paso.   — ¡Por favor!   — ¡Está bien! Grito, cerrando los ojos ¡Dios! ¡Duele! ¡Es una mirada que quema! La niña conejo vuelve a aplaudir ¡Me ha manipulado! Toma mi brazo izquierdo y tira de mí hacia la escalera. Esto va a ser una tortura… Tres vueltas más, con mucha arena de por medio, al fin la niña se ha cansado ¡Gracias Dios! Ella aún no me suelta, parece estar pegada a mi brazo izquierdo ¡No lo quiere soltar! ¡Es mi brazo! ¡Mío! Caminamos hacia los columpios, ambos estamos cansados…   — ¿Me empujas? Pregunta, sonriendo de nuevo.   — No — me subo en mi columpio — Hazlo tú sola, ya eres grande…   — Tengo cuato, mi hermana dice que soy pequeña…   — Pues no lo eres…   — Por favor… — hace un puchero — ¿Me empujas?   — ¡No! Comienzo a columpiarme.   — ¿Me empujas? Repite, agitando las pestañas y haciendo más grande su puchero.   — ¡Que no!   — ¡Malo! La niña frunce el entrecejo e infla las mejillas, cruzándose de brazos ¡No! Me detengo ¡¿Qué rayos estoy haciendo?! Me voy a matar por esto…   — Está bien… Bajo del columpio y comienzo a empujarla.   — ¡Sí! Grita ella, elevándose.   — No grites… — ruedo los ojos — Niñas…   — ¡Más alto!   — No puedo… — la empujo — Pesas…   — ¡Más alto!   — Dios… que insoportable…   — ¡Más alto!   — Ya me cansé… — subo a mi propio columpio — Solo mueve las piernas…   — ¿A sí?  Me mira.   — Sí Ella sonríe, hago lo mismo… esto es divertido.   — ¡Sí!   — ¡Wiii! Ambos comenzamos a gritar.   — ¡A la cuenta de tres! Grita, asiento.   — ¡Uno!   — ¡Dos!   — ¡Tres! Gritamos al unísono, lanzándonos de los columpios y cayendo en la arena. Comienzo a reír a carcajadas, ella también lo hace. Nos levantamos tambaleantes, ella de nuevo toma mi brazo izquierdo, volvemos a caer, seguimos riendo. Gateamos hasta la orilla del arenero ¡Ya ni siquiera me importa estar ensuciándome! De nuevo intentamos levantarnos, esta vez lo logramos. Ella sigue sonriéndome, se abraza a mi brazo izquierdo y juntos salimos del arenero.   — ¡Dany! — mi mamá me mira, está sonriente — Estás sucio…   — Sí… — miro mi ropa — Luego lavas…   — Lo hará la lavadora y tú colocarás la ropa… Asiento.   — De acuerdo…   — ¿Y quién es tu amiguita? Mamá mira a la niña conejo, esta solo sonríe.   — Ella es Conejo — contesto, agitando un poco mi brazo — Saluda…   — Hola… Mamá sonríe aún más.   — ¡Minnie, ya vámonos…! Llama una voz, es la niña del lazo.   — ¡Mamá! — la niña conejo me suelta — Adiós Dany…   — ¡Minnie! Grita la niña del lazo.   — ¿Te veré mañana? Pregunta la niña conejo.   — No lo sé… — la miro, ella de nuevo hace un puchero — Quizá esta sea la última vez que nos veamos, falta una eternidad para mañana… ¡Como diez horas!   — ¡Es mucho! — la niña abre mucho los ojos — No quiero que me olvides…   — No lo haré…   — Entonces nos veremos mañana   — Lo prometo Ambos sonreímos.   — Adiós Dany…   — Adiós Conejo…   — Minerva — me corrige, soltando una risita — Me llamo Minerva   — Minnie…   — ¡Minnie! Grita su hermana, caminando hacia nosotros.   — ¡No me olvides! Grita la niña conejo, corriendo hacia su hermana.   — ¡No lo haré!

editor-pick
Dreame-Editor's pick

bc

AMOR CON ODIO

read
12.9K
bc

En los Zapatos de Renatas

read
1.3K
bc

Efimero (Devil's touch)

read
372.7K
bc

UN TOUCHDOWN A TÚ ❤️

read
225.6K
bc

Casado con la ¿Gordita?

read
312.3K
bc

Mi jefe esta paralitico

read
3.2M
bc

Una esposa de mentira. Saga familia Duque.

read
8.3K

Scan code to download app

download_iosApp Store
google icon
Google Play
Facebook