Todos estos años

La vida muchas veces no es como uno desea. Cuando uno es un niño, se promete no repetir los errores de nuestros progenitores. Muchas juran no casarse por interés, otros prometen no casarse por obligación, algunos sin amor, y esta es mí favorita, no porque tu mamá fue madre soltera y no te dio un padre tú harás lo mismo con tus hijos. Eso juré yo, que nunca tendría un hijo sin un padre para cuidarlo y protegerlo. No sufriría cuando en las reuniones de padres o en los actos escolares, asistían los papás de tus compañeros menos el tuyo. No sufriría las burlas de sus compañeros por no tener un papá. Cuando eres niño todo esto te afecta más. Te afecta ver a los padres de tus condiscípulos juntos, compartiendo momentos cuando tú estás sola, no tienes padre. Les tienes envidia, te preguntas cómo sería tener uno. Cuando llegas a la adolescencia y te llega la rebeldía, hacés cosas para llamar la atención, e inconscientemente hacés cosas que lastiman a ti y a tu madre. Y cuando todas estas etapas pasan, y te estás convirtiendo en adulto, abrís los ojos de todos los sacrificio que tuvo que hacer tu madre para seguir adelante, darte lo necesario, techo y comida, pagó tus estudios y se esforzó por darte todo lo necesario. Sacrificar su juventud, para criarte y darte un lugar seguro. Cuando eso sucede hacés las paces con ella, contigo mismo y tus traumas. Pero. ¿Qué pasa cuando te toca experimentar todo aquello que juraste no repetir? Es todo una revelación. El ahora estar del otro lado de la moneda, del lado en el que estuvo tu mamá, el tener que explicar del por qué todos tienen padre y tu hijo no. Del por qué trabajas tanto. Ahí agradeces y te das cuenta de todo lo que tu progenitor, que se quedó a tu lado, hizo por ti, y repites algunas palabras que solían utilizar contigo. Ahora al estar del lado del adulto, te das cuenta también, que sería bueno tener a alguien al lado, de esta manera compartirán todas las responsabilidades, no me malinterpreten no significa que no se pueda criar a un hijo solo, NO. Lo que quiero decir es... que sería más fácil. Cuando un hijo se enferma sería compartido, duermes dos horas y yo lo cuido, y después viceversa. Hoy te toca cambiar pañales, hoy te toca cocinar. Sería equitativo. Cuando eres madre soltera, solo te toca hacer todo a ti. Y aunque muchas personas dicen que no es importante tener una figura paterna, para mí sí lo es, porque no siempre tendría que ser el ogro y disciplinar, también se encargaría tu pareja, el padre de la criatura. Otra ventaja sería que podrías dormir un fin de semana hasta tarde. Te pueden preparar el desayuno. Pero todo esto es mí opinión, quizás muchos no lo compartan y está bien no todos somos iguales. No me malinterpreten, no soy una amargada, tampoco una frustrada. Amo a mí hijo más que a mí vida, y estoy dispuesta a sacrificar eso y mucho más. Solo qué me hubiese gustado que mí hijo no tenga que pasar lo que yo pasé en mí infancia y adolescencia, porque siempre hay niños y adolescentes crueles, que te hacen la vida a cuadritos, y te hacen sentir mal. Y aunque me esfuerce por criar a un niño fuerte e independiente para prepararlo para la vida adulta, todos tenemos inseguridades. Independientemente de cómo te hayan criado. ________