bc

El hombre perfecto

book_age16+
2.0K
FOLLOW
11.6K
READ
fated
sensitive
self-improved
sporty
CEO
sweet
game player
football
first love
seductive
like
intro-logo
Blurb

Rocío siempre ha sido una gran luchadora… desde niña, cuando comenzó a jugar al fútbol y no había equipos de niñas fuera de los colegios a los que sus padres no podían acceder a enviarlos, luchó contra los que decían que es un deporte de n***s. Luchó contra eso, y contra los prejuicios de quienes, a pesar de estar instaurado el fútbol femenino hace ya varios años en el país, y de todos los logros que esas heroínas han conseguido por lo que llaman “Soccer”, siguen pensando que quienes lo practican no pueden ser bonitas, ni arreglarse. Luchó contra eso y contra la vida, que nunca le fue fácil, porque si bien tanto ella como su hermano Mateo nacieron con grandes dotes deportivos, lo hicieron en el seno de una familia muy humilde, pero llena de amor, de un amor que fue el motor de superación diario.

Hijos de una costurera y un albañil, siempre trataron de hacer todo lo posible para ayudar en casa, y en ocasiones, hasta salieron a hacer algún trabajo fuera para que su madre, algo enferma, no pasara penurias. Inclusive luego del éxito deportivo que a temprana edad comenzaron a tener, no dejaron de hacerlo… porque sus padres siempre les enseñaron que deben disfrutar de lo que hacen, porque son privilegiados de poder vivir de lo que tanto les gusta, pero sin perder de vista que hoy estás arriba, y mañana…. ¡Mañana no sabes!.

Por eso, cuando la vida le puso a Rocío todo lo que soñó en el camino y la rodeó de felicidad, una felicidad que jamás había conocido, no supo qué hacer con todo su esfuerzo.

¿Valía la pena dejar el esfuerzo de toda una vida… los sueños de toda la vida por amor?

