La Furia del Mafioso

Andrés. Londres "Inglaterra" Estar en esta ciudad ya me tiene hasta los cojones y tener que lidiar con los idiotas que trabajan para mi más... Toco el puente de mi nariz y llevo mi mano a flotarme la cien. Juro que sí mi madre me viera en estos momentos me diría Andrés deja de fruncir el ceño. Camino al mini bar que hay en la suite y me sirvo un vaso de whisky. A este paso tendré que visitar alcohólicos anónimos pronto... Y como no me traigan buenas noticias incendiare Londres con todo y la «"DCN" División Contra Narcóticos» La puerta de mi habitación se abre dándome paso a Roger que por la cara que se carga sé que valimos madre. —Espero por tu vida que traigas buenas noticias Roger. —espetó con el vaso a medio llevar a mi boca. —Señor... yo... lo siento... no pudimos rescatar el cargamento. —dice tembloroso y con miedo. Sonrió sarcásticamente, mientras lanzó mi vaso y lo estrelló contra la pared a su lado. —No pudieron recuperar el cargamento. —digo con sorna. —Muy bien, pues entonces cuando los alemanes pregunten por su entrega le diré QUE LOS IMBÉCILES QUE TRABAJAN PARA MI SON UNA PARTIDA DE INÚTILES. —grito haciéndolo sobre saltar. Veo a Roger encogerse en su sitio y tembloroso me entrega una carpeta. —¿Y esto ahora que mierdas es? —espetó furioso, no me puedo creer esta mierda. —La persona que nos vendió a la DCN. —dice un muy cagado Roger. Lo miro y abro la carpeta para llevarme con la sorpresa de mi vida. Me siento un verdadero idiota con la información que en ella aparece. Lo vuelvo a mirar esperando que me diga que es una puta broma, pero el idiota me sostiene la mirada. —Lárgate de mí vista y ya sabes que hacer. —mascullo entre dientes, Roger sale disparado por la puerta cerrándola de un portazo. Mientras yo retomo mi posición anterior tomó un vaso de whisky y lo llevó a mi boca sintiendo como quema todo a su paso. Se que Aimar estará de mi lado cuando sepa lo que está pasando, pero no sé qué tan bien tome que su mejor amiga la halla traicionado. Solo sé que de que me las paga me las paga. Ay Cleo, Cleo te deje pasar que me dijeras que te enamoraste de otro y hasta te felicite por eso. Pero que ahora me vengas con qué quieres que tu esposo se cuelgue una medalla en su pecho jediéndome a mí y a mis negocios ahí si te la fregaste bonita, la cagaste bien feo, porque la mujer se cambia y a mi ellas me sobran sin embargo los millones que me hicieron perder no y mis socios no estarán contentos con eso. Y por lo tanto yo menos. Ladeo mi cabeza y masajeo mi cuello, siento que tanta tensión va a terminar matándome. Tomo mi celular y marco su número, después de tres repiques lo levanta. —El cielo se va a caer. -escucho la exclamación del otro lado de la línea. —No me jodas Aldel, que no tengo buen humor y mucho menos ganas de recital el pollito pitó contigo. Así que ponte serio. —contesto entre dientes, lo escucho largar una carcajada del otro lado de la línea, maldito idiota. —Tú después de la sequía que tienes, claro que tienes que tener mal humor. —contesta burlonamente, si sigue así va por buen camino a que le corte su masculinidad. —Juro si no te necesitará ya te hubiera cortado las pelotas. —refunfuño molesto, todo para él es broma. —¿Qué pasó? —dice poniéndose serio, bien ya tengo su atención. —Necesito tu contacto y es para Ya. —digo y cuelgo la llamada sin dejar que me dé respuesta. Está maldita de Cleo me ha puesto a correr. Abigail. Horas y horas de entrenamiento y duro trabajo, aún no termino de graduarme y ya quiero tirar la toalla en el primer intento. Estoy agotada física y mentalmente. Bajo de la caminadora y tomo mi toalla secando el sudor que baja por mi frente. Mientras destapó una botella del preciado líquido que es beber agua. Joder siento que vuelvo a la vida. Que es de mi pues bueno les diré. Soy la chica que le saca canas verdes a mi hermana, mi padre dice que ya se dio por vencido conmigo. Y mi hermana no sabe si llorar o gritar por mí culpa. ¿Por qué?, sencillo a los 15 años decidí hacer mi vida y la carrera que siempre había soñado. Se los comunique y ambos pegaron el grito en el cielo. Más por ser la consentida y mimada dieron su brazo a torcer. Cuando cumplí los 16 ya estaba en la academia y era la mejor en mi clase. Tanto así que me hicieron hacer trabajo de terreno. ¡Resultado! me enteré que Mi familia no solo se dedica a la abogacía, sino que el esposo de mí hermana, padre de mi sobrino tiene nexos con la mafia. Más específicos la mafia rusa y su bendito hermano es el puto amo. Así es... Ese que veía en mi adolescencia y dueño de mis orgasmos y protagonista de mis masturbaciones. Y es que como no si el hombre es un jodido dios griego. Que a todas pone a babear. Salgo de mis pensamientos cuando la puerta del el gim es abierta y mi roja entra por ella. —Tenemos trabajo, vístete. —dice mi mejor amiga en tono serio. Yo asiento con la cabeza y me voy rumbo a mi habitación lo más rápido posible. Por qué si ella dice que el trabajo es nuestro yo sé que algo pasó. Y algo que no me va a gustar. Llegó a la regadera y abro el grifo quien directamente me tira el agua fría encima. La cuál relaja mis músculos y se lleva mis tensiones. Así es Yo soy cadete de la DCN la cual se graduará este año y con honores. Yo la Rebelde. Yo la atrevida. Yo la indomable. Pero sobre todo esta mi familia y si ellos en algún momento llegan a necesitar de Mi puesto en la DCN lo tendrán. Ahora más que nunca estoy segura de la decisión que tome fue la correcta. Salgo de mi baño y me coloco una falda de cuadros que me queda por encima de mis rodillas la cual es un poco corta lo sé, una enguatada blanca de mangas tres cuartos y mis botines por encima de mis rodillas. Ese es el complemento que lleva mi atuendo, me echo mi perfume y tomo las llaves del auto. Salgo como toda una diosa. ¿Por qué?: Porque yo soy la Rebelde, Yo soy Rebelión. Pero, sobre todo. Soy La Reina del Hielo.