No Quiero que lo Olvides Vol. 2

Primera Temporada Capítulo 1   La luz entra por mi ventana, aprieto los ojos, no sé qué hora es y tampoco me interesa, quiero seguir durmiendo. La cabeza me duele, anoche bebí demasiado aunque prometí no hacerlo, no debería de haber alcohol en una fiesta de adolescentes quinceañeros. La luz me da de lleno en la cara, suelto un gruñido ¡Quiero seguir durmiendo! Estaba teniendo un muy agradable sueño y la bendita luz solar me lo ha arruinado. Tomo las sábanas y doy un tirón…   — ¡Ey! — protesta una voz aguda — No me destapes…   — Ah, Conejo… lo siento — me cubro el rostro con una almohada, ella aprieta mi brazo izquierdo — ¡Conejo!   — ¡Au! — Minnie intenta recuperar mi brazo — Tengo sueño… — la miro con los ojos bien abiertos — ¿Qué sucede? — se restriega los ojos con la manga de su pijama — ¿Qué?   — Nada… — mi corazón comienza a latir a toda velocidad — Por un segundo creí que…   — ¿Qué…? Me mira.   — Que había sido un sueño… Confieso, la respiración se me entrecorta.   — Ah… cierto… — Minnie mira hacia el techo — Buenos días…   — Buenos días… — susurro — ¿Conejo…?   — ¿Qué…? Me mira.   — Anoche… — trago saliva, me siento nervioso — Anoche… — mierda, las palabras no salen — ¿Hablabas en serio?   — ¿Estaría aquí si no? Me mira fijamente, entonces sonríe.   — Eso significa… — sonrío, Minnie vuelve a abrazar mi brazo — Conejo… — me mira — ¿Qué significa?   — Significa… — se muerde un labio, mira de nuevo al techo — ¿Qué quieres que signifique?   — ¿Qué quieres tú…? Nos miramos fijamente.   — Yo… yo solo quiero que estés conmigo… Confiesa, sus mejillas se tornan rosadas.   — No tengo ningún problema con prometértelo…   — Bien… — sonríe ligeramente — No quiero que lo olvides…   — No lo haré… Miro sus ojos, luego sus labios. Me acerco lentamente a su rostro, siento su cuerpo tensarse y oigo los latidos agitados de su corazón. Uno mis labios a los suyos. Mi estómago se revuelve, es un cosquilleo agradable, me hace querer sonreír mientras beso a Minnie. Su mano llega a mi cuello, las mías llegan a su cintura, ambos queremos estar más cerca al otro ¡No puedo creerlo! La estoy besando, a Minnie, a mi mejor amiga, la chica de la que he estado enamorado desde siempre ¡Qué locura! Y ella me está devolviendo el beso, aprieta cada vez más mi cuello acercándome a ella ¡Sus labios son suaves! Se amoldan a la perfección con los míos, es como si estuviéramos hechos el uno para el otro ¡Y no dudo que sea verdad! Hemos estado juntos toda la vida, es imposible pensar que el destino quiera otra cosa que no sea vernos juntos.   — ¿El desayuno ya estará listo? Pregunta de pronto, suelto una carcajada.   — ¿Qué hora es? — me estiro y tomo el reloj sobre mi mesa de noche — ¡Wow…! — miro a Minnie — Ya es mediodía   — ¡Oh rayos! — Minnie se endereza — Mi mamá debe de preguntarse dónde estoy   — No lo creo… — la miro — Mi mamá ya le habrá dicho a la tuya que dormiste aquí…   — Sí… — Minnie se sonroja — Dormimos juntos…   — Sí, como siempre Sonrío, Minnie se ve adorable.   — Sí, como siempre… Me mira, sonríe.   — Te quiero… Confieso, tomando su mano.   — Yo también te quiero… — se deja caer sobre mi cuerpo, me abraza — Me alegra ya no estar peleados…   — Sí… — sonrío, acariciando su espalda — A mí también…   — Si ya nos perdimos el desayuno… — comienza a decir, suelto una risita — ¿El almuerzo ya estará listo?   — Supongo que estarán cocinándolo   — ¿Bajamos?   — ¿No quieres quedarte un rato más en la cama? Pregunto, ella se sonroja al instante.   — ¡No! — se separa de mí — ¡Comida!   — Bien… bajemos… Vuelvo a reírme, Minnie me lanza un almohadón.   — ¡No te rías de mí! Me lanza otro almohadón.   — No me río de ti — me río — Es que… eres tierna…   — Siempre he sido así… Me mira con confusión.   — Lo sé… — sonrío, tomando su mano, de nuevo se sonroja — Es una de las cosas que más me gustan de ti   — ¿En serio?   — Sí… Me inclino hacia adelante…   — ¿Qué hacen? Minnie me empuja y cae de nuevo en la cama.   — ¡Mierda Henry! — mi hermano nos mira con una sonrisa malévola — ¡Toca antes de entrar!   — ¿Qué hacían? Pregunta sin perder la maquiavélica expresión.   — Nada que te importe — empujo a Satán fuera de mi habitación — ¡Largo! — cierro la puerta — ¿Conejo…? — la miro, se ha vuelto a enrollar en las sábanas — ¡Conejo! ¡No es hora de dormir!   — ¡Wuahhhh! ¡Déjame ser! — protesta, cubriendo su rostro con las sábanas — ¡Tengo mucho sueño! ¡Jamás he estado despierta hasta tan tarde!   — Eso no es cierto… Tiro de las sábanas, Minnie se sienta en la cama.   — Es distinto, eso es quedarse despierta por ver maratones de películas con tu persona favorita en este planeta   — Bueno, ahora te has quedado despierta en una fiesta junto a tu persona favorita en este planeta…   — ¿Quién dijo que hablo de ti? Sonríe, levantándose de la cama.   — ¿A no? — la tomo por la cintura, su cuerpo se tensa, rodea mi cuello con sus brazos — ¿Entonces de quien…?   — De mi mejor amigo… — suelta una risita — Pero desde ayer que no lo encuentro…   — ¿Por qué no?   — Porque… — sonrío, Minnie balbucea, sus mejillas se vuelven a sonrojar — Pues… — abre y cierra la boca — Pues… No la dejo terminar de hablar, la beso ¡No puedo creer que esto esté pasando! Realmente estoy en mi habitación, besando a Minnie, y ella me está devolviendo el beso ¡Minnie es mi novia! ¡No puedo creerlo! ¡¿Se puede estar inmensamente feliz?! Yo creo que sí, he alcanzado el máximo de felicidad que un ser humano puede alcanzar.   — Te quiero… Susurro, de nuevo se tensa.   — Yo… también… — sonríe, me mira — ¿Bajamos?   — Sí… — extiendo mi mano izquierda, ella toma mi brazo — Vamos… Salimos de mi habitación ¡No puedo dejar de sonreír! ¡Es que en serio no me lo creo! Ayer todo parecía haber acabado entre Minnie y yo, pensé que nuestra amistad de toda la vida se iba a ir al inodoro ¡Y ahora es mi novia! ¿Es un sueño? ¿Una fantasía! Si es así entonces no quiero regresar a la realidad, no quiero despertar nunca, por fin siento que el universo se está acomodando, por fin estoy con la chica de la que estoy enamorado. Miro a Minnie, ella sonríe, es una sonrisa avergonzada ¡Es tan endemoniadamente tierna! Esto amerita una canción, definitivamente escribiré una canción por ella.   — ¡Niños! Minnie y yo nos detenemos en seco.   — Mamá… Mamá nos mira sonriente, sostiene el teléfono y un folleto de la pizzería de la esquina.   — Hola señora Knight… — saluda Minnie con voz adormilada, suelta un bostezo — ¿Ya está el almuerzo? — abraza mi brazo izquierdo y cierra los ojos — Tengo hambre…   — Conejo… pesas… — mi brazo da un tirón hacia abajo, Minnie está usándome como una cama vertical — Conejo… — presiono mi dedo contra su frente — Se durmió…   — Oh… — mamá me sonríe — ¿Durmieron bien?   — Sí… Contesto, arrastrando a mi inconsciente novia hacia el sofá.   — ¿Qué tal la fiesta? — pregunta — Eh… sí, dos pizzas tamaño familiar…   — Bien… — miro a Minnie, ya me está babeando la manga, sonrío, extrañaba esto — Muy bien la verdad   — Me alegra hijo… Sí, con el borde con queso… Muy bien, gracias — mamá cuelga el teléfono — Laura se sintió más aliviada, dijo que Minnie no la llamó en toda la noche   — Ah…   — Y cuando le dije que tú la habías traído sana y salva, y que ya estaban dormidos en tu habitación, se tranquilizó — mamá se sienta en otro sofá — Es que realmente, después de lo que ese chico le hizo… cualquier madre estaría nerviosa…   — Sí… — Minnie suelta un suspiro, vuelvo a sonreír — Por suerte estoy yo para cuidarla…   — Owww… — mamá aplaude — ¿Y Blair? ¿Hoy no era su aniversario o algo así?   — Ah… sí… — miro a Minnie por enésima vez — Anoche terminé con ella   — ¿En serio? — mamá me mira con los ojos bien abiertos, asiento — ¡Qué bueno! — suelta, haciendo un ademán con la mano — Esa chica nunca me agradó…   — Jamás te quisiste relacionar con ella… Le recuerdo.   — Es porque no me agradaba — sonrío, sé que miente, lo dice porque ella solo quiere a una nuera, y esa no era Blair — Ahora… — mamá me hace gestos con los ojos, me señala a Minnie — Ya son amigos de nuevo… ¡Aprovecha!   — ¿Qué…? — suelta una risita, es raro que mi madre use esas palabras para referirse a Minnie — No digas eso…   — ¿Por qué no? — mamá hace un puchero y se cruza de brazos — Yo sé que ustedes están destinados a estar juntos y el destino de Minnie es ser mi nuera al igual que su hermana   — Mamá, deja de leer las novelas de Mily Wu — suplico — Te están haciendo perder la cabeza   — ¡Boberías! — mamá frunce el entrecejo — Yo solo digo… ahora que son amigos de nuevo… — se encoge de hombros y me dedica una sonrisa pícara — Nada te detiene para que logren ser algo más…   — De hecho… — sonrío, pasando mi brazo alrededor del cuerpo de Minnie — Anoche no solo terminé con Blair… — mamá me mira con los ojos y la boca abiertos al máximo en una enorme expresión de asombro — Tengo novia nueva…   — ¡Oh por dios! Grita, haciéndome pegar un salto, Minnie sigue sin despertar.   — Ya… cálmate… ¿Por qué mi madre no puede ser normal?   — ¡Ya lo sabía! — mamá sonríe a más no poder, ruedo los ojos — Esto tengo que decírselo a Laura   — Mamá… — no me hace caso, toma el teléfono — Mamá, no la llames, no hagas tanto escándalo   — Tienes razón — deja el teléfono — No la llamaré, vendrá a almorzar como todos los domingos así que se lo diré cuando venga   — ¡Mamá!  Me quejo.   — ¿Por qué no quieres decirnos? — pregunta con reproche — Somos sus madres, merecemos saberlo   — Porque ustedes hacen escándalo — contesto, acomodando el inerte cuerpo de Minnie sobre mi regazo, esta niña tiene el sueño más pesado que una montaña — Ahora les decimos que somos novios, mañana ya nos estarán planeando la boda y pasado estarán escogiendo los nombres de nuestros hijos   — Ay… que cosas dices… — mamá hace un ademán — Hablas de nosotras como si estuviéramos locas   — Mamá, es lo que hicieron cuando Harry y Esmeralda se hicieron novios… ¡A los diez años!   — Bueno, prometo que no exageraremos — mamá sonríe de forma maquiavélica, sé que no lo va a cumplir, Henry es maquiavélico por culpa de mamá — Pero aquí entre nos… ¿A caso no querrías casarte con Minnie?   — Sí quiero — contesto sin dudarlo — Pero apenas he cumplido quince, no quiero preocuparme en eso por ahora, solo disfrutar mi relación con Minnie… ¡No llevamos ni un día juntos! Miro a Minnie, esta solo suelta un suspiro, supongo que sí se cansó mucho después de la fiesta… o lo que hicimos después de esta. No, no hicimos nada morboso o pervertido ¡No! Simplemente estuvimos caminando sin rumbo fijo por toda la orilla, jugando guerras de arena y lanzándonos agua al rostro. Luego volvimos a la casa, ya varios de mis compañeros se habían ido, ya era pasada la media noche. Tomé a Minnie de la mano y salimos de la casa, no quise esperar al resto de mis amigos, todos probablemente estarían con Blair y la verdad es que me sentía muy avergonzado como para verla ¡Aún lo estoy! Pero la felicidad lo opaca… definitivamente… la felicidad y la baba… Minnie se remueve y abre los ojos, se limpia la baba del rostro, me río.   — ¿Qué…? — me mira, se ve confundida — ¿Dónde estoy?   — En mi casa, en mi sala… Asiente, entonces me abraza.   — Holi… La aprieto contra mi cuerpo, su cabello huele a fresas, me encanta ese olor.   — Hola… Nos separamos unos cuantos centímetros, Minnie sonríe sonrojada.   — Cierto… — hace un puchero — Nos perdimos el desayuno   — Mamá pidió pizza Le informo.   — Yeh… — celebra mi adormilada novia ¡No puedo creer que puedo usar esa palabra en ella! — ¿Con el borde de queso?   — Obvio   — ¡Yeh!   — Vayan a poner la mesa, ya debe de llegar en cualquier momento — nos indica mamá, Minnie solo asiente — Son tan lindos…   — Mamá… — miro a mi madre, esta solo pone cara de avergonzada, mi madre está loca, las Sánchez le han contagiado — Vamos Conejo…   — Sí… — Minnie se levanta y se estira — Wow… siento que he dormido mucho   — Lo hiciste Digo, caminando hacia la cocina.   — No me culpes   — No lo hago… Entramos en la cocina, Minnie se apresura a poner los platos sobre la mesa y yo los vasos. No puedo creerlo, es que en serio no logro creerlo ¡Es mi novia! La chica que está delante de mí, hablando de la serie de Los Padrinos Mágicos, vestida con un abultado pijama rosa con conejos, quien ha sido mi mejor amiga desde los cuatro años ¡Es mi novia! No podría estar más feliz, definitivamente mamá tiene razón, creo que estamos destinados a estar juntos, lo hemos estado siempre. La pizza llega, almorzamos y lavamos los trastes. El día sí que se ha ido rápido. Después de comer, Minnie y yo fuimos a dar un lento paseo por el parque, el mismo donde nos conocimos, donde comenzó todo. Estuvimos andando de la mano, lo cual fue un poco extraño, al principio Minnie no quería sostenérmela y prefería ir del brazo como siempre, pero después de un rato lo pudimos hacer. Caminar de la mano con la persona de la que estás enamorado es una sensación increíble. Nos dejamos caer en una banca, la misma donde hace años nuestras madres se sentaban a vernos jugar; ahora estábamos nosotros, tomados de la mano, hablando acerca de la cercanía de Halloween y de cómo ya estamos muy viejos como para pedir dulces y que de nuevo tendremos que utilizar a Henry para satisfacer nuestros infantiles deseos ¡Y besándonos! Fueron cortos y muy pocos para mi gusto, pero supongo que fuera de las puertas de mi casa a Minnie le da cierta vergüenza besarme ¡Pero es increíble! Sus labios son suaves y también saben a fresas, sigo pensando en por qué saben a fresas si Minnie odia esa fruta.   — “La ves caminar, la ves reír, con su brillo rosado y su broche sobre la cabeza…” — Minnie sonríe — “Lo sabes, sí, lo sabes, es la chica que quieres…”   — Wow… — dejo mi guitarra a un lado, Minnie está sonrojada — Eso fue bonito   — Gracias… — Minnie se hace a un lado, me dejo caer sobre mi cama — Cuando termine la letra la subiré a mi canal   — Me gustan mucho tus canciones — Minnie toma mi cuaderno — Realmente tienes talento   — Gracias… — sonrío, tomando mi cuaderno y guardándolo — Solo me gustaría que las disqueras vieran lo mismo   — Ya lo verán, realmente lo eres   — Lo sé, soy lo máximo, cualquier disquera estaría peleando por mí…   — También eres presumido como un famoso, ya tienes el paquete completo   — Que chistosa… — Minnie abraza mi brazo izquierdo — ¿Hiciste la tarea de álgebra?   — Rayos… — suelto una risita — Todavía tengo tiempo para la de álgebra ¡Me olvidé de la tarea de historia!   — Ay Conejo… — niego con la cabeza — Usa mi laptop, si vas a tu casa lo más probable es que te pongas a ver Bob Esponja   — Ey… — Minnie se levanta de la cama y regresa con mi laptop — Hablas de mí como si fuera una niña de cinco años   — ¿No lo eres?   — Muy chistoso Minnie me lanza una bola de papel al rostro, suelto una carcajada.   — Solo presiona el botón, mi f******k debe de estar abierto   — De acuerdo…   — Bien Me levanto de la cama, mejor sigo con mi letra, si me quedo en la cama con Minnie lo más probable es que yo no la deje hacer su tarea ¡Es que quiero besarla! Quiero decirle cuánto me gusta porque hasta ahora no se lo he dicho, tampoco hemos hablado con sinceridad el uno con el otro ¿Desde cuándo nos gustamos? ¿Desde cuándo le gusto? Estuve meses ¡Años! Sufriendo por ella y al fin puedo decir que es mi novia ¡Obvio que quiero saber desde cuándo este sentimiento es recíproco!   — ¡Oh! Me giro y quito mis audífonos, Minnie me mira fijamente.   — ¿Qué sucede?   — Te acaba de llegar una solicitud…   — ¿De…? Salto hacia ella.   — De una página de f******k… — me muestra la laptop, abro al máximo los ojos — “Razones por las que Minerva Sánchez es una perra”   — Mierda…