Entre Caminos inesperados

Hoy es lunes, me levanto a realizar la misma rutina que la que hago todos los días. Es una mañana frío de esas en las que quisiera estar un poco más en la cama, pero no puedo. Suena la alarma por tercera vez y se que ya no puedo caer en la trampa de "cinco minutitos más" si quiero tomar el autobús a tiempo. Un buen baño de agua fría servirá, pienso. Aunque realmente sé que no lo hará. Tomo mi tiempo para meditar y me doy cuenta que como siempre, debo salir corriendo porque perdí la noción del tiempo y ahora voy tarde a trabajar. Trato de caminar lo más rápido que puedo, pero justo a mitad de camino empiezan a caer gotas de agua, que en menos de un minuto se convierten en un aguacero. Ahora, empapada totalmente, logro tomar la segunda ruta del autobús ya que no logré tomar el primero, amontonada entre la gente tratando de abrirme paso para llegar a la puerta y lograr salir antes de pasarme de mi parada. -Menos mal que logré que mi bolso se mantuviera seco-. Tenía todo mi trabajo del fin de semana y no podía perderlo. Sabía que algo así sucedería, siempre lo sé, mi amiga Caroline dice que soy una bruja que todo lo sabe, ojalá fuera cierto, sabía que debía traer un cambio de ropa, pero pensé que era demasiado y ahora parezco pasta derretida por la lluvia. Por fortuna en en mi escritorio tengo una camisa extra, zapatos y una chaqueta, ya que soy ese tipo de personas a las que todo el tiempo le pasan cosas, algunos piensan que soy despistada y otros como mi amigo Bladimir me dice "Torpe". Afortunadamente llegué a tiempo y pude cambiarme antes de que fuera hora de empezar a trabajar. Soy directora de producción en una empresa de publicidad, ha sido un trabajo fuerte pero gratificante. Empiezo mis rondas para verificar que todos los pedidos de la planta de producción salgan de manera perfecta y aunque en un principio no me llevaba bien con la mayoría, ya soy la única mujer del equipo y a demas la mas joven he logrado tener una relación cordial y respetuosa con mis compañeros. Aunque siempre hay quienes hagan de tu vida un infierno y creo firmemente que para eso fue creada Angela, mi jefe quien se encarga de hacerme la vida imposible cada vez puede. - Necesito que compartas el informe de las actividades de producción del mes pasado, tenemos comité mañana y vendrá el dueño de la compañía, debes enviarme antes el documento, sabes que no podemos presentar cualquier cosa y yo debo corregir tus reportes como siempre, debemos dar una buena impresión-. Dijo Angela con su tono altanero y despectivo. - Ya quisiera ella ser como tú-. Dijo Caroline al escucharla - solo sabe poner su nombre en tu trabajo para lucirse como si ella lo hubiera hecho-. - No te molestes Caro, ese es su trabajo, además somos un equipo, lo importante es lograr los objetivos-. Dije en tono condescendiente a mi amiga quien miraba con ganas de darle una bofetada a nuestra querida jefa. - Eres insoportable - me dijo mientras me daba una taza de café. - Recuerda que hoy es la cena de celebración de los cumpleaños de Marcos, debes estar a las 9:00 pm en el restaurante-. Dijo, mientras dejaba una galletita en mi escritorio. - mmm sí claro, allá estaré. Dije con cara de sorprendida. - Lo habías olvidado, no es verdad. Puso su mano en su cara y luego se acercó a mi ojera susurrando: - Si no llegas, te mato. y salió contoneando su cadera como solo ella sabía hacerlo. Caroline Peters, es la directora creativa de la empresa, es una chica de un perfecto tono canela en su piel, cuerpo esbelto y la cara de un ángel pero con la personalidad de una niña de 18 años y extremadamente inteligente, es tres años mayor que yo y fue mi primer amiga en la empresa y después de tres años se ha convertido prácticamente en mi hermana, somos complementos la una de la otra y hoy era la celebración de su novio Marcos, un hombre muy bien parecido pero que a mí no terminaba de gustarme ya que habia algo en el que no era de mi agrado, aunque veia tan feliz a mi amiga que lo toleraba en cada vez que estaba con ellos, lo cual era muy seguido desde que se hicieron novios hace un par de meses. Evidentemente había olvidado la reunión y sabía que no podía fallarle a mi amiga aun cuando solo quisiera llegar a mi pequeño apartamento a leer un poco y descansar después de la larga jornada laboral que sabía que tendría el día de hoy. Había mucho revuelo en la oficina, la noticia de que el dueño de compañía llegaría a la próxima reunión se había extendido como pólvora y todos estaban intrigados ya que nunca había venido personalmente y solo el señor Carson el CEO de nuestra empresa lo conocía personalmente. Pasé toda la mañana concentrada en terminar el informe que me había solicitado Angela, antes que se acordara de mi existencia empezara de nuevo a "recordarme" mis obligaciones. Esa era mi técnica, tener todo listo antes de que ella lo solicitara y así no tener que escuchar sus largas charlas sobre su impecable trayectoria y demás logros que según ella había tenido en empresas anteriores, con lo cual nos aturdía a todos cuando estaba de mal humor. Angela Stevenson había sido la CEO de una de las sucursales más grandes en Circle Entertainment, la cual fue comprada y absorbida por nuestra compañía y a su llegada no dejaba de hablar de su gestión anterior, era muy elegante, su su manera de vestir era perfecta, a demás era muy hábil para los negocios y se había convertido en la mano derecha del señor Carson, pero era particularmente intensa y controladora y todo tenia que hacerse a su manera. personalmente creo que es muy solitaria y tiene un toque de tristeza en su mirada que disfraza con su altivez. Sorprendentemente estuvo tan inmersa en los preparativos que pude trabajar tranquila y sin interrupciones y cuando menos me di cuenta ya era la hora de salir. No me había dado cuenta de lo rápido que pasaba en tiempo cuando me concentraba, de hecho el tiempo siempre sentía que pasaba demasiado rápido. Son las 5 de la tarde y ya la mayoría ha salido de trabajar, veo a Caroline hacerme señales desde su oficina que revise mi teléfono, tenía más de cincuenta mensajes sin leer y la mayoría eran de ella recordandome la cena de hoy, algunos con dulces palabras y otros con amenazas si es que no pensaba ir. - No te preocupes, enviame la dirección exacta y allá estaré, tengo el tiempo exacto para llegar. - Eso espero. Escribió y luego me envió una ubicación. Fue fácil llegar a mi apartamento, lo que no sucedía muy a menudo y menos en ésta época del año donde llovía todo el tiempo, de hecho yo odiaba el clima frío, sentia como se calaba en mis huesos y era odioso para mí cuando llevaba el invierno. Tomé un baño de agua caliente y sentí mis músculos relajarse, quería quedarme pero sabía que debía ir, tenía la sensación de que ésta noche pasaría algo especial y mi intuición rara vez fallaba, tenía la leve sospecha que Marcos le pediría matrimonio a mi amiga y eso me hacía estremecer, no de buena manera como me gustaría, ya que sigo creyendo que hay algo que no cuadra con él.