Obligada a Casarme con un Discapacitado

De pie frente a un elegante espejo de cuerpo completo, Elizabeth miró su reflejo mientras vestía un feo vestido de novia de un color blanco grisáceo, que no se adecuaba a ella y solo la hacía lucir mal. . Por eso su rostro se endureció, aunque por la razón de que se estaba casando de manera obligada con un hombre que nunca ha visto en su vida, y que tenía una discapacidad que le impedía caminar gracias a un accidente hace seis meses. Causando que pasara a demostrar abatimiento total. . "....Esta bien, lo haces por el bien de la abuela" . Elizabeth se consoló con ese pensamiento ella misma. Alisando la tela áspera del vestido con la palma de su mano, para después de un momento forzar una sonrisa. Que se desvaneció instantáneamente en el momento en que vio entrar a su madrastra junto con su media hermana. Mirándola con expresiones llenas de arrogancia y burla. . Disfrutando su situación. . -Deberias de estar agradecida que padre te haya conseguido un esposo Elizabeth. De esa forma sería la única oportunidad de que te pudieras casar. ¡Con un hombre que ni siquiera puede caminar! . -¡Basta Lilian, la harás llorar! . Erika fingió reprender a su hija Lilian, mientras tocaba su hombro y contenía su risa, mirando a la tonta de Elizabeth de reojo que solo las miraba a ambas sin mostrar ofensa a sus palabras. Cosa que provocó que se molestara por no ver una reacción incluso en esta ocasión. . Sin embargo, la razón por la que Elizabeth no reaccionaba a su provocación barata, era porque ya estaba acostumbrada. Acostumbrada a que su madrastra y su media hermana se rieran de todas sus desgracias, que en gran parte eran causadas por ellas. . "Es mejor no caer en el juego de Lilian y Erika." . Nunca debía caer en el juego de ellas. Después de todo, eso es algo que aprendió a las malas desde que su padre se enteró de su existencia y la acogió hace ocho años cuando tenía catorce años. . La primera vez que puso un pie en la Villa en donde vivía su padre con Erika y Lilian, pensaba que tendría una familia como en las películas. Porque a pesar de que amaba a su abuela con todo su corazón al haberla criado con tanto amor pasé a no tener casi nada, aún así siempre anhelo en su corazón la idea de tener un padre y una madre que la guiaran. . Pero ese deseo pasó a ser un gran arrepentimiento el primer día. . Porque su padre Fred la ignoraba la mayor parte del día, y la veces en que trataba con él, siempre mostraba una gran ira y frialdad. Por ser la hija de la mujer que lo engañó. . Así que cuando Erika y Lilian la intimidaban, con golpes, insultos, y todo tipo de malos tratos, no había nadie que la protegiera en esa villa. Y su abuela que era la única que la quería y deseaba lo mejor para ella, le impidieron verla de muchas maneras. . Hasta ahora que tiene veintidos años, le dieron la noticia de que estaba gravemente enferma, y que necesitaba un tratamiento costoso para poder soñar con una recuperación. Algo que no podía pagar Elizabeth ni aunque no gastara nada del sueldo de su trabajo y tomara horas extras, por eso su padre se aprovechó de su situación. . [-La familia Galierh necesita una esposa para su hijo que quedo lisiado. Así que en vez de Lilian, deberás ser tu quien asuma ese rol. Si quieres que le pague el tratamiento a la anciana esa.] . Esa fue la condición. Cásate con ese hombre miserable y solo así tu abuela tendrá esperanza. Algo de lo que Elizabeth era incapaz a mostrar negación. Debido a que los préstamos que solicitó al banco fueron negados, y ahora la única esperanza que tenía era casarse con un hombre que no conocía. . Era la única opción que no era tan desafortunada. . "Incluso si decidía vender mi cuerpo...no tenía el valor para hacerlo." . Y sobretodo porque si su abuela se entera al final de que gano el dinero del tratamiento haciendo esas cosas, sabía que se desmayaria en ese mismo momento de decepción. Por ver que escogió ese camino para su bienestar. . Aunque de igual manera no sería tan diferente si se entera que se casó por obligación. . -¡Elizabeth! . Lilian no soporto llamarla enojada al ver que Elizabeth se quedó mucho tiempo en silencio. Acción que hizo que Elizabeth reaccionara y saliera de sus pensamientos, observando la fea mirada con la que su media hermana la miraba. Con su frente muy arrugada y sus ojos negros saltando en ira. . -....Parece un Shar Pei. . -¡¿Qué?!, ¡¿Me acabas de decir que parezco un perro?! . -Ah. . Elizabeth se dio cuenta que su pensamiento sobre qué Lilian parecía uno de esos perros con cara arrugada y ojos saltones, salió de su boca de manera descuidada. Causando que los ojos de Erika se abrieran, y lo mismo con los ojos de Lilian, mirándola como a una perra loca. . -¡¿Como te atreves a insultar a Lilian, Elizabeth?!, ¡Diciendo que se parece a ese perro tan feo..! . -¡Aquí la única que parece ese perro feo eres tú, mujer estúpida! . - .... . Las dos volvieron a atacarla. Y esta vez Erika no actuaba con falsedad, y solo miraba a Elizabeth con un odio tan puro. Gritando cada vez más con su voz chillona. . -¡Estás actuando tan descarada para insultar a Lilian!. ¡¡Tienes que reconocer tu lugar Elizabeth!! . -¡Mamá, me siento muy enojada ahora! . -¡Tienes derecho a estarlo mi niña! . Madre e hija estaban sumergidas en un drama total. Elizabeth frunció ligeramente su boca por eso, y solo sintió como su cabeza empezaba a doler por el ambiente tan pesado. Con un deseo de no querer haber escupido sus pensamientos por accidente, para no tener que lidiar con eso. . Pero para su suerte, fue una interrupción de una persona indeseada que la salvó de seguir escuchando las voces irritantes de Lilian y Erika. Ya que ellas fingieron inocencia en el momento en que vieron al hombre de unos cuarenta años parado en la puerta. . -¿Qué se supone que están haciendo?. Mucho escándalo se escucha fuera del salón. . Fred, fue el hombre que interrumpió, con una mirada tan disgustante al ver a su esposa y a su hija con una apariencia agitada, teniendo él una idea de la situación, pero a un así, fingió ignorancia ante lo que pudo haber pasado y solo se concentró en Elizabeth. Quien seguía en silencio desde que entró. . -El maestro Galierh acaba de llegar al altar. Así que asegúrate de terminar la ceremonia sin ningún problema, y le pediré a uno de mis hombres que lleve a la vieja a un buen hospital para que empiece su tratamiento, ¿entendido? . -...De acuerdo. . Elizabeth asintió. Ignorando como siempre la mirada opresiva con la que su padre la enfrentaba. Y solo apretó uno de sus puños en silencio. Sintiendo incomodidad en su corazón por lo que estaba a punto de hacer, al casarse con un hombre que ni conoce ni ama. . Pero era por el bienestar de su abuela, y solo empezó a estabilizar su corazón. Haciendo caso omiso a los nervios que invadían todo su cuerpo.