chap-preview
Free preview
Capítulo 1
Alguien me dijo un día que el universo conspira a favor de los soñadores y lo pude comprobar.  No nací en una de las familias más privilegiadas económicamente de Los Ángeles, sin embargo, mis padres me enseñaron que con esfuerzo y cariño sí puedes soñar. Y soñé tanto que el Universo conspiró a mi favor, y poco a poco me hizo feliz. Hasta podría decir que quizás más feliz de lo que jamás pude imaginar.  Pero la vida te da y te quita. Porque a veces te da tanto que no sabes qué hacer cuando te pone entre la espada y la pared, cuando debes decidir entre dos cosas que te hacen feliz.  Eso me pasó con los dos grandes amores de mi vida, o mejor dicho, con mi amor y mi pasión. Con el hombre más importante de mi vida, y con el fútbol,  ese deporte tan maravilloso que es mi vida, y que como la vida te da y te quita.  Si. A mí el fútbol me dio, y me quitó al mismo tiempo. Me quitó al hombre que más amé en mi vida… ¿o acaso yo me lo dejé quitar? Soy Rocío Brown, y esta es la historia de mi vida. De mi vida sin ti. De cómo te tuve y te perdí porque elegí seguir con mi vida en vez de elegir seguirte a ti. Pensé que sería lo mejor, pensé que sería fácil olvidarte. Pero fui mi propio Judas y me traicioné a mí misma.  El amor es arriesgado y siempre ha sido así. Hace millares de años que las personas se buscan y se encuentran, y sé que en el momento menos pensado nos cruzaremos y volveremos a tener una oportunidad si es que de verdad estamos hechos el uno para el otro. La pregunta que me hago entonces es: ¿aun pensarás en mí tanto como yo pienso en ti? Camilo   – ¡Toma! (Dijo Javier sacándome de mis pensamientos). – ¿Qué cosa? (dije girando despacio y viendo que me entregaba…) ¿un balde? ¿Por qué me das un balde?  – Pues sí, para juntar tú baba… (Comenzando a reírse). – ¡Ya no molestes, Javier! (Volviendo a mi posición inicial). – ¡Esa niña te tiene embobado! No lo puedes negar!   Y no, no podía. Era demasiado evidente. Nunca fui prejuicioso pero tampoco jamás había visto a una chica jugar de esa manera. Aunque la selección americana siempre se caracterizó por el talento extremo de sus jugadoras y por el trabajo que hacen en distintos ámbitos para darles oportunidades a las mujeres – mucho más que en otros países, claro está -, y también conocía a la mayoría de las alemanas e italianas, ELLA era increíblemente buena con el balón, e increíblemente bella, a pesar del cabello atado, la transpiración y la falta de maquillaje. Era bella, pero no era la clase de chica en la que me fijaría. Mis conquistas eran siempre chicas con buen cuerpo como ella, pero maquilladas todo el tiempo, con ropa ajustada y, en fin, más bien modelos, actrices… perfiles públicos que además de buena compañía aportaran una buena publicidad a la que yo ya de por si tenía como futbolista de élite. Al contrario de lo que Javier pensaba mi bobera por aquella mujer no era por ella, sino por sus piernas y como estas se movían en el rectángulo de juego… ¿o eso era lo que quería hacerme creer a mi mismo? Tenía algo que me impactaba y que no lograba darme cuenta de qué era. Solo sabía que ese “algo”, era la razón de por qué en los 10 días que llevaba en Los Ángeles, no había podido dejar  de quedarme luego del entrenamiento, sentado en aquella grada, viéndola jugar. En varias ocasiones Javier venía a hablarme y le debo haber contestado por instinto, porque mi mente estaba perdida en aquella mujer que… ¿me hacía acordar a mi? Eso debía ser. Ese tenía que ser el motivo de la fascinación que sentía por ella… ¡era como un espejo de mí mismo!   – ¿Quién es? (pregunté un día sin dejar de mirar sus magníficos movimientos). – Rocío, nuestra capitana (contestó Javier rápidamente) – ¡Por dios! ¿Es la chica de la selección? (mirándolo sorprendido). – ¡Pues claro! (abriendo los brazos, como diciendo algo obvio) – ¿Brown? Es Rocío Brown, ¿la hermana de Mateo? – Así es… (mirándome sin comprender por qué le seguía dando tantas vueltas al asunto) – Había oído hablar de ella, pero nunca la había visto jugar y... ¡Me ha dejado impresionado, amigo! – Y eso que no la has visto de cerca… – Conozco a las más grandes de la selección. ¡Ella es una niña, Javier! – Sí... ¡Una niña pero muy hermosa! – ¡Una niña, Javi! (volviendo a mirar al campo de juego) Y no la clase de niña que me haría perder la cabeza. – No te fíes de lo que ves a distancia (sonriendo) – Jaja… ¿por qué lo dices? – Por nada en especial y por todo en particular. – ¡Déjate de rodeos y dime! – Mira, Camilo: Luis (nuestro míster) siempre dice que a ti hay que conocerte para entenderte (sonrojado, miré al suelo), pues bien… no juzgues al libro por su portada, ni a las personas solo por lo que ves dentro del campo. – Pero lo que veo en el campo es muy bueno (volviendo a mirarte). – Sabes bien que no hablo de eso. – ¿Entonces? No te entiendo, amigo... – Hablo de que se supone que no es la clase de chica en la que te fijarías… – Javier, a ver… una persona puede ser bellísima persona por dentro, ¿pero qué hacer? Si no tiene algo que me impacte pues no sé, ¡no puedo! Necesito algo más que me atraiga para de verdad necesitar todo el tiempo sentirme atraído, en todos los ámbitos. – Pues te aseguro que te impactará en cuanto la tengas cerca. – ¡j***r, tío! Se como es esto. No puedo. No me atraen las chicas que andan con ropa grande, o que jamás se maquillan, en fin… me gustan las chicas que sean chicas al menos unas horas al día, no que sean… (me interrumpió) – ¿No que sean hombres? ¿Eso piensas? ¿Crees que las chicas que juegan al fútbol son menos chicas que las demás? – Javi, creerás que soy prejuicioso pero… – ¡Piensa lo que quieras!… te aseguro que pronto te darás cuenta que ella es diferente a esa idea que tienes. – ¡Ashh! ¡La verdad ni siquiera sé por qué hablamos de esto! ¡Jamás me fijaría en una niña! (dije mientras me retiraba del lugar).   No sabía qué me pasaba con esa chica.  Lo que sí sabía era que no podía evitar sentarme cerca del campo que ellas utilizaban y verla jugar. Me impactaba su técnica, el dominio del balón, las piruetas que hacía… ¡todo lo que veía de ella era impresionante!, mucho más que cualquier otra aún más experimentada.

editor-pick
Dreame-Editor's pick

bc

Mi Sexy Vecino [+18]

read
52.1K
bc

Navidad con mi ex

read
9.0K
bc

Prisionera Entre tus brazos

read
86.9K
bc

La esposa rechazada del ceo

read
169.3K
bc

Bajo acuerdo

read
10.2K
bc

Tras Mi Divorcio

read
511.7K
bc

Yo, no soy él

read
88.6K

Scan code to download app

download_iosApp Store
google icon
Google Play
Facebook