Siempre juntos

Hola a todos. Mi nombre es Sofía Montes. Yo tenía una vida, o creía que la tenía, hasta que me obligaron a casarme. Era muy joven, creí que estaba enamorada. Hasta que me di cuenta que solo era costumbre, temor a probar algo diferente… Nací en un pueblo cercano a Madrid, en una de las tantas estancias que mis padres aun poseen, pero pronto nos mudamos a una de las famosas urbanizaciones de la capital, construida por cierto, por una de las empresas de mi padre… y de mi marido. Marido… nadie se cree que con 24 años llevo seis de casada. De infelizmente casada. Y cada vez es peor, sobre todo después de lo que me hizo hacer hace poco más de un año. Se preguntarán por qué no soy feliz… es simple. Me tiene amenazada. Pero comenzaré por el principio… Cuando le conocí, tenía poco más de 15 años. Era muy bonita, tenía muchos sueños y él… él era simplemente bello. Por aquella entonces ya jugaba al baloncesto y rápidamente, haciendo uso de su amistad con mis primos, se acercó a mi familia, por lo que no le costó mucho estar cerca de mi e invitarme a salir, hasta que nos hicimos novios. Todo iba de maravilla. O eso creía yo… compartíamos mucho tiempo juntos, nuestras familias se hicieron socias en varios negocios, yo le acompañaba al baloncesto, aunque a decir verdad, este deporte nunca me llamó demasiado la atención. Iba por él… Varios de sus compañeros me miraban en cada entrenamiento, luego de cada partido. Varias fueron las ocasiones en las cuales me puse a llorar porque él, les creaba problema. No estaba acostumbrada a verle en su faceta violenta, pero mi padre me decía que era normal, que era mi culpa por vestirme llamativa o hacer algún gesto, que él solo trataba de defenderme… Para mi nunca fue así, pero me sentía culpable. Al principio trataba de pensar que no era así, que todo debía de ser causa de sus celos infundados, pero con el tiempo… con el tiempo comencé a creer que realmente era mi culpa.