Quédate Conmigo

Primera Parte: El verano Capítulo 1 La campana suena anunciando el fin del año escolar y el comienzo del verano. Cierro mi libro de Agatha Christie, le doy una última mordida a mi manzana antes de lanzarla al contenedor de la basura, me despido de mis compañeros con una leve sonrisa, me coloco mis audífonos y emprendo mi camino hacia mi casillero con Coldplay como música de fondo para amenizar el momento. La escuela me gusta, es mi parque de diversiones personal, nunca me aburro dentro de estos pasillos, así que el final de las clases me causa una extraña sensación de ansiedad. Pero no me malinterpreten, en serio me gusta la idea de pasar dos meses y medio lejos de este lugar, dos meses para mí sola dibujando y tomando fotografías. Papá me dijo que este verano sería especial, que un viejo amigo le había propuesto ir a pasar el verano a su magnífica y enorme casa de playa, la verdad es que me entusiasma un poco pese a que no soy fan de las playas, pero en serio me gusta la idea de todo un verano con mi padre en un mismo lugar. Mi padre es dueño de “Blake Inc.”, una empresa que se dedica a la construcción de puentes, carreteras y otras cosas que no entiendo. A veces papá debe de viajar a supervisar las obras en construcción, por lo que es muy frecuente que no pasemos tiempo juntos. No obstante, siempre encuentra una forma de compensármelo y un verano en una mansión en la playa parece ser una de esas compensaciones. A veces quisiera que él fuese como los padres de Ashton, trabajando desde casa, sus padres son arquitectos y pasan la mayor parte del año dibujando planos. Pero bueno, cada uno tiene lo que le toca. Llego a mi casillero, saludo a Margot Allen, la capitana de porristas, quien me dedica una mueca antes de seguir con su camino, nunca hemos sido cercanas. Guardo mis cosas y continúo con mi camino. Quiero que el día se acabe rápido para montarme en el auto de papá e irnos a pasar el verano juntos. No tengo ni idea de quién será ese viejo amigo del que me habló, se ha portado algo misterioso con todo el asunto, al punto de que estoy empezando a creer que es un novio y no un amigo, tía Nini piensa lo mismo. Mi padre no ha vuelto a tener una pareja desde que mamá murió y a estas alturas, lo único que quisiera es que él fuese feliz con quien elija. Así que, sea lo que sea, sé que lo voy a poder asimilar. Mi padre hace de todo por darme una gran vida, así que no debería de cuestionar sus decisiones.  — Ey, Anya Siento una mano en mi brazo.  — Ashton — me quito los audífonos, sonriendo — El día se me estaba haciendo largo sin ti  — ¿En serio? Pregunta, dándome un fuerte abrazo.  — Sabes que sí… Contesto, despeinándolo un poco, eso siempre le hace reír. Ashton es mi mejor amigo, es como mi hermano, viene a mi casa y asalta mi refrigerador, mi padre le regaló una motocicleta por su cumpleaños, somos familia. Él es como el hermano que siempre quise y que pudiera ser de mi edad. Realmente me sentiría perdida en este mundo si no estuviese él para sostenerme.  — Eh… quería preguntarte algo  — Claro, dime Continuamos nuestro camino.  — ¿Quieres ir mañana al cine o por unas hamburguesas?  — ¿Eso es lo que querías preguntarme? — pregunto, soltando una risita — ¿Desde cuando planeamos este tipo de cosas? — nos detenemos — Normalmente me mandas un mensaje diciendo “Ey, Anita, vamos por unas hamburguesas donde Henry, te espero en veinte” — reímos — “Tú pones las bebidas”  — Si bueno, esto es diferente  — Oh… me estás asustando — bromeo — ¿Qué sucede Ash…?  — Te lo digo mañana Sonríe de lado.  — Eh… es que… — le miro, sus ojos cafés están brillantes y no ha perdido la sonrisa — Mañana no voy a estar en la ciudad…  — ¿A no?  — No — niego con la cabeza y vuelvo a sonreír — Iré con mi papá a pasar el verano en la playa  — La playa… ¿Tú? — suelta una carcajada — Anya, odias el sol  — Sí, lo sé — Ashton vuelve a reír — Pero… — me encojo de hombros — No sé, quizá me divierta, será un verano con mi padre y su amigo  — ¿Qué amigo?  — Ni idea, no me dijo  — Que raro Frunce el entrecejo, asiento con la cabeza.  — Lo mismo pensé, pero sinceramente prefiero no preguntar — me cruzo de brazos — Es más fácil así  — Oh… bueno… Ashton hace una mueca y luego mira a otro lado.  — ¿Estás bien? — le tomo del brazo y lo zarandeo levemente, eso también funciona para sacarle una sonrisa — Pero puedes decirme lo que querías decirme ahora o por mensaje, tengo que alistar mi maleta así que no creo que pueda acompañarte al cine o por unas hamburguesas  — Es que… Alzo una ceja, esta actitud es nueva en Ashton. Él no es de los que se ponen nerviosos, titubean o algo parecido, así que sea lo que sea que quiera decirme, debe de ser importante. Comienza a juguetear con su collar de “Mejores amigos” y se muerde la punta de la lengua, quizá lo hace porque está pensando en qué decirme, quizá lo que sea que me vaya a decir cambiará todo entre nosotros. El pánico comenzó a invadirme, quizá me iba a decir que se iba a mudar al otro lado del país, quizá me iba a decir que le habían detectado un tumor en el cerebro del tamaño de una pelota de softball, quizá me iba a decir… quizá me iba a decir que…  — Ey… — vuelvo a tomar su brazo — Sí sabes que me puedes decir lo que sea… ¿Verdad?  — Sí, es solo que… — respiró hondo, mirándome fijamente — De acuerdo, aquí va… — mi interior comenzó a temblar — Anya… desde hace un tiempo para acá he empezado a sentir  — ¡Ah! — me quejo — ¡Fíjate imbécil!  — Lo siento Blancanieves Soltó Jacob Newman con una sonrisa burlona. Niego con la cabeza; Jacob Newman, hijo del gobernador Newman, un tipo que se cree con el suficiente derecho como para chocar con alguien y no creer que deba de disculparse con sinceridad. Pese a ello, realmente no puedo decir que me caiga mal, no puede caerme mal una persona que me llama como una princesa Disney porque según él, siempre ando comiendo manzanas rojas.  — Ten más cuidado, Newman Ashton le miró con enojo, el chico de cabellos castaños claros y ojos celestes volvió a sonreír con burla.   — Ya me disculpé — me miró — Dile a tu guardaespaldas que se calme  — Ya déjalo, Ash…  — Imbécil… Espetó mi amigo.  — ¿Por qué tan enojado? — el recién llegado soltó una risita — ¿Interrumpí algo?  — A veces, Newman, creo que ruegas por ser golpeado en la cara  — ¿Eso crees? — ríe — Inténtalo…  — No lo haré, sé cuál es tu jueguito  — ¿Ahora estoy jugando? — niega con la cabeza — Blancanieves, ya ponle un bozal  — Ashton, ya en serio, déjalo  — ¿Por qué le haces caso? — mi amigo me mira con enojo, el chico de ojos celestes vuelve a reír — Él es quien viene a jodernos y el que se debe de detener soy yo, muchas gracias Anya  — No estoy haciéndole caso, es solo que…  — Es solo que sabe que eres un violento y que te enfadas por cualquier cosa, como ahora — Jacob se encoge de hombros — Choqué con Anya, ya me disculpé y el único que está haciendo escándalo eres tú — vuelve a reír — Incluso acabas de amenazarme con golpearme, yo que tú me andaría con cuidado Blancanieves, uno nunca sabe cuándo se pueda poner violento contigo  — Puta madre, Jacob, no estás cooperando Me quejo, el chico solo vuelve a reír de forma burlona.  — Si, ya vete Ordenó mi amigo.  — Sí, claro, o me golpearás en la cara Volvió a burlarse el chico de ojos celestes.  — Sí, lo haré y me va a valer una mierda que tu papi sea el gobernador Jacob volvió a reír.  — ¿A eso le llamas amenaza?  — Chicos, en serio, ya basta Intervengo.  — No provoques, imbécil  — Tú no me provoques, no sabes de lo que soy capaz…  — Ya estuvo bueno, se me calman ambos — me paro en medio de ambos — Ashton, estás exagerando  — Como siempre Se burla Jacob por enésima vez.  — Y tú — le apunto con el dedo — ¿Qué no tienes algo mejor que hacer que andar jodiendo?  — Para tu suerte, no… — se inclina hacia mí — Además, sé que tu día estaría incompleto si no te despides de mí… — susurra, haciéndome estremecer — En fin, ya me aburrí de esto — se acomoda la mochila al hombro — Buena suerte confesándole a tu mejor amiga que estás enamorado de ella — suelta de pronto, abro al máximo los ojos — Nos vemos luego, Anya  — Ashton… Lentamente me giro a ver a mi amigo, este tiene la mandíbula tensa y los puños cerrados con fuerza.  — Ese idiota… Masculla.  — Eh… Me mira, soltando un suspiro.  — No quería que fuese así — nos miramos fijamente — Anya, te conozco desde los diez años… — toma mis manos — Y desde hace un tiempo para acá, creo que algo ha cambiado y estoy seguro que tú también lo sientes… — mi estómago se empieza a revolver — Yo… quisiera… — respira hondo — Que nos diéramos una oportunidad, intentarlo… — sonríe — Porque en serio me gustas mucho y en serio me importas mucho… — vuelvo a mirarle a los ojos — Eres mi persona favorita en este planeta… — aprieta mis manos — Así que… ¿Qué dices?  — Oh… — suelto con total alivio — Era eso… — muerdo mi labio inferior — Ashton… — mierda, ahora debo de enfrentarme a esto — Yo…  — No tienes que contestarme ahora…  — Pero…  — Medítalo, por favor  — No hagas esto… no nos hagas esto… Pedí.  — Por favor, solo quiero que lo pienses, y cuando vuelvas de la playa, me das tu respuesta  — Ashton…  — Sea lo que sea que decidas, te juro que nada cambiará entre los dos…  — De acuerdo… Terminé aceptando.  — Bien…  — Eh… bueno… supongo que ya me tengo que ir…  — Sí… Le miré, usualmente nos dependíamos con un abrazo, pero ahora no tengo ni idea de qué hacer.  — Adiós… Miré mi teléfono, le di “Play” a la música y nuevamente me puse los audífonos. Me alejé a paso apresurado hacia la salida, aferrándome a las correas de mi mochila, tratando de concentrarme en la canción que sonaba a través de mis audífonos. Me sentía aliviada, pensé que me iba a decir otra cosa, aunque eso no quitaba que no me sintiera extraña en estos momentos. Mi mejor amigo acababa de confesarme sus sentimientos hacia mí ¡Y no supe qué decir! No le quiero lastimar, pero sé que lo terminaré haciendo y también sé que esto sí va a afectar nuestra amistad. Me subo a mi taxi y pronto llego a mi casa. Las puertas del ascensor se abren, atravieso todo el pent-house, subo por las escaleras y entro en mi habitación. Lanzo mi mochila sobre mi cama y me dejo caer a ella, cubriéndome el rostro con ambas manos. Es que en serio el momento había sido incómodo, más que incómodo, había sido horrible. No sé qué es lo que lo vuelve más horrible, si mi incomodidad o la presencia de Jacob en toda la escena, quizá ambas. La verdad es que me estoy empezando a sentir algo culpable, no quería hacer sentir mal a Ashton ¡Es mi mejor amigo! Es mi mejor amigo… es mi hermano… no lo puedo ver de otra forma… pero tampoco quiero perderlo… Tomo mi teléfono y le mando un mensaje a Ashton, en serio espero que toda esta mierda no arruine nuestra amistad. Lanzo mi teléfono a un lado y camino hacia mi escritorio, enciendo la laptop y espero a que el sistema cargue. El año escolar ha acabado y con ello mi mayor fuente de diversión. Abro el f******k y me pongo a chequear todo lo que mis compañeros han publicado el día de hoy. Muchos se despiden de la escuela, otros presumen cómo van a pasar su verano. Margot Allen se irá Los Cabos. Harry Stewart reprobó matemática por lo que tendrá que volver en verano. Amanda Louis se prepara para un curso de verano de periodismo, ella es la que edita el periódico escolar: “El Chismoso”, antes solía ser un periódico físico, pero ahora se ha convertido en una página de f******k y también tiene **. Y por supuesto, Jacob Newman presumiendo una vez más lo que se compró