LISTA DE DESEOS

Pov. Romina. Sus palabras se siguen repitiendo una y otra vez, aún me pregunto qué paso, no sé qué me falto, que no hice o que hice mal. “SIEMPRE VA A HACER ELLA” mi mente me repite una y otra vez. Tantas preguntas que jamás tendrán respuestas porque no hay manera de que las quiera y sobra decir que él nunca las dará, y para ser sincera ya no quiero saber nada de él desde que me corrió de nuestro hogar, él murió para mí y mis hijos. Menos mal, nunca quise ceder en querer desacerarme de mis cosas, bueno prácticamente las escondí del, siempre su complejo de macho proveedor no dejo que ejerciera mi carrera, pero desde ahora todo será diferente, él nunca más podrá tomar una decisión por mí, ni opinar por mí Tú sabes que, con esta firma, pierdes a la única mujer que te ama a ti, no a tu dinero. Ten feliz vida. Fue lo último que le dije y eso ocurrió hace 4 años. Despierto otra vez por la pesadilla que se repite, desde que él me echó de su lado. Miro a mi costado y me relajo en ver a mis hijos dormir sin preocupaciones. Quien como ellos. Mi rutina empieza a las 5 de la mañana, con 2 hijos, es difícil salir adelante, pero he conocido personas que se han vuelto mis ángeles. Me ducho mientras mis hijos aún duermen, me cambio de ropa, preparo sus bolsos, mamaderas(teteros). Cuando ya tengo todo listo, desayuno y a mitad de él, mis hijos hacen acto de presencia en la cocina, miro el reloj y son las 6:30 tan puntuales como siempre. Los cambios, les doy su desayuno, ya listos, nos dan las 7:25 de la mañana, una por cierto muy fría. Nos montamos en mi automóvil, tengo que reconocer que no tiene buen aspecto porque es un poco viejito, pero desde que lo compre hace casi 4 jamás me ha dejado tirada. Recuerdo cuando tuve a mis bebés, ja, ja, ja tuve que ir sola a urgencias porque no tenía a nadie a mi lado. Cuando llegue las enfermeras no lo podían creer. Y mi chiquito no me dejo sola. Llego a las 8:15 a la guardería, las maestras recién están llegando y como de costumbre reciben a mis angelitos. Los dejos y como todos los días les digo a las maestras que no dude en llamar. Me subo a mi chiquito y me dirijo a mi trabajo, soy diseñadora de interiores y lo bueno que mi horario me permite tener tiempo para mis hijos. Una vez llego a mi oficina me informan que hay un cliente nuevo muy importante y me tienden una lista de requerimientos, tengo que resaltar que es inmensa la lista. asi que empiezo a diseñar a base de todas las especificaciones del cliente. Mi mañana trascurre tranquilamente, hasta que Sonia, cárter, mi querida jefa y dueña, entra a mi oficina. Me informa que el SR. Richter está por llegar, ya que quiere conocer a la gente que trabajara para él. Tomo mi libreta, cartas de colores y de telas. + Llego a la sala de reuniones cuando aún está vacía, me acomodo y continuo con mi trabajo, estoy tan concentrada que no me fijo que hay alguien a mi lado y cuando cambio la imagen al dormitorio infantil lo miro con añoranza. Cuando estoy por cambiar la imagen una mano toma mi hombre y salto del susto pegándome en mi rodilla con la mesa de paso. Miro a la persona, quien casi me provoca un ataque al corazón, él solo me mira, me apunta la imagen, y caigo en cuenta que le digo que es una habitación para niños. Miro y cuando le voy a contestar, entra Constanza, la otra de las diseñadoras, pero todo lo pierde porque se termina acostando con sus clientes o los esposas de ellas. Es una zorra en pocas palabras. Me mira, pero su mirada se pierde en quien está a mi lado, la mira y le dedica una sonrisa, yo solo sonreí y tomo mis cosas, para cambiar de posición. Cuando todos entran, la reunión empieza, pero no me importa, yo sigo con mi trabajo, tratando de avanzar lo más que pueda, para solo dedicarme a mis hijos. Todos están conversando hasta que escucho mi nombre, los miro a todos, no sé qué están hablando. Me dicen que debo ir a ver la propiedad, pero cuando estoy por contestar la pesada de Constanza les dice a todos… .— ella no puede porque debe quedarse con sus bastardos, como el padre los abandono, no podrá rendir en este trabajo. Yo solo miro a Sonia, que no dice nada y el Sr. Richter parece pensativo, yo me disculpo y salgo de la sala, me dirijo a mi oficina, tomo mis cosas y me marcho. Cuando voy a salir por las puertas de la empresa Rosa, la recepcionista me mira y sabe que algo pasa y antes que pregunte le respondo… —. Estaré bien, no te preocupes si preguntar por mí diles que es mi hora de salida. —. Ok, pero a penas salga iré a tu casa, llevaré vino. Asiento y me marchó. Cuando llego a buscar a mis hijos, ellos me dan la fuerza que necesito a diario. Los acomodo en sus sillas y nos vamos a nuestro departamento, pero de camino recibo la llamada de Sonia, la cual decido ignorar, después entra una de rosa y de la oficina. Cuando estoy llegando nuevamente me llama Sonia, decido responder y le digo que estaba manejando y que no iba a responder, ella me cuenta que Constanza llevara el proyecto, pero le gustaron mis ideas al cliente. Pero antes que diga lo que estoy pensando le respondo que no, que si es tan buena diseñadora y le dieron un proyecto de varios millones que trabaje. Corto sin esperar respuesta, puede que esto me cueste mi puesto. Porque no me deja tranquila esa mujer, yo ni la determino. Desde que ingrese a trabajar hace 5 años me ha hecho la vida imposible. Ella podría brillar si estuviera dispuesta a no abrir las piernas por conseguir proyectos y a trabajar de verdad. Cuando llego a mi casa, la cual compre con el dinero que mis padres me habían dejado cuando murieron. Es un hogar, como siempre quise. Bueno, no completo, pero al fin y al cabo un hogar. Mis niños entran como un tornado, descalzándose. Y corriendo a la cocina, ya que hoy viernes es día de pizza. Cuando estamos cenando llaman a la puerta. Abro y mi quijada está a punto de caer al suelo. Por quien está parado frente de mí.