con el dinero de su familia. Al parecer todos vamos a tener un buen verano. Sonrío, abriendo otra ventana de internet e ingresando otra cuenta. Tecleo con rapidez, sintiéndome casi eufórica. Es el último día de clases, es mi última oportunidad para divertirme hasta que las vacaciones acaben. Sonrío para mis adentros y comienzo a escribir el extenso correo electrónico que tenía preparado para el día de hoy. Sí, iba a tener que estar en reposo hasta nuevo aviso, pero sabía que muchas personas estarían esperando para mi regreso. Cerré mi laptop, corro hacia mi closet y tomo una de mis maletas. Papá no ha sido muy informativo con respecto a este viaje, solo me ha dicho que vamos a pasar todo el verano en la casa de playa de su amigo, es decir que probablemente voy a pasar dos meses y medio en la playa, voy a necesitar mucho protector solar y al menos tres o cuatro libros para sobrevivir. Cierro la maleta y nuevamente me lanzo a mi cama. Tomo mi teléfono, Ashton no me ha contestado mi mensaje deseándole unas buenas vacaciones, pero tengo una nueva notificación. Es de “El Chismoso”, es un nuevo artículo de “El Ojo que todo lo Ve” y ya tiene cientos de reacciones. Abro el artículo y me llevo una mano a la boca para acallar mi gritito de sorpresa. “El Ojo que todo lo Ve” es un columnista anónimo de “El Chismoso”. Esta persona ha sacado a la luz cientos de secretos de alumnos y profesores, se nota que ama ver al mundo arder. Una vez reveló que un m*****o del equipo de luchas usaba drogas para sus torneos, el chico terminó perdiendo una beca con la universidad. También reveló que encontraron a dos alumnos de décimo grado, en los baños, dándose mucho amor. Incluso se atrevió a exponer a una profesora que robaba dinero de los casilleros de los alumnos, fue despedida al instante. Sin embargo, todo eso queda corto ante la semejante revelación que acaba de hacer. Leo el título nuevamente: “Profesora de Literatura espera un bebé del Profesor de Matemática ¿Qué pensará su esposo de todo esto?”. Niego con la cabeza, leyendo todo el artículo, sus fuentes citadas, sus evidencias fotográficas y de video. Suelto una risita, en serio que la escuela es un lugar muy divertido. Salgo del artículo comienzo a revisar los comentarios, las personas están más que sorprendidas, algunas indignadas, algunas estaban etiquetando a la profesora de Literatura y otros al profesor de Matemáticas, el caos está comenzando y eso me encanta. Las mentiras son horribles, las personas que mienten son horribles, quisiera que existiera un mundo sin mentiras…  — ¿Lista?  — Sí… — contesto, mirando mi teléfono, Ashton sigue sin contestarme — ¿Ya me dirás a donde iremos?  — Bueno, supongo que a estas alturas ya no te lo puedo seguir ocultando — asiento con la cabeza — Sobre todo porque odias que te guarden secretos  — No odio que me guarden secretos… — miro por la ventana — Odio que tú me guardes secretos — rápidamente nos alejamos de la ciudad — Eres mi padre, se supone que debo de confiar en ti, pero si me ocultas las cosas… ¿Cómo quieres que confíe en ti?  — Sabes que siempre puedes confiar en mí — papá sonríe, palmeándome la cabeza — Y yo no te oculto nada, Anya  — Eso espero — alzo mi libro de Agatha Christie — Porque sabré darme cuenta cuando me ocultes algo  — De acuerdo — papá suelta una carcajada — Bien, te voy a decir, pero prométeme que no lo vas a postear en ningún lado  — Está bien… — alzo una ceja — ¿Tu amigo es espía o algo por el estilo?  — No… — contesta, haciendo una mueca — Solo es el Gobernador Newman  — Espera… ¡¿Qué?! — papá suelta una carcajada — ¿Vamos a pasar el verano con el Gobernador Newman en su casa de playa?  — Sí, solo seremos tú, yo, él y su hijo — abro los ojos al máximo — Tiene tu misma edad, quizá lo conoces  — Oh… sí que lo conozco… — el estómago se me revuelve — Es Jacob Newman…